Provincia y empleados públicos vuelven a reunirse en mesa paritaria. El Gobierno llamó ayer a los sindicatos estatales y docentes a reanudar este lunes la negociación y discutir aumentos salariales. 

Para el caso de los maestros, tienen un piso de expectativa no menor a 50 por ciento de aumento para este segundo semestre, incluso hasta arriman un 60% como posibilidad para no solo empardar el ritmo inflacionario sino recomponer además el poder adquisitivo del sector. 

Los estatales no adelantan números por ahora, pero sí coinciden unos y otros en que le pedirán al Ejecutivo que reinstale la cláusula gatillo como modo de actualización automática del salario, en caso de que la economía se recaliente, inflación y elecciones nacionales mediante. 

En la Casa Gris, por ahora, se limitan a expresar deseos de que "los salarios puedan ubicarse por encima de la inflación, como hemos cumplido en 2021 y 2022". En lo que el Gobierno no confirma es en la posibilidad de replicar la cláusula de garantía. "Durante la primera parte del año hemos tenido una cláusula de actualización que funcionó y hemos llegado a fines del mes de julio sin ningún conflicto que tuviese como epicentro al salario. No descarto que podamos seguir utilizándolo en esta segunda parte del año. Vamos a ir a la negociación sin ningún tipo de preconcepto o dogmatismo. Todos los instrumentos posibles van a estar sobre la mesa y van a ser utilizados en función de los acuerdos que vayamos logrando a partir de las conversaciones que vamos a mantener”, dijo ayer el ministro de Trabajo, Juan Manuel Pusineri.

Los trabajadores provinciales están por culminar los aumentos pactados a comienzo de año, y que totalizó un 49% en el semestre: 22% en marzo, 10% en mayo, y 8% en julio. Este último tramo es el que incorporarán al sueldo que cobrarán en los primeros días de agosto. 

"La paritaria debe revalorizar el salario y no solo correr de atrás la inflación. Queremos superarla a fin de año, como logramos el año pasado. Así que el total del semestre tendrá que sumar entre 50 y 60% de aumento. Más cerca del 60 que del 50 si queremos mejorar el poder adquisitivo", avisó el secretario gremial de Amsafé, Paulo Juncos. 

El gremialista docente anticipó que la puja no quedará en asentar porcentajes fijos. "Es difícil predecir lo que pasará en los próximos meses, elecciones mediante, posible cambio de gobierno. Pensamos entonces en un esquema de recomposición salarial para agosto que compense lo perdido en el primer semestre", adelantó. En sus cálculos, el 49% de aumento acumulado hasta aquí quedó entre 8 y 10% por detrás de la evolución de precios.

El plan que llevará Amsafé el lunes será lograr algún margen extra por encima de la previsión inflacionaria, de manera de poder recuperar poder adquisitivo en la docencia. "Estamos pensando en un esquema de revisión de cláusula gatillo mensual o bimestral, hasta diciembre. Y que en cada tramo haya algún punto porcentual por encima de la evolución inflacionaria. Debemos pensar en cómo mejoramos el poder adquisitvo, no solo ir detrás de la inflación. No podemos ir siempre así, a sabiendas de que el número sobre el que discutimos también es bastante falso porque ese porcentaje que nos marca la cancha no es la realidad de la inflación del consumo de un trabajador donde casi el 100% de su salario se va en alimentos, alquiler, vestimenta y transporte, y son los rubros que más inciden en la inflación", planteó Juncos.

En la misma sintonía opinó Martín Lucero, titular de Sadop Rosario. "Creemos que el piso de incremento debe ser 50 por ciento en adelante, como para estimar el 8,3 u 8,5 de inflación mensual promedio", dijo. Y de la misma manera, también señaló la intención de "volver a pautar la cláusula gatillo, que opera como garantía. Si la economía se desmadra, no se pierde tanto", valoró en diálogo con Rosario/12.

Los estatales de ATE y Upcn serán los primeros en sentarse a la mesa paritaria, convocados para las 11 del lunes. El titular de ATE, Jorge Hoffmann, se abstuvo de precisar porcentajes de aumento pretendidos, y en cambio definió: "Vamos con la idea de llegar a fin de año con el salario que no esté por debajo del índice de inflación. Incluso unos puntitos más arriba aunque no nos alcance lo que hemos perdido en la administración anterior, pero al menos sostener el poder adquisitivo", dijo.

"No estamos en condiciones de fijar un porcentaje de acá a fin de año por la incertidumbre que implica la inflación. Una alternativa sería iniciar el segundo semestre con un porcentaje de aumento significativo, y luego proceder a la revisión que podría ser automática conforme a los índices de inflación. Es decir, la cláusula gatillo o un índice de recuperación salarial", agregó. Y adelantó que le planteará al Ejecutivo que los tramos de aumento parcial sean más cortos. "Así el trabajador gana en mejor previsibilidad, y el gobierno se libera de la discusión permanente de política salarial que lo expone a conflicto", ofreció.