“Me parece que en este disco encontré una sonoridad propia que ya venía buscando en los discos anteriores, pero acá hay una concreción de eso”, reflexiona Carolina Minella. La cantante –Premio Gardel con su álbum debut, nominada con el anterior- acaba de lanzar Minella junto a un videoclip con su versión de “Se dice de mí”. En la flamante placa presenta algunos clásicos del tango –como “Rebeldía” y cuela temas de otros géneros, como “Sólo se trata de vivir” (de Litto Nebbia) o “Padam, padam” (clasicazo de Henri Contet y Norbert Glanzberg, pero inmortalizado por Edith Piaf, que aquí se tradujo al castellano). Además, incluye “Tal vez”, un tema inédito de Amelita Baltar y Gustavo Fedel, que ya había anticipado como single, meses atrás.
“Antes buscaba un hilo conductor entre los temas que me llevara a encontrar una historia. Esta vez no, esta vez busqué que cada canción me represente, por eso el título juega con mi apellido, con el ‘ella’ que tiene, porque son todas canciones que hicieron famosas o icónicas cantantes mujeres”, cuenta la cordobesa. Para Minella, su disco la encuentra en “un momento de mucha madurez interpretativa” y segura de la música que quiere hacer y del mensaje que quiere transmitir con su repertorio. “Me involucro en la parte social de la música”, dice.
Al respecto, cuenta, la versión de “Se dice de mí” y el videoclip que la acompaña buscan “una vuelta de rosca donde el mensaje de la canción no se queda sólo en lo textual y en el decir popular sobre la crítica social”. Para la cantora, la crítica “está instaurada tan fuertemente en la sociedad que muchas veces hasta se castiga al que es triunfador”. Para Minella, la crítica constante “ya está naturalizada” y advierte que eso genera dolor. “Una crítica duele mucho, coarta, limita, y si encima tenés una limitación, al recibir la crítica te limita aún más”.
El videoclip, que busca advertir contra distintas discriminaciones sociales (desde la gordofobia hasta las dificultades que sufren sordomudos, afrodescendientes o disidencias sexuales, entre otros), busca crear consciencia. “En el disco anterior conté una canción y una historia de violencia de género. Me gusta tocar temas sociales y creo que el artista tiene la necesidad imperiosa de humanizarse, de no quedar lejos. Es humano ante todo. Y eso define tu calidad como artista”.
-¿El escenario aleja?
-No aleja, pero te pone en un lugar de poder. No aleja, pero te pone una distancia a esa cosa humana y tan sensible con la que juega el artista. Uno trabaja todo el tiempo la sensibilidad y las emociones, ¿no? Y la búsqueda creativa me parece que pasa de ese lado.
-¿Cómo entra ahí “Sólo se trata de vivir”?
-¡Me parece un tema tan hermoso en los tiempos que corren! Este disco toca puntos que hasta son filosóficos porque habla del amor, de la vida, de la parte humana y me parece que “Sólo se trata de vivir” es eso. En una era tan efímera donde todo tiene que ser de resultado ya. Y la vida es más simple. Yo vengo del campo y ahí la valorización de las cosas importantes en el campo se aprecia más. Y me parece que vivir justamente es eso, disfrutar de las cosas sencillas, simples y del camino. Uno pasa por la vorágine de lograr el objetivo y se pierde del camino.