Lienzos negros donde habitan escenas eróticas y fantasías inconfesables; pinturas surgidas de videos y fotos que evidencian situaciones insólitas y hasta inverosímiles, y, por último, una serie de esgrafiados sobre cristal hechos con líneas tan delicadas que conmueven. Esas son algunas de las obras de Luna Sudaca, Luc Mogni y Lukas Alienígena que pueden verse en Conurbanense, con curaduría de Evelyn Sol Marquez, fascinante exhibición en galería Pasaje 17, espacio de arte contemporáneo no comercial perteneciente al gremio la Asociación del Personal de los Organismos de Control y a su obra social. El ciento por ciento de la venta de las obras es para los artistas. Fresca y aguda, la exhibición pone el foco en las creaciones de estos tres artistas unidos —y marcados— por su experiencia artística y vital en el conurbano, frontera difusa y simbólica en la que nos sumergen.

Luc Mogni creó una saga pictórica con anclaje en personajes, objetos y situaciones reales. Comenzó esta serie en plena pandemia cuando con el Google Maps buscaba sitios en los que había hecho sus murales (por ejemplo en Villa Fiorito). Luego observaba, se detenía en situaciones que le resultaban llamativas, y hacía capturas de pantalla. Sigiloso como un detective, pasó horas recopilando material valiosísimo que luego devino materia prima de sus creaciones. A tal punto las escenas resultan increíbles que muchos no le creían que provenían de situaciones reales: por esta razón consignó Esto es real como título de este cautivante proyecto.

La estanciera de Modernización - Luc Mogni

Se propuso “llevar la calle al lienzo, la madera o lo que funcione como soporte, reflejando el folklore del barrio, sus esencias, su ADN”. Luego, sumó el material que le mandaban (se pueden enviar fotos y videos al Instagram @luc.mogni). Todas las semanas, tras someter a votación en las redes algunas de las cientos de imágenes que recibe, lleva al lienzo algunas de ellas.

“La gente empezó a ver lo que yo hacía y me empezó a enviar material: ahora me llega de todo con el guiño bizarro: muchas noticias, videos, alguna situación rara, pero siempre urbanas”, señala Mogni. Y suma: “Pintando esta serie empecé a detectar que toda la obra habla de la argentinidad, de lo que somos, de la cotidianeidad: cómo nos movemos en los medios de transporte, cómo somos solidarios y si se queda un auto vamos a empujar todos juntos. Y me ha pasado de ver muchas imágenes en las que los que empujan los vehículos son superhéroes: después te enterás de que la mayoría de los que se visten de superhérores y están en las calles salieron por motivos solidarios, para ayudar en un hospital o en un comedor de chicos, y van todos juntos a empujar un auto”.

Spiderman, Batman y Darth Vader empujando un Fiat que se quedó en las calles de Cördoba - Luc Mogni

En este particular registro pictórico del conurbano las imágenes resultan extrañísimas: un hombre transporta en el techo de su auto una descomunal pileta de natación. Luego de publicar la pintura en las redes, el artista recibió un mensaje del protagonista de la foto donde le contaba que trabaja como jardinero haciendo poda en altura: por uno de sus trabajos le pagaron con esa piscina.

“Hay mucha gente que pinta el conurbano y lo aborda del lado de la pobreza. Yo no lo abordo desde la pobreza ni desde la violencia. Trato de rescatar la creatividad que tiene el argentino, la pasión”, afirma el artista. Un contingente de hinchas de Talleres de Córdoba viaja a la cancha en un Ford Falcon cuyo techo lleva una parrilla donde cocinan unos chorizos al tiempo que el auto se desplaza. Los carteles que encuentra Mogni y que lleva al lienzo son elocuentes: “Si era poliamor, avisá antes”; “OJO! Llegó Vero la zorra al barrio la roba maridos de Monte Grande a Temperley”, alertan con un pasacalle a las vecinas del barrio. Un grupo de superhéroes empuja un auto destartalado. Un Spiderman desalineado, lejos del aspecto atlético del amigo de los arácnidos, carga un cajón de cervezas.

Kioscovid y Helado Oscuro, Lucas Mogni

“Mi obra es testigo de la realidad actual. Hoy los barrios y su gente tienen que estar más unidos que nunca, generar redes de ayuda, conectar el arte con el barrio refuerza su cultura y afianza su propia identidad”, dice Mogni, cuya serie en las redes alcanzó éxito rotundo.

Publicista y artista, Mogni tiene el ojo avezado cuando busca comunicar. De la abstracción dio un salto al muralismo: primero integró cuadrillas en las alturas, luego hizo sus propios murales de Babasónicos y de Sandro en Avenida Pueyrredón. Nacido en Avellaneda, estudió publicidad y luego montó su propia agencia con la que realizó campañas para gráfica y para tevé. Vivió en Escobar y en Banfield. Y ahora tiene taller y local abierto al público, donde se puede verlo pintar sus lienzos en Adrogué (Boulevard shopping, local 243, martes, jueves, viernes y sábado de 16 a 20h).

Con acrílico y látex, lo suyo es buscar el ADN del conurbano. Sus imágenes son frescos epocales que condensan pasiones, intereses, situaciones ocurrentes y hasta insólitas: una cosmovisión singular que Mogni rastrea, captura y lleva a sus lienzos. Como en un singular caleidoscopio social, las imágenes se suceden. Un chico que se durmió en el tren y cuya cabeza quedó atrapada en un apoya brazos. Una señora con un carrito de bebé que, en lugar del niño, lleva una caja de cervezas. Una camioneta Toyota desvencijada con la inscripción “Toychota”. Un hombre en el subte se queda dormido sobre un inodoro que traslada. Votantes que cumplen sus deberes cívicos disfrazados de Guasón, dinosaurio, chancho blanco. Lo suyo está cerca de las vivencias cotidianas: son imágenes simples y al tiempo contundentes –con el adicional de surgir en forma colaborativa con quien la envía—, que evidencian situaciones de la vida cotidiana, el trabajo arduo y hasta gestos de solidaridad con desconocidos.

Lukas Alienígena

Los sutiles esgrafiados sobre vidrio de Lukas Alienígena incluyen paisajes de La Matanza y arreglados jardines que los vecinos cuidan en los frentes de sus casas. Cámara en mano, Alienígena fotografía sitios que le despiertan curiosidad o admiración y que luego convertirá en delicados esgrafiados a los que es necesario acercarse para ver a trasluz.

“Ser de una zona donde la mayoría de la gente es obrera marcó muchas cosas en mí –sostiene Alienígena—. Eso determina cómo veo la sociedad, y qué es lo que yo percibo de lo popular, de lo cotidiano y de lo barrial: lo que veo y me interesa que la gente hace en sus frentes, con sus canastos, la estética de los lugares. El barrio y lo que sucede me determinan”.

Con un mix de fantasía y realidad, la artista trans Luna Sudaca lleva al lienzo experiencias personales que la marcaron en Villa Madero cuando salía en grupo, a la noche, para “saciar el deseo”. Sobre lienzo negro del que se usa en el teatro, creó un universo fresco, cautivante, sensual.

Luna Sudaca

En esas pinturas ligadas a su propia vida habitan una amiga suya en la parada del colectivo 92, en Villa Insuperable, cuchillito en mano para asustar a los que la atemorizan con sus palabras. Un amigo de Sudaca duerme tras una fiesta. Susanita Dei es un homenaje a una mujer que conoció en su infancia y cuya familia estigmatizaba. Le dejó huella. “Es una mujer referente contra la transfobia y el odio. Me la cruzaba siempre. Me enseñó desde chiquite qué significaba ser así. Era una mujer trans, una puta del barrio de Villa Oculta que un día dejó de aparecer: le prendieron fuego la casa en la que vivía. Para mí, fue toda una revelación que me explicaran el por qué”, recuerda Sudaca.

Respecto a su experiencia en la ciudad de Buenos Aires, Sudaca señala: “Es diferente cómo me manejo en la calle. Hay algo de impunidad y libertad porteña que es un privilegio. Y que igual no está dado todo el tiempo porque a los putos los siguen golpeando y a las trans las siguen matando en Capital, pero hay algo de libertad de expresión que yo siento que se da más en lo porteño, que en el conur”. Y suma: “Me siento parte del conurbano, tengo su cultura impregnada en mi sociabilidad, en mis jerarquías políticas. Siempre voy a estar teñida por la cultura del conurbano”.

Luna Suaca


Cornubaense se puede ver Galería de Arte Pasaje 17 (Bartolomé Mitre 1559), de lunes a viernes de 13 a 19. Hasta el 31 de agosto. Gratis.