Una mujer y sus dos hijos que fueron apresados en medio de la conmoción por el asesinato en contexto narco del nene Máximo Jerez resultaron condenados a 2 años y medio de prisión condicional por ocultar el auto Honda Civic que usaron los atacantes. El vehículo se encontró en la casa de esta familia en barrio Godoy. Un vecino vio que lo guardaban en el garaje y avisó a la policía al advertir que era idéntico al auto que habían mencionado en las noticias sobre el homicidio. Al ser detenidos por encubrimiento, los acusados dijeron que lo habían recibido ante un pedido del padre de uno de los muchachos, un taxista detenido en Piñero, que hace dos semanas fue imputado por el mismo delito. El juez Pablo Pinto condenó este martes a Alejandra Fabiana Rodríguez, de 52 años, y a sus hijos Esteban Ezequiel Marengo, de 31, y Gustavo Nicolás Borda, de 22, como coautores de encubrimiento agravado por el delito precedente.
La pena había sido acordada en un procedimiento abreviado entre los fiscales Gisela Paolicelli y Adrián Spelta y las defensoras públicas Daniela Asinari y Florencia Chaumet. A los tres familiares los condenaron por haber ocultado en su casa de calle Campodónico al 3200 el auto usado en el crimen de Jerez, un Honda Civic que se secuestró allí el 6 de marzo, un día después del ataque. Los tres acusados estaban en prisión preventiva desde su arresto y al recibir una condena en suspenso recuperaron la libertad. Deberán cumplir reglas de conducta como fijar domicilio y someterse al control del Patronato de Liberados. Además tienen prohibido mantener contacto con los familiares de Máximo Jerez y los otros tres niños heridos en la balacera del 5 de marzo pasado en Cabal y Pasaje San José. La muerte del nene desató una pueblada en el barrio Los Pumitas, donde fueron reducidos a escombros de tres lugares señalados por los vecinos como búnkers de drogas.