Cuando Ashley conoció a Gordon, ella venía caminando por la calle y él manejando su auto. El flechazo bastaría para dar comienzo a una comedia romántica. Claro que en esta peculiar ficción, hay dos personajes desvalidos, un flirteo que incluye un seno al aire y un perro atropellado. Colin From Accounts (estreno de la semana pasada por Universal+), de hecho, le debe su título a las deudas que les deja el canino, y lógicamente, una oportunidad para que sus protagonistas se enamoren en la Sidney contemporánea. “La premisa surge de ese accidente, pero queríamos que se sintiera real orgánico y creíble. Son dos personas que de otra manera no se hubieran conocido ni hubieran estado juntas”, le dice a Página/12 Patrick Brammall, creador y protagonista de la serie junto a Harriet Dyer, su pareja en la vida real.

Además de mostrar a un tiernísmo Border terrier en silla de ruedas, los ocho episodios de la entrega indagan en la vida de una estudiante de medicina empantanada con un ex y este cuarentón dueño de un bar de cervecería artesanal. La pregunta sobre el porqué Ashley y Gordon deberían estar juntos se responde entre diálogos filosóficos sobre la belleza de una teta al aire o chistes sobre una veterinaria que se llama Ivette. Las acciones en Colin from Accounts discurren con una naturalidad sorprendente para esta clase de productos. Las razones son obvias. “No atropellamos a un perro como sucede en la serie, pero hay algunas secuencias o cosas que nos dijimos que definitivamente colocamos en la serie. Una vez atropellé a una zarigüeya, eso sucede bastante en Australia”, concede la mujer. “Yo salvé con un canguro en una granja. Era de talla mediana, se había quedado atrapado a una cerca y lo ayudé a desenroscarse. Cuando me di cuenta lo estaba sosteniendo por la cola. Por suerte no era un canguro gigante boxeador. Podríamos decir que yo salvé un animal, ella mató a una zarigüeya y en la serie ningún animal salió dañado”, cuenta la otra mitad del proyecto.

-Esta es una comedia romántica a la australiana. ¿Fue consciente esa búsqueda?

Harriet Dyer: - Definitivamente. Crecimos viendo series y películas del género, en los que las relaciones están en el corazón de la historia. Pero nunca la habíamos visto en nuestro país, siempre suceden en Estados Unidos o Inglaterra. Tuvimos comedias laborales o familiares, pero nunca una “romcom”, así que fuimos a llenar ese vacío.

-Los personajes parecieran estar proyectando su propia película de comedia romántica. ¿Están de acuerdo?

H.D.: -No tanto. Creo que no saben bien donde están parados. Ok, al final tenemos una escena vibrante en un aeropuerto en la que pelean por lo que quieren. El tema con estos dos es que quieren hacerlo a su manera. Se gustan pero dudan de que funcione. Buscan razones para saber si el otro es “su media naranja”. Nosotros, como creadores, junto a la audiencia, proyectamos los modismos del género, pero fue muy importante para nosotros que Ashley y Gordon no lo hicieran explícitamente. Lo viven.

Patrick Brammall: -Se siente más real cuando están en un momento típico y romántico y después eso se rompe. Ahí está la gracia, se siente más en la tierra y meno dulcificado.

-Para que funcione esta pareja, ¿qué le recomendaría Harriet Dyer a Ashley y qué Patrick Brammall a Gordon?

H.D.: -Yo le diría que se relaje y deje de preocuparse. Si Gordon es el indicado ya lo va a saber.

P.B.: -¿Que le diría a Gordon? ¿Cómo te ha ido hasta ahora? ¿Te funcionó? No mucho, entonces escuchá al hombrecito del interior.

H.D.: -Y casate ya con esa chica (risas).

-En la primera escena se ve a Gordon con una camiseta de Midnight Oil. ¿Qué canción de una banda australiana podría ser perfecta para esta historia de amor?

P.B.: –Amo Midnight Oil, esa es la razón. Para usar la imagen del disco Head Injuries pedimos los derechos y la banda dijo que sí. Al final del piloto viste una remera de otro grupo que también nos encanta: The Whitlams.

H.D.: -Creo que nos gastamos gran parte del dinero en el tema de la apertura. Se llama “Chain Reaction” y es de John Farnham . La elegimos porque encaja perfecto. Un cartero deja una cerca abierta. Un perro que se escapa de una casa. Ella se toma una shot de tequila en la mañana. Él viene manejando distraído. Y todos esos elementos se concatenaron para que estos dos se junten.

P.B.: -John Farnham es una leyenda en Australia y el tema tiene el ritmo para arriba que te pone feliz. Eso es lo que buscábamos.

-Los dos están solteros pero no están necesariamente solos. ¿Qué tan importantes son los amigos y la familia, los otros personajes en la relación entre Ashley y Gordon?

H.D.: -Un montón. Y pasa en la vida real. Aprendés más de una persona cuando conocés a su círculo íntimo que de lo que te cuenta o muestra alguien. Ellos llenan los espacios en blanco.

P.B.: -Ni bien se conocen pasan respectivamente a conocer a sus amigos y familias. Se conocieron como en una anécdota simpática para compartir. La cual es perfectamente creíble. Por eso los demás querien conocer a la otra parte de la historia.

-Además de ustedes, obviamente, ¿qué otros intérpretes serían perfectos para interpretar a Ashley y Gordon?

H.D.: -Elijo a Ryan Reynolds.

P.B.: -Entonces yo dijo Blake Lively. Espero que sigan juntos (risas).