La investigación sobre el brutal asesinato de la concejala brasileña Marielle Franco, en marzo de 2018, entró este lunes en una nueva fase tras la confesión de uno de los autores materiales y la detención de un nuevo sospechoso. Así lo anunció el ministro de Justicia y Seguridad Pública de Brasil, Flávio Dino, quien precisó que la confesión a cambio de beneficios penitenciarios fue formulada por Élcio de Queiroz, preso desde 2019 y acusado de manejar el vehículo desde el que Ronnie Lessa, también preso, efectuó los disparos contra Franco.
Además la Policía Federal detuvo a un exbombero, identificado como Maxwell Simoes Correa y conocido como Suel, quien, según la confesión de Queiroz, llegó a hacer guardias para vigilar a la concejala e iba a participar en la emboscada, pero al final fue reemplazado por él. La investigación cobró un nuevo impulso en febrero pasado cuando la policía empezó a trabajar en el caso por orden del ministro Dino, quien aseguró que la declaración de Queiroz "permitirá sin duda" llegar a él o los autores intelectuales del crimen.
La confesión de Queiroz
La concejala del Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y defensora de derechos humanos Marielle Franco fue asesinada con varios tiros en la cabeza dentro del auto en el que viajaba por el centro de Río de Janeiro la noche del 14 de marzo de 2018. La activista de 38 años volvía a su casa luego de participar de un debate con jóvenes afrodescendientes cuando su auto fue baleado.
Los investigadores sostienen que los tiros provinieron de otro vehículo. Franco recibió al menos cuatro disparos en la cabeza y el conductor tres en la espalda, según un reporte policial. En el mismo hecho también murió su chofer, Anderson Gomes.
En relación al nuevo detenido en la causa, la Fiscalía de Río de Janeiro dijo que era el dueño del vehículo usado para esconder las armas, que estaban en un departamento de Lessa y además habría ayudado a lanzar al mar el arma con la que se efectuaron los disparos que mataron a la concejala y a su chofer.
El hombre ya había sido detenido en junio de 2020 precisamente por obstaculizar las investigaciones y, un año después, fue condenado a cuatro años de cárcel, aunque cumplía pena en régimen semiabierto. El ministro de Justicia de Brasil confirmó que Queiroz, al igual que todos los que deciden colaborar con la justicia, recibirá beneficios a cambio de su confesión. Tanto Queiroz como Lessa están presos desde 2019 y se encuentran a la espera del juicio correspondiente.
Lessa vivía en el mismo conjunto residencial que el expresidente de ultraderecha Jair Bolsonaro, que entonces era diputado. El exmandatario niega cualquier vínculo con el asunto y la investigación nunca lo implicó. Lessa y Queiroz también tendrían vínculos con las milicias paramilitares que aterrorizan a varias barriadas pobres.
Esas milicias, que tienen en sus filas a expolicías, surgieron en Río hace unas dos décadas. Creadas supuestamente para librar a las favelas del yugo de los narcotraficantes, terminaron convirtiéndose en mafias que exigen tributos elevados a cambio de "protección". Sus abusos fueron denunciados en varias ocasiones por Franco.
Más operaciones en las próximas semanas
Dino afirmó que con las nuevas informaciones recolectadas se cierra un nivel de la investigación correspondiente a la ejecución del crimen y que ahora las autoridades se centrarán en los mandantes, prometiendo novedades en las próximas semanas. Hasta el día de la fecha, nadie fue imputado oficialmente como autor intelectual del asesinato. Los nombres de varios legisladores de Río ligados a las milicias fueron citados en la prensa en base a filtraciones en la investigación, pero no han sido acusados formalmente.
"Estamos próximos a esclarecer todos los aspectos relativos a este bárbaro crimen", afirmó el ministro de Justicia en una rueda de prensa al lado del director de la Policía Federal, Andrei Rodrigues, en Brasilia. En la operación de este lunes para detener al nuevo sospechoso, la Policía Federal también realizó registros en siete direcciones de Río de Janeiro y su zona metropolitana, con la intención de hallar nuevas pruebas.
"Y en las próximas semanas habrá nuevas operaciones derivadas del conjunto de pruebas obtenidas hoy", anticipó Dino. Este avance en las investigaciones coincide con la llegada al poder, el pasado primero de enero, del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva. El presidente decidió crear un grupo especial dentro de la Policía Federal para apoyar las investigaciones de la Policía de Río, con el objetivo último de resolver definitivamente el crimen.
En marzo de 2019 la Fiscalía de Río consideró "indiscutible que Marielle Franco fue víctima de una ejecución sumaria debido a su actividad política y a las causas que defendía". Este lunes un fiscal confirmó esa línea de investigación, aunque precisó que eso "no excluye otras motivaciones".
Franco militaba contra los crímenes de las milicias, pero también contra la violencia policial y por los derechos de los habitantes de las favelas, especialmente los jóvenes negros, las mujeres y los miembros de la comunidad LGBTI. Fue la quinta concejala más votada de Río de Janeiro en las elecciones municipales de 2016, con más de 46 mil votos, y su figura inspiró numerosas candidaturas de mujeres negras a nivel municipal, estatal e incluso federal.
Su hermana, Anielle Franco, es ministra de Igualdad Racial en el gobierno de Lula. "Reafirmo mi confianza en la conducción de la investigación por la Policía Federal y repito la pregunta que hago desde hace 5 años: ¿quien mandó a matar a Marielle y por qué?", tuiteó la ministra. En tanto, la ONG Amnistía Internacional exigió al gobierno brasileño que "implemente un mecanismo internacional para apoyar el esclarecimiento de este caso".