Debido al creciente consumo problemático y de adicciones a sustancias psicoactivas, sobre todo en la población de adolescentes y jóvenes, se conformó en Joaquín V. González, ciudad ubicada 250 kilómetros al este de la capital provincial, una mesa intersectorial que lleva cuatro reuniones en las que se están definiendo líneas de acción para trabajar una situación que ha desbordado a las familias e instituciones locales. En tanto, un grupo religioso se ofrece a poner en funcionamiento una casa de día.
La cuarta reunión se realizó el jueves pasado. Participaron la secretaria de Salud Mental de la provincia, la asesora de Incapaces de J. V. González, una psicóloga del hospital local, personal de Atención Primaria de la Salud, directores de instituciones educativas, una concejala, personal policial, entre otrxs.
La asesora de incapaces, María Susana Zenzano Poma, explicó a Salta/12 que las mesas intersectoriales surgieron porque en el área de salud mental del Hospital Oscar H. Costas, de Joaquín V. González, cabecera del departamento Anta (que tiene 5 municipios), realizaron estadísticas y se encontraron con que "subió de forma exponencial el consumo de paco y pasta base".
Por este motivo el psicólogo Carlos Vivas y la psicóloga Laura Medina, del hospital público, "como habían visto el aumento de consumo de sustancias psicoactivas convocaron a la mesa intersectorial para ver cómo podemos dar solución o tratar el tema", explicó la asesora.
Zenzano Poma indicó además que faltan profesionales de la salud mental porque lxs psicólogxs "están desbordados", en el hospital de Joaquín V. González. Y lo mismo pasa en Las Lajitas, donde hay otro profesional que asiste a usuarios de ese municipio y también de los cercanos como Apolinario Saravia y General Pizarro.
Consumo problemático y adicción al alcohol
La asesora explicó que con la secretaria de salud mental, Irma Silva, están definiendo varias líneas de acción para abordar la problemática. Una de ellas será la conformación de un grupo de alcohólicos anónimos, "es muy importante, tiene buenos resultados (en otros lugares)", consideró.
"El alcohol está naturalizado y a raíz del consumo excesivo y problemático se dan situaciones de violencia y abuso (...). Existen muchísimas familias con ese consumo crónico", indicó.
Según lo que se expuso en las reuniones de las mesas, la asesora explicó que desde el hospital detectaron que el consumo problemático o adictivo de alcohol, se da mucho en los sectores del campo, donde los trabajadores rurales trabajan toda la semana y "en el descanso consumen mucho para relajarse y se hace un consumo crónico". Esto conlleva que "las familias se destruyen (...) y es la puerta de entrada para otros consumos problemáticos", señaló.
La secretaria de Salud Mental Irma Silva dijo a Salta/12 que su propuesta es conformar grupos "G. I. A" para abordar el consumo excesivo del alcohol. "No hay muchos en el país. La experiencia latinoamericana es importante", aseveró. Explicó que en estos espacios se trabaja con las personas afectadas y sus familias.
Ante la falta de psiquiatra en instituciones sanitarias públicas de la zona, Silva indicó que prevén ir resolviéndolo con un programa de "telesalud" que implementarán en distintos lugares del interior provincial. Además, destacó que el abuso del consumo de alcohol "es un tema de Latinoamérica", pero también se da mucho en la región norte de Argentina. "Nuestro norte es muy consumidor", sostuvo, e indicó que esto está relacionado "con hábitos y culturas".
Adolescentes y sustancias estupefacientes
Zenzano Poma indicó que además del alcohol en la zona creció el consumo de pasta base, paco, pegamento y marihuana. En base a los casos que llegan a la asesoría, dijo que alrededor de un 20% de sus actuaciones tienen relación con esta problemática, ya que involucra a adolescentes, sobre todo "entre los 14, 15, 16 y 17 años".
La asesora indicó que por esta problemática recibe a muchas familias afectadas en su oficina, que se acercan a requerirle contención y en J. V. González como en el resto del departamento Anta faltan recursos e instituciones que se aboquen a esta temática para que pueda derivarlas.
Falta de recursos
Los únicos y pocos lugares de asistencia que hay en la provincia, están en Salta Capital, pero desde el interior a las personas afectadas les cuesta acceder, "porque son de escasos recursos las familias que padecen estas situaciones".
Zenzano Poma dijo que cuando envió a personas a la oficina de adicciones en la ciudad de Salta donde les atienden por orden de llegada y deben hacer filas "les dicen que tienen que ir a entrevistas psicológicas tres veces por semana, no les facilitan un lugar para quedarse. No es viable". "Tienen que hacer tratamiento ambulatorio, pero son del interior, no tienen los ingresos para ir, quedarse, pagar la comida, es muy difícil", manifestó.
Asimismo, señaló que la desintoxicación se está haciendo en el Hospital de Joaquín V. González, donde se dispone internación "por varios días", se realiza el acompañamiento psicológico (no hay médicx psiquiatra) por lo que cuando se requiere esa atención se hace la derivación al profesional del hospital público de Metán que es el más cercano. En la localidad hay psiquiatra en un centro médico privado pero el gran problema para las familias pobres es que no pueden pagar las consultas y tratamientos.
También se hacen derivaciones al Hospital público de Salud Mental Miguel Ragone, de la ciudad de Salta, pero la asesora indicó que también es muy difícil conseguir camas.
"Tiene que haber una decisión propia", para que el tratamiento funcione, resaltó Zenzano Poma. Dijo que cuando se trata de menores de edad, el juez puede pedir un tratamiento psicológico, pero "para que haya adherencia tiene que ser voluntario, si no no hay éxito". También señaló que los tratamientos requieren que se trabaje en la autonomía y de forma progresiva y "se respeta la libertad en la medida de lo posible".
En los casos infancias y adolescencias, interviene en Anta la jueza de familia, y también se da intervención a la Secretaría de Primera Infancia, Niñez y Familia de la provincia y deciden si tiene que adoptarse "una medida de protección excepcional cuando los internan en hogares o tratan de fortalecer vínculos", dijo la asesora.
Sensibilización y Casa de día
Por su parte, Silva consideró que "hay que trabajar sobre grupos bien focalizados, con cuestiones anticipatorias". Explicó que se debe distinguir entre consumo problemático y adicciones, el primero no necesariamente deriva en lo segundo.
"Se va a trabajar en sensibilizar porque después no llegan a los centros de salud", señaló. Puso énfasis en la necesidad de trabajar con las familias, "porque de nada sirve trabajar de forma clínica cuando vuelven a sus lugares a tener los mismos problemas". En las reuniones surgió la propuesta de un grupo cristiano "carismático" que quiere trabajar y administrar una casa de día.
La concejala Julieta Nieto, quien participa de ese grupo, presentó un proyecto de resolución en el Concejo Deliberante planteando la necesidad de "brindar colaboración de manera interinstitucional y social "al proyecto Casa de Ayuda Peniel a cargo del Centro Carismático de Joaquín V. González".
Nieto dijo a Salta/12 que el pastor Daniel Corbalán participó de la creación de un espacio similar en Orán. Contó que "las familias lo llaman constantemente" pidiendo ayuda, y desde que empezó a hablar de la problemática de las adicciones y consumos problemáticos también está desbordado.
"La gente está desesperada por la situación que vive con los hijos que se van de la casa, les venden las cosas, a su vez, hay depresión e intentos de suicidio de los chicos". "Da pena que exista esta problemática tan agudizada", añadió, aunque consideró "bueno" que se esté viendo el problema y no se lo niegue. Por otro lado, advirtió que no hay políticas públicas para abordarlo.
"La comunidad necesita contención social, apenas hablás con la gente te das cuenta de lo que está pasando", expresó. También señaló otras situaciones del contexto, "no hay trabajo, tienen problemas en la casa, hay violencia, muchos problemas familiares, separaciones, fallecimientos de padres, desgranamiento de las familias. Está todo incluido, violencia de género, abusos, hay hacinamiento, no pueden alquilar porque no les alcanza y viven con características precarias muchas familias en una".
El mayor problema de la propuesta de Casa de Día es el inmueble. Una vecina del barrio San Antonio, populoso y con muchas de las problemáticas mencionadas, ofreció una casa en comodato, pero sólo por cinco años y requiere arreglos edilicios y infraestructura importantes porque estaría con riesgo de derrumbe.
Nieto contó que el grupo religioso ya viene haciendo reuniones domingo de por medio en ese barrio, y realizan actividades como meriendas con niños y conversaciones con las madres "entablando una relación con el barrio". La concejala también es docente e indicó que muchas de las problemáticas se ven también en el colegio, y hay deserción desde los 14 años.
Hasta ahora el Estado no ha ofrecido ningún inmueble ni hacerse cargo de la asistencia a las personas con adicciones o consumos problemáticos.
Zenzano Poma consideró que la municipalidad tendría que disponer un lugar pero desde allí les dijeron que "no tenían ningún inmueble para ofrecer". Dijo que por ahora el municipio se comprometió a asistir a las reuniones en las que se firmarán "acta acuerdos" y ofreció sólo el espacio de un comedor para las reuniones.
Venta de drogas
En las reuniones también participan autoridades de la Unidad Regional 5 y la Comisaría local. Años antes el consumo y la venta de drogas no autorizadas no era algo habitual. Ahora "hay muchas bocas de expendio", dijo la concejala Nieto en base a lo conversado con policías, quienes "dicen que hacen lo posible". "Se los notó interesados. Están buscando auxilio. Están en problemas", consideró.
"Tanto la justicia, la seguridad, la parte comunitaria, la parte de salud está desbordada. Estamos tratando de ver si uniéndonos podemos hacer algo", dijo Nieto.