Un hombre de 32 años llevará el apellido del marido de su mamá, a partir de un fallo de adopción plena e integrativa de la Justicia de Familia de Rosario. Se trata de una relación de padre e hijo que comenzó cuando el solicitante tenía 16 años. La idea de ambos de iniciar el trámite judicial tuvo que ver con formalizar un vínculo que los une entre sí y con el resto de la familia. "Han formado realmente un grupo familiar y con afectos manifiestos dignos de ser reconocidos y protegidos", expresa el fallo. La abogada patrocinante María José Mazzei destacó que tienen "un lazo muy fuerte" y se trata de un caso "novedoso" en relación a la edad de la persona adoptada, que ahora llevará el apellido de su padre adoptivo seguido por el de su madre, que fue el que usó desde que dejó de tener relación con el progenitor.
En forma conjunta, padre e hijo promovieron demanda de adopción integrativa con
efectos de adopción plena. Según indica la presentación, el progenitor del joven "se desentendió totalmente de sus responsabilidades parentales, no cumplió con sus obligaciones alimentarias y dejó de relacionarse afectivamente con su hijo. Desde 2006, perdieron todo tipo de contacto".
En tanto, dos años después, cuando el chico tenía 16 años comenzó la convivencia con la pareja de su mamá. "Desde que se conocieron, comenzaron a quererse mutuamente, que se trataron como verdadero padre e hijo. (El hombre) le brindó cuidados y afectos", por lo que el joven considera al marido de su madre "como un verdadero padre por haberlo acompañando en ese rol, tanto desde el punto de vista afectivo como económico". Y destaca que "junto a su madre, ha asumido un verdadero rol parental, cuidándolo y asistiéndolo desde muy pequeño en todos los actos de su vida cotidiana".
Además, la presentación (que cuenta con consentimiento del progenitor, con quien el muchacho señaló que no tiene interés de vínculo, ni recibir bienes de su parte, según publicó Versionosario.com) indica que el muchacho es conocido laboral y socialmente por su apellido materno, ya que desde que su padre biológico se desentendió de él, dejó de usar el apellido de éste". Por todo, expresó que desea modificar su apellido por el del marido de su mamá (se casaron en 2017), con la supresión del apellido de su progenitor de origen, y manteniendo el de su madre biológica, quien además manifestó su conformidad con el pedido del hijo.
La abogada señaló además que se trata de una adopción de integración, ya que el hombre tiene otros hijos, que forman parte de la familia. Además, el tribunal escuchó el relato de familiares y allegados que dieron cuenta del vínculo entablado hace años.
En rigor, lo que plantearon padre e hijo fue "que se reconozca una situación preexistente de vinculación familiar". Por tanto, lo que resolvió la jueza María José Campanella al hacer lugar al planteo fue reconocer "una conformación determinada de la familia ya desarrollada en la realidad".