El objetivo de “Alabadas” es provocar una conversación, una indagación profunda sobre el lugar de las mujeres en la vida pública, privada y empresarial, aquel que muchas veces nos es vedado por portar cartel de masculino.
Muchas veces, sin darnos cuenta, ingresamos en un espiral de pispeo de la vida de lxs otrxs en Internet. El zapping moderno es un recorrido por Instagram Stories que nos muestra algo tan real como lo hacía un merodeo por la televisión: mucho de ficción y poco de realidad. Escapar a la tiranía de la hipercomunicación es elegir qué ver y “Alabadas” nace con esa idea: una mirada de mujeres sobre mujeres. “El sitio surge en un momento bisagra en el que tomamos protagonismo, ampliando la mirada de lo que significa habitar un mundo tan patriarcal” describen.
De allí el nombre, alabar, admirar, apreciar el camino de otras mujeres desde el punto de vista de la inspiración. “Queremos provocar una conversación sobre lo que significa vivir en este mundo aun machista” explica Jorgelina Albano, su creadora, para contar una historia que viene gestando en su cabeza y experiencia desde adentro: “Nace a partir de veinte años de trabajo en el desarrollo de cultura organizacional y de ver cómo las mujeres se sentían menos que los hombres y se enfrentaban a dilemas que ellos no tenían, ni tienen”. Algo de eso hay cuando a las mujeres se les exige mayor conocimiento para un mismo puesto en relación a un hombre, aunque ganen un 27 por ciento menos en la misma actividad.
Por eso “Alabadas” trabaja para reflejar conciencia sobre cultura laboral, estereotipos de género y violencias varias. “Es también una propuesta para las empresas cuyo objetivo es acelerar la diversidad de género sin hacerse demasiadas preguntas sobre lo que significa ser mujer, lesbiana, trans o travesti” dice Albano con el objetivo de desarrollar este tipo de mensajes a medida para difundir el concepto principal. En diálogo con Las/12, analiza la imagen de la mujer en las redes: “Hay un grupo grande de mujeres luchando para aportar diferentes miradas, otro grupo que postea su vida con imágenes de sus hijos, de cosas que hacen y que se muestran haciendo en la vida diaria y que no queda muy claro que posición tienen al respecto. Y después veo otro grupo completamente consustanciadas con el estereotipo de mujer impuesto que permanentemente muestra el cuerpo y que compite con otras por el hombre como un bien mayor”.
A poco más de dos meses de haber sido presentado, “Alabadas” tuvo buena repercusión en la red, con 3.000 vistas por capítulo y miles de vistos y compartidos en Facebook, además de repercusiones concretas como mensajes de lectoras. Allí se pueden ver las historias de la primera temporada, como si fuera una serie de Netflix, pero en la vida real. Cada capítulo está conformado por una historia con un perfil profesional, edad e historia particular de cada una. Ingresando a alabadas.com encontrarán a Gabriela Terminielli (vicepresidenta de Voces Vitales Argentina), Teresa Costantini (Directora, guionista y productora), Margarita Stolbizer (diputada nacional), Narda Lepes (chef), Juana Viale y Dolores Fonzi (actrices), María Noel Vaeza (directora de la División Programas ONU), Agustina Ayllón (abogada, fundadora y presidenta de la Fundación Infancia), Graciela Naum (diseñadora y creadora de su propia marca de indumentaria), Luciana Peker y María O’Donnell (periodistas) y Lala Pasquinelli (artista plástica y creadora de Mujeres que no fueron tapa), entre otras. La primera temporada incluye veinte capítulos que se presentan semanalmente y ya se proyecta una segunda temporada de estos microrrelatos para que Internet esté habitado de historias que sumen recursos en vez de restar.