El Gobierno argentino comunicó oficialmente la apertura de un nuevo Consulado en China. Será en Chengdu, capital de Sichuan, y abarcará las jurisdicciones de esa provincia, así como las de Guizhou, Shaanxi y Yunnan y del Municipio de Chongqing.

Es una decisión estratégica de suma importancia y un largo anhelo del embajador Sabino Vaca Narvaja y de anteriores diplomáticos para afianzar y extender la representación argentina en un país que ya es el principal socio económico nacional a la par que Brasil y que, sin embargo, tiene un staff notablemente inferior y subrepresentado con respecto al de otros destinos menos relevantes; por ejemplo, en la vieja Europa, y no solo en sus principales núcleos de desarrollo. 

Varios países, incluso latinoamericanos, ya habían abierto delegaciones en Chengdu o Chongqing con el principal objetivo de hacer pie en el territorio mundial de mayor expansión y dinamismo económico y comercial de las últimas décadas. Es un avance, aunque en el Palacio San Martín la vieja guardia --no las generaciones más jóvenes, que entienden mejor el nuevo mundo-- guste más del champagne de París, las compras en la Quinta Avenida o el licor de Becherovka de Praga.

Chengdu

Chengdu, y su provincia Sichuan, son la tierra de Deng Xiaoping y el santuario del oso panda, del gran poeta Li Bai y de un cruce fundamental de los caminos terrestres de la Nueva Ruta de la Seda, es decir la Iniciativa de la Franja y la Ruta, a la cual adhiere Argentina. Es sede, también, de empresas ferroviarias, de construcción e infraestructura de las mayores corporaciones de China.  El PBI de Sichuan es el doble que el PBI de Argentina. Su capital, Chengdu es, en una palabra, el corazón de una región históricamente clave en el centro geográfico del gigante asiático. 

El decreto 372/2023, del 20 de julio, firmado por el Presidente Alberto Fernández, el jefe de Gabinete Agustín Rossi y el canciller Santiago Cafiero dispone diversas normativas para el personal que será enviado al nuevo Consulado, que se suma a los de Beijing junto a la Embajada, al Consulado general y Centro de promoción económica y comercial de Shanghai y a los consulados de Guangdong y Hong Kong.

La normativa reordena la circunscripción consular argentina en China, atendiendo la necesidad que emana del potente centro, sur y occidente chinos que el Gobierno de Xi Jinping desarrolla a paso intenso, y sigue a las propuestas de tal apertura establecida en el canje de notas que ambos países suscribieron en noviembre del año pasado. Todo, en línea con el crecimiento omnidireccional de las relaciones bilaterales.