La CGT se movilizará el próximo martes 22 pero la posibilidad de convocar a un paro nacional quedó postergada para una reunión que, con suerte, se concretará a mediados de septiembre. La ratificación de la marcha se logró ayer luego de una trabajosa y debatida reunión del consejo directivo de la central obrera. El resultado de las primarias no estuvo ausente en el análisis de los sindicalistas. Por caso, el triunviro Juan Carlos Schmid dijo que las PASO pasaron pero “los problemas continúan y se deben resolver”.
Al decir de unos de los participantes la reunión “fue picante”. Y es que al encuentro el consejo directivo llegó dividido. Por un lado los gordos e independientes y, por el otro, el moyanismo. Los diferenciaba la realización de la movilización. Los primeros consideraban que no estaban dadas las condiciones para realizarla después del resultado de las elecciones primarias. En rigor, si al Gobierno hubiesen obtenido un traspié electoral también habrían propuesto la suspensión. Los segundos, los sindicalistas que giran alrededor de Hugo Moyano, insistieron en la necesidad de concretarla. La balanza se inclinó hacia la realización de la marcha luego de que Andrés Rodríguez de UPCN quebrara el bloque de gordos e independientes al mostrarse a favor de la marcha.
Cuando culminó el cónclave los triunviros, Schmid, Carlos Acuña y Héctor Daer dieron una conferencia de prensa. Serio y un tanto molesto, Schmid anunció que “luego de un intenso debate” la marcha se confirmaba y, como se estila en los cumpleaños infantiles, dijo que comenzará a las 15 y finalizará a las 17, con el discurso de uno de los triunviros “a designar”. Luego agregó que “la CGT y todos sus gremios confederados marcharán hacia la Plaza de Mayo en reclamo de respuestas satisfactorias a su agenda histórica. También participarán las centrales de los Trabajadores de la Argentina y Autónoma, los movimientos sociales y otros sectores”.
Cuando les preguntaron sobre la existencia de diferencias internas que podrían derivar en una posible fractura, tomó la palabra Daer. “La ruptura no está en la cabeza de nadie”, dijo pero el rostro de Schmid no se aflojó.
Luego llegó el momento de analizar el resultado electoral. Daer sostuvo que “el Gobierno puede sentirse respaldado pero no hay que olvidar que más del 60 por ciento de la población no los acompañó”. Ahí tomó el micrófono Acuña para completar: “Pueden sentirse apoyados pero si no hay respuesta a los reclamos de los trabajadores, a los desempleados, a las Pymes y a la industria nacional, todo cae en saco roto.” Cuando se quiso saber sobre la posibilidad de una convocatoria al paro, que tanto había pregonado Pablo Moyano, tomó la palabra Schmid para decir que eso es potestad del Comité Central Confederal (CCC) que se reunirá recién el 20 de septiembre próximo.
Si los triunviros mostraron rostros adustos fue por el clima que tuvo la reunión previa. El primer cruce se dio entre Schmid y Daer porque el primero dijo que sólo se iba a discutir sobre la movilización. El titular del gremio de Sanidad se opuso asegurando que era preciso poder discutir con amplitud y sin limitaciones, y, de paso, criticó la actitud de Moyano hijo que semanas atrás había convocado a un plenario de delegados nacionales para este viernes que fue rápidamente desactivado. El secretario adjunto de Camioneros consideró que lo hizo porque había que tomar la iniciativa ante la situación económica. “Hay que ser orgánico y no hacer cosas por la propia porque si”, le retrucó Francisco “Barba” Gutiérrez que, a la sazón, es a quien le cabe la responsabilidad de hacer ese tipo de convocatorias. Moyano hijo quiso responder pero lo interrumpió Armando Cavalieri para decirle que tiene que “confiar más en los compañeros”. Eso descomprimió un tanto la reunión porque el veterano dirigente de Comercio les advirtió que es preciso mantener la unidad ya que “a partir de ahora y hasta octubre la grieta que promueve el Gobierno será con nosotros”.
Acordada la movilización y superada por ahora cualquier intento de fractura interna, la decisión de que el CCC se realizará recién en septiembre permite entrever que la posibilidad de que la CGT llame a un paro antes de las elecciones de octubre es casi nula.
Más allá de estos hechos, la marcha contará además con la participación de la Corriente Federal, la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, Barrios de Pie y Corriente Clasista y Combativa. Los que todavía no resolvieron son los gremios que integran el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA) y que recién hoy se reunirán para tomar una decisión.