El 18 de abril de 2015 Manuela Ponz salió de un bar del barrio porteño de Colegiales. Caminaba llorando hacia la parada de colectivo para volver a su casa porque su amiga se había quedado con algunas pertenencias, cuando un taxi se acercó hacia ella para ofrecerle acercarla a su domicilio. Minutos después, la joven se quedó dormida y fue violada por el conductor del vehículo, Tito Franklin Escobar Ayllon. Este miércoles por la tarde, luego de 8 años prófugo, Escobar Ayllon fue detenido en la ciudad boliviana de El Alto.
Quién es Tito Franklin Escobar Ayllon y qué sucedió el 18 de abril de 2015
Manuela Ponz, en ese entonces de 20 años de edad, fue abordada la noche de abril por un taxista que manejaba y se ofreció llevarla hasta su domicilio en la esquina de Avenida Federico Lacroze y Olleros. Según el relato de la víctima, a las pocas cuadras se quedó dormida y se despertó cuando el hombre se hallaba sobre ella y ya le había sacado la bombacha.
Manuela intentó persuadirlo de que no la violara diciéndole que era VIH positiva, no obstante el criminal se colocó un preservativo, la violó y la dejó abandonada en la esquina de Artigas y Arregui.
Luego del hecho, la Justicia detuvo a un taxista como supuesto autor de la violación, pero horas después fue liberado por orden del juez de instrucción Gorostiaga, a cargo de la causa, tras una diligencia en la que la víctima no lo reconoció.
Manuela, finalmente, participó de una rueda de reconocimiento fotográfica ante el fiscal Eduardo Cubría, en la que reconoció a Escobar Ayllón, de nacionalidad boliviana, como su presunto abusador.
Escobar Ayllón abandonó al poco tiempo del hecho su domicilio en Sarandí, que compartía con su esposa Alejandra, quien luego lo señalaría como el autor del delito. El taxi fue encontrado días después en la casa de su padre, en Balvanera, pero el hombre ya se había dado a la fuga.
"La mala víctima", el libro de Manuela Ponz
En 2015, la vida Manuela cambió para siempre. Luego del brutal hecho que sufrió, cambió la carrera de teatro y Ciencia Política por la de Derecho, con la idea de encontrar herramientas “para cambiar un poquito el sistema”, según contó en una entrevista.
Además, al poco tiempo comenzó un blog en el que escribía y canalizaba el trauma que tuvo que sobrellevar. "Crónica de la Mierda" de a poco se fue materializando en el libro que lanzó en 2022 llamado "La Mala Víctima", donde reflexiona sobre la revictimización a la que quedan sometidas las mujeres atacadas, la violencia de género y la inacción del Estado ante una situación como la que le tocó vivir.
Manuela afirmó tiempo después que, luego del episodio vivido, tomó la decisión de dejar de ser una víctima: reconstruyó su vida, tuvo un hijo y publicó un libro, aunque nunca dejó de buscar a su victimario al punto de ir hasta Bolivia siguiendo una pista, pero nunca lo halló.
“El libro fue un cierre de ciclo; me sirvió para liberar cosas que no podía poner en el habla. Es una bitácora del dolor que tuve que atravesar y es, sobre todo, una crítica al Estado, a todas las herramientas con las que cuenta y no usa y a la falta de voluntad política. Es clave que estemos en la agenda de quienes nos representan. No nos permiten salir de ese espacio de víctima”, explicó Manuela.