Una G.I. Jane que se llama Joe. Operativo: Lioness (disponible en Paramount+) deja en claro sus propósitos con el nombre del personaje de Zoe Saldaña (Avatar y Guardians of Galaxy). Junto a ella aparece otra mujer de armas como Cruz (Laysla De Oliveira) y Kaitlyn Meade (Nicole Kidman), quien toma decisiones por fuera del campo de batalla. La ficción sigue a una Marine Raider reclutada por la CIA para operar de encubierto en una zona muy caliente. ¿Su objetivo? Hacerse amiga de la hija de un terrorista y asesinarlo para prevenir otro ataque de la magnitud del 11-S. La miniserie de ocho episodios está cortadas de raíz en dos planos. Además de las escenas de acción, son ¿necesarias? las secuencias en oficinas con papeles de taquito para Michael Kelly (House of Cards) como un hombre de peso en la agencia y Morgan Freeman en el rol de un funcionario relevante en Washington.
Operativo: Lioness remite en su modo y forma a Kathryn Bigelow (La noche más oscura, Vivir al límite), aunque el proyecto lleve la estampa de Taylor Sheridan (Yellowstone) con su testosterona western. Según dijeron varios de los implicados, la función del realizador fue a la distancia, como si estuviera sentado en su rancho observando con la mira teleobjetivo. Lo distintivo de Operativo: Lioness, en definitiva, son sus protagonistas con el cromosoma XX como estandarte, lo cual también repercute en la narrativa y el argumento de la propuesta. “¿Y si tomamos un equipo de operaciones encubiertas con mujeres y las ponemos en situación de alto peligro terrorista? Puede ser tu hija, hermana, cualquier clase de mujer. Eso para mí es una idea atractiva”, dijo su director, Paul Cameron.