Omar Perotti pareció reaccionar dos días después de las PASO, luego de la discreta cosecha de votos del peronismo en la puja de precandidatos a gobernador, y adelantó que de allí en más se la iba a pasar cortando cintas hasta la elección general. Se supone que con Marcelo Lewandowski al lado. De allí puede inferirse que, antes de irse de misión oficial a India, el gobernador dejó un decreto firmado que se publicó ayer en el Boletín Oficial: abrió la puerta para que el Ejecutivo pueda emitir títulos de deuda que colocará en los mercados bursátiles para hacerse de dinero fresco y poder reactivar así la obra pública que permita esas inauguraciones de campaña electoral. 

"Vamos a tener días permanentes (SIC) de inauguraciones de aquí al 10 de setiembre. Nada de relato ni power point, inauguraremos obras", dijo el jefe del Ejecutivo la semana pasada, mientras los nombres propios de cada sector del frente Juntos Avancemos se reunían en Santa Fe para acordar una estrategia. 

No es el único fin: también antes de las generales habrá que revisar la paritaria del sector público.

Y el instrumento para cumplir con ese propósito se conoció ayer. El decreto N° 0900/23 estaba fechado en mayo, pero ayer se publicó oficialmente con la firma de Perotti y su ministro de Economía, Walter Agosto.

Se trata de una luz verde para emitir Letras del Tesoro de la Provincia por hasta 5 mil millones de pesos o su equivalente en dólares para lo que resta del año y con plazos cancelables a 28 días corridos. Todo, a través del Banco de Santa Fe como agente financiero. 

Nada imprevisto porque esta posibilidad estaba contemplada en la Ley de Presupuesto. Perotti también la tuvo en 2021 pero no la quiso usar. 

En la cartera del hermético Agosto solo aclararon que no hay fecha cierta de emisión de letras. Solo quisieron abreviar tiempos y tener el trámite administrativo necesario ya listo para cuando Perotti dé la orden de salir a los mercados a buscar plata.

El anuncio es bienvenido en el sector empresario y gremial de la construcción, interesado directo en la evolución de la obra pública. La relación había arrancado tortuosa en la gestión Perotti, con dificultades de pago que afrontó con cheques de pago diferido y culpas a la herencia recibida del gobierno socialista.

Luego el Ejecutivo activó cierto esquema de obras con intermitencias en el flujo de pagos hasta acumular una deuda de $12.400 millones a todas las empresas al 31 de marzo. Desde entonces, la mayoría de los obradores provinciales paralizaron su actividad por falta de pago. La situación impactó en 40 mil obreros del sector.

El ministro Agosto acomodó esa deuda y la canceló días atrás con cheques diferidos pero de plazos más cortos. Y en la semana entrante el gobierno estará pagando los certificados de obra de abril.

"La situación sigue siendo preocupante porque en algunas licitaciones las adjudicatarias vienen con retraso en la curva de obra. Pero valoramos la voluntad demostrada por el gobierno", dijo Rubén Llenas, directivo de la Cámara Argentina de la Construcción, delegación Rosario. 

"Siempre planteamos a los gobiernos la validez de apelar a fuentes de financiamiento alternativas, sobre todo en una coyuntura donde se perdió coparticipación y recaudación por la sequía, por ejemplo. De esa manera es menos complicado sostener un cierto nivel de actividad", sopesó.

El programa de emisión de Letras no es la única herramienta que se alistó Perotti para completar su último semestre de mandato. También notificó a Legislatura la intención de modificar una ley que le limita la posibilidad de emitir distintos tipos de deuda de corto plazo. El Senado se pronunció y le modificó el mensaje: en lugar de montos de dinero autorizados, le dio permiso al Ejecutivo de emitir deuda por hasta el 1,1% de los recursos del Presupuesto. Esa corrección parlamentaria se encuentra ahora a consideración de Diputados, que volverá a sesionar en la primera semana de agosto.