Los principales candidatos de la oposición se animaron a explicitar, por primera vez desde que empezó formalmente la campaña, qué tienen pensado hacer en materia económica en caso de llegar a la Rosada. Tuvo que convocarlos la Sociedad Rural Argentina, en el marco de la Expo Rural 2023, para que tal cosa sucediera. Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, por Juntos por el Cambio; Juan Schiaretti, de Hacemos por Nuestro País, y Javier Milei, de La Libertad Avanza, disertaron frente a los empresarios que concentran buena parte parte de los dólares del agronegocio y desplegaron su menú de políticas para el sector. Los discursos, también, dejaron varias pistas sobre el trazo grueso de sus planes de gobierno. Hubo coincidencias –eliminar o bajar al mínimo las retenciones, abrir la economía, recortar el gasto público, suprimir "el cepo" y unificar el tipo de cambio, entre otras–, aunque afloraron matices –y en algunos casos diferencias, como entre Larreta y Bullrich– sobre las formas y los tiempos para hacerlo.

Las propuestas de los opositores sonaron como música para los oídos del auditorio del Salón Rojo del predio de Palermo: todos hablaron de la necesidad de ampliar la rentabilidad del campo, de reducir impuestos y controles y de la apertura “a los mercados”. Muchos, incluso, habían tomado nota del pliego con “Lineamientos Generales para el Desarrollo de Políticas Públicas” que la SRA le había entregado a los candidatos en abril de este año, y que contiene nueve puntos que los chacareros esperan que lleve adelante el próximo gobierno, desde “una política fiscal que devuelva competitividad”, hasta “un programa para estabilizar la macroeconomía” e “instituciones que garanticen las reglas de juego”.

El más aplicado en seguir esa hoja de ruta fue Rodríguez Larreta, aunque desde el bullrichismo remarcan que la exministra arrasó a la hora del aplausómetro, con un discurso más duro y más en sintonía con el adutiorio. Ninguno de los dos pudo evitar volver a chicanearse, aunque no hubo nada parecido a un debate mano a mano. Bullrich prometió “eliminar el cepo desde el primer día, de forma inmediata", y dijo tener “el coraje necesario” para hacerlo; mientras que el Jefe de Gobierno porteño –que habló antes– ya se había atajado al respecto, con el planteo que la idea "no es seria”, porque “no va a haber dólares en el Banco Central”.

Bullrich, de local

La exministra de Mauricio Macri y Fernando De La Rúa llegó a la Rural acompañada por el diputado nacional Luciano Laspina (su principal asesor económico), el presidente de la UCR bonaerense, Maximiliano Abad, y el legislador porteño Juan Pablo Arenaza (jefe de campaña). Ni bien se subió al atril, recordó su lazo con la exposición rural, “a la que vengo prácticamente desde que nací y que conozco profundamente”, dijo. Desde su entorno aseguraron que “se sintió como en familia, ante un público cautivo, de gente con varios apellidos”, en referencia al linaje de los Luro Pueyrredón.

En confianza, Bullrich dijo que está “trabajando con una cantidad de dólares que todavía no podemos decir de dónde van a salir, pero que estamos negociando a nivel internacional” lo que permitiría blindar al Banco Central “para salir del cepo lo antes posible, de manera urgente, el primer día” de su hipotético gobierno. Para eso, dijo tener “el coraje necesario”, en una chicana típica de su campaña contra su rival interno.

“Vamos a mandar una ley el primer día para que nadie pueda limitar las exportaciones, para que ningún burócrata de bajo nivel pueda decidir hacer eso”, siguió, en uno de los tramos más festejados por el auditorio. El otro fue cuando prometió “desarmar el estado autoritario que le da órdenes al campo de lo que tiene que hacer” y “eliminar los trámites insoportables”, entre ellos, incluso, los que les exige la Aduana.

En el bullrichismo sostienen que salieron ganadores en el contrapunto con Larreta. "Es un público que también podría votarlo, pero no lo aplaudieron casi nada. Se nota que él tiene acuerdos con todo el mundo y entonces no puede ser sincero como Patricia, que dice lo que siente y hace un diferencial", se explayaron. 

Larreta y la gestión

El eje del discurso del jefe de Gobierno –quien llegó junto al ministro de Economía de Macri, Alfonso Prat Gay, y a otro especialista en la materia, José Luis Espert– fue diferenciarse de Bullrich haciendo hincapié en su gestión. Su muletilla fue “como ya lo hicimos en la Ciudad”, que repitió a la hora de graficar cómo bajar impuestos y ajustar el gasto sin recortar la obra pública.

“Tenemos que ir a un tipo de cambio único”, propuso y aprovechó el malestar de los empresarios del agro con las medidas que había anunciado Sergio Massa horas antes: “Basta de parches”, lo criticó. También prometió “apertura de mercados” y llegar al “déficit fiscal cero el primer año” de un hipotético gobierno suyo.

También arremetió contra el planteo de Bullrich de eliminar el cepo el primer día. “No es un plan serio, el que les diga eso, miente”, dijo. En la misma línea, apuntó a “ir bajando las retenciones paulatinamente”. También prometió “aplicar el bisturí” sobre el presupuesto. Sobre el final, dijo que “el mercado de la carne es el más intervenido del país”, en una búsqueda por congraciarse con el presidente de la SRA, Nicolás Pino, que proviene precisamente de ese sector.

Schiaretti, el anti-K

El gobernador de Córdoba también prometió eliminar retenciones, y aseguró que el costo fiscal lo recuperaría eliminando subsidios. “Es mentira que no se puede por el costo fiscal que implicaría la medida, como dicen algunos. Lo que el Estado recauda por retenciones equivale a lo que gasta en subsidios, así que ahí tenemos una de las claves”, apuntó, aunque matizó con que “no es necesario un ajuste salvaje” a partir del 10 de diciembre.

Luego se dedicó a criticar al kirchnerismo y recordar el conflicto por la 125. “El Kirchnerismo agrede a quien no le responde, eso hizo con el campo y con la prensa y, ahora con la Corte.. Reitero mi más enérgico rechazo al pretendido juicio político”, dijo.

Milei, contra el “papa Estado”

El economista Milei se presentó de la mano de su compañera de fórmula, la ultraderechista Victoria Villarruel, y de su hermana, Karina Milei. Como es habitual, apeló a los adjetivos llamativos, como cuando se refirió al cepo como “inmoral”. “Consideramos que el campo argentino es el mejor del mundo. Trabajaremos para devolverle la rentabilidad y la vitalidad que se le ha quitado en los últimos años chupándole la sangre”, dijo.

Milei insistió con su plan de dolarización, al que le agregó el detalle de que podría llevarlo a cabo entre "9 y 24 meses". También habló de una "unificación cambiaria de facto" y de la “idea nefasta de la justicia social”.

Sobre el final, el autodenominado libertario sostuvo que irá “contra todas las partidas donde roba la política” y, en ese mercado, que va a “eliminar la obra pública”. “La va a hacer el sector privado, que va a tener rentabilidad”, agregó y apuntó contra los contratistas: “ustedes son grandes y no necesitan de un papá Estado”. Recibió aplausos encendidos.