El mejor kofté
Por fuera, una delgada capa hecha con carne y trigo bulgor; por dentro, un relleno de carne picada, cebolla y especias. Se llama michugov kofte ($4340) y es uno de los platos principales que ofrece Nani, un restaurante de cocina armenia familiar ubicado en Villa Crespo. Y es una delicia: jugoso, sabroso, adictivo; gran ejemplo de una gastronomía rica que se hizo fuerte en Argentina gracias a las distintas corrientes migratorias que vinieron al país desde el Medio Oriente en los últimos 100 años.
La de Nani es una de las mejores propuestas de esta cocina en Buenos Aires, con una carta completa y personal, sumando además un local bien puesto, cómodo, luminoso de día, más íntimo de noche. Detrás está Natalia Demirdjian, nieta de armenios, para quien esta gastronomía es parte de su infancia y herencia. “Hacemos la comida de casa”, dice. Le falta agregar que se trata de una casa donde realmente saben cocinar.
Hay de todo, desde los clásicos de siempre a sorpresas bienvenidas. De los típicos platos de picada fía (entre $1400 y 1600) están los hummus, tabule, lavan, babaganush y otros. El sarma frío se envuelve en hojas de parra importadas de Armenia (“mucho más tiernas que las que conseguimos de Mendoza”, explica Natalia). Y entre los principales, en invierno cotizan alto los mante (pequeña pasta rellena servida con caldo, $4540), el arroz pilaf a la manteca con pollo y fideos cabellos de ángel crocantes; también platos sin carne como el mushettere (trigo burgol, lentejas y cebollas rehogadas, $2240) o los merjimek kofte, unos bocados de arveja especiados. Y no importa la fecha del año: una especialidad de la casa son los shish kebab, como el de cerdo o el de carne picada (ambos, $4450). Cocinados al horno, salen con fuerte carga de especias y tiernos, ideales para acompañar con el delgado pan lavash que hacen en el lugar.
El menú sigue con más ejemplos, incluyendo una gran oferta de dulces como la baklava de pistachos o el mamul con nueces y canela ($1060). Un lugar ideal para ir de a muchos y probar varias cosas; o para ir varias veces y convertirse en habitué.
Nani Cocina Armenia queda en Gurruchaga 1088. WhatsApp: 11-3410-6814. De martes a sabados, 12 a 15.30 y 20 a 23.30; domingos sólo mediodía. Ig: @nanicocinaarmenia.
Las alturas asiáticas
Abajo, el Mercat de siempre, con locales de comida como Remo, Koi, Lado A, Brocca, Polanco, La Tortillería y otros. La novedad empieza subiendo las escaleras: en apenas un par de metros el mercado cambia de rostro y de estética, convirtiéndose en un precioso callejón asiático, con lámparas de papel, grandes carteles en japonés, murales, gatitos neko y varios etcéteras. Con curaduría de Sergio Asato, su idea fue armar un espacio donde convivan distintas culturas. “Quiero que puedas ir a Mercat y te den ganas de quedarte una hora o dos; que comas algo pero que también puedas pasear, encontrarte con gente, conocer la cultura asiática”, explica.
Aún en construcción, la flamante propuesta ya muestra su hilacha con locales como el de La Fábrica de Nerds (con merchandising en 3D de cultura pop de series), también Keki Coffe & Manga (donde comprar o leer mangas y comics) y Sculpture Mask con venta de máscaras tradicionales japonesas y de animé artesanales.
La cocina sigue siendo protagonista: en esta primera etapa se sumó Harajuku, especializado en sandos (tremendos sándwiches japoneses en pan de molde): el clásico es el katsu sando ($3500, con milanesa de cerdo) y vale la pena el gyu sando ($4000), con 150 gramos de bife de chorizo apanado en panko, mayonesa de wasabi y salsa tonkatsu. Más económico y éxito juvenil son los hattogu de Puppo, panchos rebozados con ingredientes a elección (desde fideos secos a cereales, panko o nachos, entre otros) y salsas también a elección, entre barbacoa, picante, cheddar, mayonesa y más (muy contundentes y polémicos, van de $2000 a $2400).
Hay más: ahí está Gangnam Express con golosinas asiáticas; Amo mi Matcha con pastelería y bento box; y un segundo piso fiestero, con bar de soju (destilado de arroz) y música a todo volumen hasta la madrugada.
La propuesta se está afinando: lo mejor es ir un fin de semana, cuando se suman puestos itinerantes de cocineros amigos como los chicos de 10 recetas japonesas, Un aplauso para la cocinera, Naiara Murúa y otros. Un corazón asiático en la planta alta del Mercat en Villa Crespo.
Mercat queda en Thames 747. Horario: martes a domingos de 11 a 20 (jueves, viernes y sábados hasta la 1). Instagram: @mercatvillacrespo.
Se agrandó la brochette
Gran noticia para los amantes de Tori Tori, ese mínimo local ubicado en Recoleta (pero donde el barrio ya no parece esa Recoleta que todos imaginamos), especializado en brochettes japonesas cocinadas a la parrilla: tras varios años de rechazar comensales por falta de lugar, Tori Tori dio el paso que debía dar: alquiló el local contiguo y triplicó así su capacidad, sumando además una nueva parrilla, con el mismo formato angosto y rectangular de la anterior, pensada específicamente para la cocción de este plato, con un brasero al medio.
Más allá del cambio, la magia sigue intacta: un menú acotado con varios combos y algunas sorpresas (como el kare invernal, un curry japonés que acá hacen desde cero, sin premixes ni pastas, combinando doce especias distintas, pollo a la parrilla, papas y zanahoria, servido en bowl con arroz blanco a su lado, $5500).
Tori significa pollo y esta proteína es la especialidad de la casa: hay brochettes (entre $800 y $900 cada una) de muslo de pollo con kimchi, de pechuga con ciruela japonesa y wasabi, de alitas con sal y limón, entre otras. Una de las más ricas es la de albóndigas de pollo, bien jugosas y sabrosas; también las de hígado, las de piel de pollo y las de huevo de codorniz, una delicia. También hay de carne vacuna (una de lomo y verdeo algo aburrida; otra de cerdo con miso que es fantástica) y de hongos portobello rellenos de queso.
Con cinco brochettes por persona, sumando algún onigiri previo (un triángulo de arroz relleno que funciona como un sándwich, hay de cerdo y miso, de bonito seco, de algas, de ciruela, de atún y mayonesa, todos $1000) se hace una cena completa que bien podría estar comiéndose en un puestito callejero de alguna perdida ciudad de Japón. Tori Tori es uno de esos lugares que, a fuerza de voluntad de sus propietarios, mucho corazón y tenacidad en una propuesta real y respetuosa de sus orígenes, se convirtió en un símbolo de una cocina llegada del lejano oriente.
Tori Tori queda en Ecuador 1175. WhatsApp: 11-6172-7151. Horario de atención: lunes a sábados de 19 a 23. Instagram: @toritori.yakitori.