La periodista Veronica Ocvirk presentó su nuevo libro Desechos, el drama de la basura donde analiza qué tiran los argentinos y a dónde van los residuos a lo largo y ancho del país. Por AM750 adelantó algunos puntos claves del ensayo. Entrevistada por Victor Hugo Morales, explicó que el libro tiene su origen en la curiosidad que le daba su propia relación con el tema: “Me llamaba la atención la bolsa de basura que tiraba todos los días, que era tan grande, que no sabía a dónde iba”.
En este sentido, explicó que a dónde va la basura depende de cada municipio, ya que en esta instancia recae la responsabilidad. Y señaló que en el caso de la Ciudad de Buenos Aires y alrededores, los residuos van a parar al relleno sanitario de José León Suárez que gestiona el CEAMSE.
En sus propias palabras, “el relleno sanitario es una obra de ingeniería superimportante donde se aísla la tierra con un nylon muy grueso, se colocan caños para sacar los jugos de la basura, se van tapando las capas de basura con tierra para que no se llene de animales y se gestiona el gas, porque los orgánicos generan muchos gases”.
Y está la segunda alternativa de los municipios: “La otra opción es el basural a cielo abierto. Que es tirar la basura en un terreno donde no se hace nada. Hay muchísimos, se habla de 5.000 en el país. Tenemos 2.300 municipios en Argentina”.
“Si miramos por población, existe relleno sanitario. Si miramos por cantidad de municipios, hay más basural a cielo abierto. Pero es difícil de clasificar, porque hay mucho basural clandestino. El relleno sanitario es carísimo. Y en municipios medianos es complicado”, afirmó.
Finalmente, explicó cómo se compone la basura que tiran los argentinos: “Hay estudios, el último de Buenos Aires de 2015, que señala que hay un 50 por ciento de residuos orgánicos, restos de comida. Luego, hay un porcentaje de plástico, cartones, metales”.
Luego, añadió: “El reciclado viene aumentando, pero es depende de la infraestructura que hay en cada ciudad. El problema es que los containers no terminan de ser una buena política en el sentido de que se tiran muchos impropios en el contenedor. Sería mejor una recogida puerta a puerta o pensar otros sistemas”.
En este sentido, finalizó pidiendo que los cartoneros sean mejor remunerados por su importante labor: “Si uno mira la función que cumplen en cuanto a aprovechamiento de esos materiales, el monto de lo que reciben es mucho menor a lo que reciben los camiones que pasan a buscar lo que no es reciclable. Creo que se puede ser mucho más audaz en la política de integrarlos”.