El cadáver de un hombre fue encontrado en la mañana de ayer en barrio Las Flores en el extremo sur rosarino, un lugar de casas precarias y calles de tierra que serpentean entre basurales, en un asentamiento conocido como "Ciudad perdida". El fiscal de Homicidios Alejandro Ferlazzo aseguró que el cuerpo hallado “tenía al menos seis heridas de arma de fuego” y agregó que la víctima fue “ejecutada” en el lugar en horas de la madrugada, pero que los vecinos no llamaron en el momento “por temor a involucrarse”. El caso guarda una similitud con el crimen del lunes en la zona de Sorrento y Garzón: entre las prendas de los cadáveres no se encontró documentación personal, por lo que se deberán llevar a cabo medidas para identificarlos.
El cuerpo fue hallado boca abajo sobre un pastizal que está a metros de una línea de ranchos ubicados en Lirio y España, cerca de un camino que conecta con el camping de Recolección y Barrido de Rosario. Los vecinos dieron aviso al 911 y cuando llegó el Comando Radioeléctrico junto con personal del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias observaron que la víctima tenía múltiples heridas de arma de fuego.
La escena del crimen fue preservada por la Policía de Santa Fe hasta la llegada del fiscal Alejandro Ferlazzo, que se encuentra de turno durante la feria judicial, y del gabinete criminalístico. El cuerpo será enviado al Instituto Médico Legal para la realización de la autopsia.
El fiscal de Homicidios aseguró que “los vecinos escucharon disparos y no quisieron dar aviso. Fue ejecutado en este lugar, tiene muchos impactos de arma de fuego, al menos seis en zonas vitales, en el cráneo, en el pectoral y en las piernas”, comentó Ferlazzo en conferencia de prensa.
Para el encargado de esclarecer el caso, el hallazgo de vainas servidas al lado del cuerpo da un indicio de que el homicidio fue en el mismo lugar, en un terreno donde hay casas de construcción precaria y un basural. “No sabemos si es del lugar o si lo trajeron. En este lugar hubo ruidos, corridas y los disparos”, dijo sobre la base de testimonios tomados hasta el momento.
El fiscal remarcó que la escena del crimen de este martes es similar a la del lunes en la zona de Sorrento y Garzón. Las víctimas eran hombres, de edad estimada entre 20 y 30 años, tenían impactos de bala y no se les encontró documentación personal. En ese marco, convocó a quienes “tengan indicios” de acercarse a Fiscalía o al Instituto Médico Legal para averiguar si conocen a alguna de las dos personas asesinadas.
Consultado sobre la cantidad de horas que pasaron desde que los vecinos oyeron los tiros y llamaron al 911, Ferlazzo expresó: “Los vecinos tienen temor. Hay casas cercanas al lugar del crimen. Ellos manifestaron temor a salir, a llamar, a involucrarse”. Escucharon varios disparos a la 1 de este martes. “Nadie se asomó, todos nos quedamos adentro”, comentó una vecina a Canal 3.
Por su parte, el comisario Diego Santamaría, jefe del Comando Radioeléctrico, aseguró que la víctima “era muy joven”. Agregó que no tenía documentación y que los vecinos que lo vieron dijeron no conocerlo.
El cuerpo hallado en barrio Las Flores se suma a una intensa lista reciente: hubo al menos un crimen por día desde el viernes en el Gran Rosario, con al menos 160 casos en lo que va del año en toda la jurisdicción.
El lunes el cuerpo de un hombre joven fue hallado en un basural situado debajo del puente Sorrento, a la altura de Sorrento y Garzón, en la zona norte de Rosario. La víctima, que permanece sin ser identificada, tenía cuatro heridas de arma de fuego en el tórax. Ese asesinato, también investigado por el fiscal Ferlazzo, tiene la particularidad de que ningún vecino aseguró conocer a la víctima, a quien no se le encontró documentación entre sus prendas, por lo que se intentará saber quién era por medio de una pericia dactiloscópica.
Entre los asesinatos ocurridos en los últimos cuatro días está el de Gonzalo Sebastián Contreras, un adolescente de 16 años que fue acribillado de once tiros el domingo por la noche en el interior de una casa de construcción precaria de Magallanes y Rafaela, de barrio Ludueña, donde funcionaba un punto de venta de droga.
La División de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal incautó nueve vainas servidas calibre 9 milímetros en la escena del crimen. A la víctima le incautó en su pantalón un arma calibre .380 con numeración limada y 14 cartuchos. Según las primeras tareas investigativas, el arma que le secuestraron a Contreras ya había sido disparada en al menos una balacera reciente en la zona noroeste de Rosario.