Luego de la presentación del proyecto de Emergencia en Violencia de Género en el Congreso nacional la semana pasada, la organización Mumalá busca llevar el debate sobre la situación de muertes violentas de mujeres a la Legislatura provincial. "No hay buenas o malas víctimas, estamos en un compromiso para que el Estado pueda resolver esta situación de violencia que en el Gran Rosario tiene una modalidad especial", dijeron sobre los casos cometidos en contextos de economías delictivas, que se suman a los femicidios íntimos. Según relevaron desde el Observatorio Mujeres, Disidencias y Derechos de la organización hubo 15 hechos relacionadas con las violencias urbanas en lo que va de 2023, en Rosario. "El Estado debe dar una respuesta amplia en relación a la violencia y casos en estos contextos", plantearon.
Datos del observatorio dieron cuenta que "desde el 1° de enero se cometieron 151 femicidios en Argentina (213 muertes violentas de mujeres e identidades feminizadas), y en la provincia se agregan asesinatos por otros motivos que no son el odio de género, sino conflictos territoriales que terminan en situaciones por los que las mujeres también somos asesinadas", dijo Gabriela Sosa, directora ejecutiva de Mumalá y precandidata a diputada nacional por Santa Fe, en conferencia de prensa.
En ese sentido, apuntó a la importancia de un "presupuesto que pueda dar cuenta de esta problemática y en qué debería usarse ese dinero. Hay diferentes propuestas. Vamos a presentar un proyecto de Emergencia en Violencias hacia las Mujeres en la provincia de Santa Fe", sostuvo.
Por su parte, Sofía Botto, también referente de Mumalá y candidata a concejala de Rosario, agregó que la situación que se vive en el departamento Rosario es "de 16 femicidios en contextos de criminalidad organizada, 15 en la ciudad de Rosario. Están relacionadas con el delito de narcotráfico. Solamente encontramos un hecho en situación de robo", planteó sobre los datos relevados. Uno de esos casos fue el crimen de Valeria Nasca, que ilustra esta nota, ocurrido en mayo pasado.
En ese sentido, sostuvieron que "estas 15 mujeres fueron asesinadas y fueron parte de los eslabones más débiles de las cadenas. Las víctimas en esto son de sectores populares. Las mujeres quedan vinculadas a la dinámica del delito, porque muchas veces hay una búsqueda de subsistencia económica, o porque hay varones de su entorno detenidos, o porque en un enfrentamiento quedan en el medio. De toda la cadena de narcotráfico, éste es el eslabón más precario, por eso apuntamos a alertar para empezar a abordarlo e impedir estas situaciones". También indicaron que hay casos que se dan en "situaciones de venganza con algún varón, por el que las mujeres terminan asesinadas". Y apuntaron a "visibilizar en datos de qué fenómeno estamos hablando, cómo era su entorno, que conflictos tenían, y otras cuestiones".
Otro dato que dio Sosa tiene que ver con que los informes de femicidios íntimos dan cuenta de que "los hechos suceden dentro del domicilio de las víctimas o el las parejas y exparejas, mientras que las muertes violentas de mujeres en contexto de criminalidad, aparece con mayor frecuencia (un 37,5 por ciento de los casos relevados) en la vía pública. Esto tiene una dinámica específica".
En relación a les hijes que quedan sin madres, plantearon que "esos datos raramente aparecen cuando se habla de las víctimas en contexto de criminalidad, y eso tiene que ver también con una responsabilidad del Estado con esas víctimas", planteó Botto. Sosa sumó que "en el tratamiento de los casos suele haber una carga extra vinculada a la estigmatización".
En tanto, en el total de los casos relevados de este año "los asesinatos se dieron con armas de fuego, lo que es otra modalidad particular de este contexto, tanto en balaceras como en ataques directos", mientras que "en la mayoría de las situaciones hay más de una persona como victimaria, y en algunos de los casos se hirió además a otra persona". En estas situaciones "no hay victimarios identificados, por la modalidad de los ataques; a diferencia de lo que pasa con los femicidios íntimos, que suelen ser del entorno y están identificados" los autores.
Como parte de la prevención de estos hechos, apuntaron a "llegar antes a las situaciones, que haya una red para resguardar la vida de las mujeres". Y plantearon la idea de "llevar al Concejo Municipal una propuesta para la creación de programas de becas y laborales para mujeres de todas las edades que buscan subsistencia".