Las ventas en supermercados medidas a precios constantes cayeron 2,5 por ciento en mayo respecto a abril, anotando la segunda caída intermensual consecutiva. Prácticamente no presentaron variaciones en la medición interanual y crecieron 1,9 por ciento en el acumulado del año, según informó el Indec. El consumo en autoservicios mayoristas, que venía exhibiendo una dinámica más saludable que el consumo en supermercados pero también más volátil mes a mes, anotó una caída pronunciada del 4,5 por ciento en mayo. Las ventas en shoppings crecieron 12,5 por ciento respecto a mayo de 2022, lo cual muestra que el consumo se ve menos golpeado en ciertos segmentos de la población.

Dados los altos niveles de inflación muchas familias de clase media y media baja deciden ahorrar acopiando productos como alimentos no perecederos y artículos de limpieza que son más accesibles en los autoservicios. Eso puede explicar que la variación acumulada en los primeros cinco meses del año haya sido 1,9 por ciento en supermercados y 2,7 en autoservicios mayoristas. Además los autoservicios utilizan también el programa Precios Justos en varios de sus productos, algo que inicialmente solo ofrecían los súper e hipermercados.

El comportamiento mes a mes de estas mediciones suele ser más volátil. En el caso de los autoservicios este fenómeno quedó demostrado porque pasaron de crecer 5,3 por ciento mensual en abril a caer 4,5 por ciento en mayo. Mientras las ventas en supermercados retrocedieron 2,5 por ciento en mayo y anotaron así la segunda caída consecutiva.

En ambas cadenas de comercialización los principales productos comprados son de almacén y artículos de limpieza, pero en los autoservicios estos dan cuenta del 72 por ciento de las ventas mientras en supermercados explican el 42 por ciento del total.

Indec también diferencia los principales medios de pago utilizados. Mientras el efectivo fue prioritario en autoservicios, completando el 37,2 por ciento de las operaciones, en el caso de los supermercados primaron las tarjetas de crédito (37,9 por ciento) y de débito (30 por ciento del total).

En cuanto a las ventas en shoppings, que son un indicador de la capacidad de consumo de las clases altas y medias altas, se observó una dinámica más favorable en el quinto mes del año con un incremento del 12,5 por ciento interanual medido a precios constantes, si bien continúan desacelerando respecto de meses previos.

A nivel rubros, el consumo en shoppings se centra en indumentaria, calzado y marroquinería (un 42 por ciento), patio de comidas y kioscos (un 14 por ciento), electrónicos, electrodomésticos y computación (12,2) y ropa y accesorios deportivos (11,7 por ciento del total).