El telescopio Webb de la agencia espacial estadounidense NASA descubrió vapor de agua en el sistema planetario PDS 70 —ubicado a 370 años luz de distancia— y en una de sus zonas podrían estar formándose planetas rocosos similares a la Tierra.
Según informó NASA, la estrella de este sistema planetario alberga un disco interno y un disco externo de gas y polvo, separados por 8.000 millones de kilómetros entre sí. Dentro de ese espacio hay dos planetas gigantes gaseosos ya descubiertos. Ahí mismo, el telescopio espacial detectó el vapor de agua, a menos de 160 millones de kilómetros de la estrella.
La zona de este sistema planetario en la que se hizo el descubrimiento es también potencialmente de formación rocosa. Este hallazgo de agua en la región de un disco que ya se sabe que alberga dos o más protoplanetas es, a su vez, el primero en su tipo.
“Este descubrimiento es extremadamente emocionante, ya que investiga la región donde normalmente se forman los planetas rocosos similares a la Tierra”, explicó el director del Instituto Max Planck de Astronomía (MPIA), Thomas Henning. Por su parte, la investigadora Giulia Perotti, también del MPIA, agregó: “Hemos visto agua en otros discos, pero no tan cerca y en un sistema donde los planetas se están ensamblando actualmente. No pudimos hacer este tipo de medición antes de Webb”.
Si bien no se encontró todavía ningún planeta de las mismas condiciones que la Tierra en ese sector de PDS 70, sí se halló la "materia prima" para construir mundos rocosos en forma de silicatos. En otras palabras, consideran que si allí se están formando planetas rocosos efectivamente, estos tendrán agua disponible desde el principio.
El telescopio espacial James Webb es el principal observatorio de ciencia espacial del mundo, producto de una asociación entre NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Canadiense. “Webb está resolviendo misterios en nuestro sistema solar, mirando más allá de mundos distantes alrededor de otras estrellas, e investigando las misteriosas estructuras y orígenes de nuestro universo y nuestro lugar en él”, comentó NASA en su artículo.
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