La mujer del General/ a los gorilas les cae mal/ A la limosna del mayoral/ la cambia por ayuda social”. Así comienza la canción “La Jefa Espiritual”, el tema de la banda marplatense Científicos del Palo que integra el disco “La histeria argentina” y que pone a Evita en el escalón más alto de los próceres populares de la historia de nuestro país.

El conducir es una ciencia/ y Evita es la providencia/ Su fundación no hace beneficencia/ dignifica la carencia/ La Justicia Social/ empata al marginal/ Vale lo mismo un villero/ que un magnate ganadero”, continúa diciendo el tema del trabajo con el que el trío que actualmente integran por "Pepo" San Martín, Ángel Greco y Carlos "Popete" Andere repasó 200 años de historia argentina a través de 16 canciones que comienzan en la Revolución de Mayo y termina con una oda a los primeros años del kirchnerismo. También hay ediciones posteriores que incluyen una versión del Himno Nacional Argentino a modo de Bonus Track.

Además de una obra conceptual con características inéditas para la historia del rock argentino, ese disco fue el que catapultó a Cinetíficos del Palo al reconocimiento masivo, el que les permitió cruzar los límites del público germinal para acercarlos a nuevos segmentos de audiencia y abrió las puertas de nuevos espacios. Eso le brinda a la obra una significancia mayor, porque si hay algo que no suele suceder en el mundo de la música nacional es que los trabajos más ambiciosos se terminen convirtiendo en los más recordados por las mayorías. Por lo general, quedan relegados a esos espacios que se reparten entre vitrinas de coleccionistas y rincones de melómanos. Con “La histeria argentina”, por suerte, lo contrario.

Eran tiempos en las que las relecturas del pasado argentino representaban uno de los temas de conversación cotidiana más novedosos del escenario nacional. Las recordadas celebraciones del bicentenario de la Patria, en 2010, habían logrado abrir el camino para que las nuevas generaciones se abracen con la historia y el ejercicio de la memoria en sentido amplio volvía a enamorar también a los más grandes. El Estado había hecho lo suyo, y el debate sobre el devenir histórico nacional se replicaba en canales de televisión abierta, programas de radio, libros, diarios, revistas y los por entonces novedosos canales digitales.

“La histeria argentina”, entonces, encajó justo con un clima de época. Pero la historia de la banda había comenzado mucho tiempo antes y ya había marcado su rumbo en una dirección en la que el camino podía hacer imaginar su desembocadura.

Las líricas cruzadas por sus inquietudes sociales y políticas estuvieron presentes desde el primer momento, aunque el formato para ir dando forma a los trabajos iba a ir mutando hasta llegar a la obra conceptual del 2013. Con un sonido que siempre estuvo atada a la idea de power trío con una influencia muy marcada de Divididos, las letras que contemplan críticas a la realidad social, mediante descripciones crudas y una indubitable toma de postura empiezan a asomar con “Ante todo.. buenas tardes”, el disco debut del 2004, que experimentó una rotación que se concentró originalmente por el circuito marplatense. Para “Indigencia y distancia”, editado tres años más tarde, el sonido fue profesionalizándose y, de la mano de mejores herramientas técnicas a la hora de la grabación, aparecieron las versiones más rabiosas, y el estilo más rockero del grupo.

En el 2010, editaron “Gorilophrenia” y todo el trabajo de los primeros años se plasmó en un anticipo concreto de lo que iba a suceder años más tarde. El nombre mezcla el término “gorila” con el título del disco “Quadrophenia”, la ópera rock que el grupo británico The Who publicó en 1973. Para entonces, los marplatenses habían logrado hacerse fuertes en el circuito rockero de la Ciudad de Buenos Aires y empezaban a mezclarse con las bandas más reconocidos de la escena emergente del país. Casi como una ramificación de un mismo tronco estilístico, el camino que los había empujado a espejarse en Dividios para comenzar a crecer, se encontraba con Eruca Sativa y juntos creaban formaban una especie de muralla de contención que les sirvió a ambos tríos para afirmar las bases y crecer a la par.

En una entrevista con el Suplemento NO de Página/12, que salió publicada no casualmente el 17 de octubre de 2013, “Pepo” San Martín decía abiertamente: “Cuando terminamos de grabar 'Gorilophrenia', que es un disco re punk en su concepto, vino el quilombo de la 125, del conflicto con el campo, y quisimos colaborar desde ese lado. Venimos del rock, que es el templo de la imbecilidad, donde la crítica más elevada al político es que se ríe de un afiche y nunca se nombra a nadie. Esa cosa inocente de que el rock no debe meterse en política... me da ganas de ponerme una panchería”.

En ese universo empezó a crearse “La histeria Argentina”. Así lo contaba el cantante y principal compositor de la banda: “En este disco le ponemos nombre a la Rural, a los medios y a la Iglesia. Sobre todo le damos a la clase media y esa cosa cipaya de que todo lo que roce lo nacional debe ser eliminado y se debe mirar hacia Europa o cualquier imperio, porque nosotros somos incivilizados. Defender al Estado es defenderse a uno mismo. Estar a favor de una corporación es defender una cosa a la que le chupás un huevo. Lógicamente, después está la construcción del poder y cómo se gobierna, y hay jugarretas espurias que uno no quisiera. El concepto de dignidad siempre fue mucho más caro que ser una colonia. Yo estoy a favor de defender un proyecto que incluya, antes de ser una colonia. Mientras la clase media siga bancando ese pequeño estado de confort permanente, no hay futuro”. Todo demasiado claro.

“La histeria argentina” fue editado de forma independiente, y viene acompañado por un libro que hace las veces de manual y a lo largo de 80 páginas acompañas las letras con una línea de tiempo y recupera los términos específicos de cada época que sirven para contextualizar y enriquecer las historias en las que se reivindican personajes y hechos histórico, a la vez que se condena y se cuestiona abiertamente a personas e instituciones que durante una buena parte de la historia del país fueron consideradas intocables. Todavía hay quienes así lo creen. El “librito”, además cuenta con prólogos de Felipe Pigna y Hernán Brienza, e incluye la bibliografía utilizada como material de estudio para la composición.

Es nuestra Jefa Espiritual/ despierta el odio clerical/ Traduce la voz gremial/ al obrero abrazo maternal/ En la plaza, dolorida/ lágrimas de despedida/ La razón de su vida/ una clase desvalida”, dice la canción dedicada a Evita, que ocupa un lugar especial entre los personajes rescatados de la historia según Científicos del Palo, la banda que sacudió la cultura rockera del siglo XXI ocupando las listas de reproducción predilectas de los escuchas referenciados en el universo nacional y popular. Los pueblos originarios, Manuel Belgrano, José de San Martín, Juan Manuel de Rosas, Juan Domingo Perón, Néstor y Cristina Kirchner, aparecen en ese recorrido, casi inaugurando su presencia en la narrativa rockera autóctona.

Y que viva el amor/ que muera el cáncer traidor/ Vale lo mismo un villero/ que un magnate ganadero/ las alpargatas que los libros/ Tu vida dejaste en jirones/ volverás y serás millones/ Tu vida dejaste en jirones/ volviste y hoy sos millones”, cierra la canción que se eleva con una musicalidad épica que se ensambla a la perfección con el texto que la acompaña.