Fito Páez quedó envuelto en la polémica por sus dichos sobre Cuba. El músico es el protagonista central de La Habana de Fito, una película documental del director cubano Juan Pin Vilar, que retrata las distintas visitas del cantante a la isla. Allí, además de shows históricos, instantáneas inéditas de Fito y —sobre todo— un diálogo que exhibe el lazo inquebrable entre Páez y Vilar, aparecen tramos en los que el rosarino critica determinadas cuestiones de la burocracia cubana, por caso, la muerte de Camilo Cienfuegos.
Al parecer, según el relato del cantante y del director, esas posiciones derivaron que el film, que iba a exhibirse en salas y festivales, finalmente se vea en la televisión de Cuba sin autorización ni de Páez ni del director. Aquel episodio fue denunciado por la Asamblea de Cineastas Cubanos y criticado por el propio Páez. Pero el revuelo trascendió la discusión en la isla, llegó al país y hasta incluyó un insólito comentario de un troll con rango de CEO: Marcos Galperin.
Una pregunta: ¿qué pasó?
Según el relato de Pin Vilar, La Habana de Fito tenía previsto pasarse en cine, pero se suspendió la exhibición y de allí pasó a la televisión. ¿Por qué? Según Páez porque desde el Ministerio de Cultura "cuestionaron sus opiniones". “Hacen la pasada del documental en TV abierta, de un día para el otro, sin tener la autorización de Juan Pin (Vilar), que es el director, sin tener los derechos musicales, ni mi permiso para pasarlo. Entonces eso se convierte en una provocación”, comentó Páez, ante El Toque, un medio digital de España. Y agregó que que le hubiera gustado “tener realmente una discusión al respecto” sobre los motivos por los cuales la película se pasó por TV, “como lo haría un intelectual o una persona ligada seriamente a la vida estatal”.
Según contó el rosarino al medio español, en Cuba no habrían caído bien sus dichos sobre Camilo Cienfuegos, uno de los líderes de la Revolución de 1959, muerto en un accidente de aviación pocos meses después de haber triunfado sobre la dictadura de Fulgencio Batista. “Intentan instalar la idea de que Juan Pin me manipula para que yo diga lo que digo allí, que son dos cuestionamientos”, aseguró. “En una discusión que yo tengo con parte de la juventud comunista de aquellos años, les planteo: ‘Muchachos, tienen que investigar esto’. No podés repetir la letra de lo que te dicen, sobre todo si no tenés pruebas empíricas”, apuntó sobre las sospechas de cómo fue la muerte de Cienfuegos. Los opositores a Fidel Castro plantearon que no fue un accidente, aun cuando Cienfuegos, en su última aparición pública, había manifestado su lealtad al gobierno revolucionario.
“El otro episodio fue el de los tres fusilamientos, en el año 2003″, señaló sobre los pasajes cuestionados en la película. Se refería a la sentencia contra balseros que habían secuestrado una embarcación para irse de Cuba. "Yo me pronuncio contra la pena de muerte, aquí, allá y en cualquier lado, no le tengo que pedir permiso a nadie”, añadió.
La frase que más resonó fue, quizás, su referencia al bloqueo que mantiene Estados Unidos con Cuba. "Ya pasaron 64 años, caballeros", dijo Páez frente al micrófono de El Toque. Así el cantante relativizó la asfixia económica que deriva de la decisión norteamerica de evitar el comercio exterior de la isla, al apuntar contra "la burocracia cubana" de mantener un sistema "en favor de su propia vanidad". También recordó que estuvo "del lado de Pablo Milanés, peleándose con todos los burócratas" y definió al músico fallecido en 2022 como un "hermano".
El reclamo de artistas y el trolleo en redes
El hecho de que el film no se exhiba en las salas y festivales y sólo se pase por la TV pública, llevó a que la Asamblea de Cineastas Cubanos (ACC) denunciara "un acto de censura" y que más de 500 artistas repudiara la decisión del gobierno cubano.
De acuerdo al comunicado que publicaron en Facebook, los cineastas cubanos aclararon que nunca hubo una información pública sobre la suspensión de las proyecciones pautadas en distintas salas y repudiaron que en la transmisión televisiva no haya sido invitado el director sino dos representantes de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.
Tras el reclamo de los artistas, el Ministerio de Cultura citó a los representantes de la ACC para dar su posición sobre lo ocurrido con el film. Y según el relato de los cineastas, la explicación de los funcionarios públicos fue que existían "bases legales tomar ese tipo de acciones en situaciones excepcionales". Los directores volvieron a repudiar el accionar gubernamental.
Pero la discusión excedió a las fronteras espaciales: de Cuba a Argentina y del cine-debate a las redes sociales. En este último lugar, donde el contexto y el respeto por las ideas distintas queda minimizado por las fake news, las agresiones suelen ganan mayor repercusión. Por eso mismo, cuando uno pone el buscador de Twitter "Fito Páez Cuba", lo primero que figura es este ataque del CEO con corazón de troll, Marcos Galperin.
La historia de amor entre Fito y La Habana, la otra cara del film
Juan Pin Vilar contó en estas horas que conoció a Páez cuando tocó en Cuba en 1987 y que el origen del documental fue la muerte de Santiago Feliú, uno de los grandes artistas de la isla. "Siempre que coincidimos en Cuba o en el extranjero hemos estado juntos, es decir, nos vemos casi todos los días y se convirtió en una relación de más de 30 años, hablamos de todo en la vida", contó en diálogo con Radio Con Vos. Según explicó, tras la muerte de su amigo en común, ambos deciden grabar algunas conversaciones para contarle a sus nietos “cómo habían sido sus vidas”. Ese material luego se convertiría en un documental.
Por fuera de los dichos que generaron reacción, el film repasa el particular vínculo de Fito con el país centroamericano. Su primera visita, en el festival de Música Popular de Varadero del 87' —por invitación de Milanés— representó para el cantautor argentino "un salvataje total". Es que solo un año antes, sus únicos dos familiares que aún vivían -una tía y su abuela- eran brutalmente asesinadas en la ciudad de Rosario. Sin aquella oportunidad de contacto con el pueblo cubano, en aquellos años, reconoce Fito, él no sería el mismo.
Las imágenes del documental también recuerdan las cien mil almas que se hicieron presente en la Plaza de la Revolución en diciembre de 1993, para la presentación de El Amor después del Amor. Y, por supuesto, "Habana", la canción que Fito le dedicara a la ciudad que tuvo su estreno en el Parque Lenin, en 1997. Fue un concierto en solidaridad con los enfermos del SIDA que organizara Pablo Milanés, y al que también se sumó un tal Joaquín Sabina. Están también sus shows más actuales, por caso, en octubre de 2014 (Festival de Música Leo Brouwer) y en junio del 2016 (concierto de cierre por el treinta aniversario del fonograma Giros) en el Karl Marx.
Según el portal especializado Oncubanews, el proyecto La Habana de Fito obtuvo para su realización uno de los apoyos económicos de la segunda edición del Fondo de Fomento del Cine Cubano. Pin Vilar contó con la colaboración de Ricardo Figueredo y Josué García (producción), Raúl Prado (Fotografía), Marian Quintana (edición) y Velia Díaz de Villalvilla (banda sonora).