Sin el ánimo de hacer un análisis definitivo ni único, se pueden expresar algunas cosas sobre las PASO en Santa Fe y en particular en Rosario.
Se dice, generalmente, que varios candidatos que se presentan dentro de un mismo espacio ayudan a atraer más adhesiones. Eso es muy discutible. Dentro del Frente de Todos (aunque con otro nombre en la provincia) fueron cuatro candidatos a gobernador y eso, en lugar de sumar, dispersó fuerzas, y confundió mas al electorado. Los resultados están a la vista, 26 % de los votos obtenidos entre todos. Sin propuestas claras, sin estrategias comunes, sin discurso, disputándose espacios pequeños y separados, no se consigue ningún resultado positivo.
El candidato de Cristina (así se presentaba) no paso el 15 %, el candidato de La Corriente (Agustín Rossi), no paso el 10 y el gobernador Perotti nada hizo por ninguno de los candidatos. Incluso les retaceó ayuda económica para la campaña. Es decir que esa dispersión de candidatos no asegura nada más que empiojar la cancha.
Sin tratar de encontrar justificaciones, pero si para conocer todo lo que había alrededor de la elección hay que considerar también: *no hubo en todos los casos propuestas, ni programas, ni ideas que mostraran una visión amplia de lo que significa gobernar una provincia como Santa Fe, solo algunas consignas vacías, gastadas y de dudosa resolución. *La baja participación de votantes. *Sin tener cifras definitivas se dijo que el voto en blanco podía llegar al 9-10 %. *En todos los espacios hubo profundas divisiones, lo que produjo un sinnúmero de listas, candidatos. *Los oficialismos, en todos los niveles, no pueden mostrar muchos logros en la gestión. *La derecha o los que sueñan con liquidar el peronismo, fueron mayoría y el eje en todos los casos era la eliminación del kirchnerismo.
Frente a estas realidades que nos deja este proceso electoral, habría que suponer que muchos actores están hoy analizando autocríticamente lo sucedido, debido a lo negativo de los resultados y sobre todo por lo criticable del accionar de los distintos candidatos. El presidente del PJ de la provincia dijo: “Cada uno hizo la suya, y algunos no hicieron nada “. Si se quieren revertir estos guarismos, habría de poner las barbas en remojo mientras queda algo de tiempo.
La cara opuesta, o al menos diferente, es la elección de Intendente en Rosario, el triunfo de Juan Monteverde (Ciudad Futura, espacio político nuevo, joven y de inserción territorial) en alianza con el Movimiento Evita propone una nueva alternativa frente a lo archiconocido del peronismo disperso y ante el oficialismo social-liberal del actual intendente.
Disputar la intendencia rosarina después de 50 años en manos de radicales y socialistas no es poco y más aún si los que disputan son parte de un movimiento joven, progresista y arraigado en barriadas populares de la ciudad.
Ese podría ser el nuevo espacio que ofrezca esperanza a miles de rosarinos que están hartos de la dispersión, los negocios, y la soberbia de algunos postulantes. Es una alternativa diferente, que será puesta en cuestión si llega a la intendencia y que cuenta con adhesiones y simpatías del llamado campo nacional y popular. Está por verse si podrán cumplir con las expectativas que han sembrado estos años.
De todos modos, todo el espectro anti peronista, antipopular se volcara a apoyar al actual intendente por su reelección, la disputa será entre ellos y los que pretenden cambiar al menos un parte de la realidad de la ciudad.
El panorama es complejo, alentador en parte, pero estas Paso muestran que la influencia mediática del poder real va en crecimiento día a día, no solo en el mensaje sino a través de sus propios hombres de carne y hueso. Hoy en el Concejo rosarino hay más de 6 concejales que provienen del periodismo, mayormente de los medios hegemónicos.
Se presentaron varios más en esta elección, veremos si llegan, los dos candidatos de senadores provinciales por rosario son jóvenes periodistas, con ideas de periodistas de medios hegemónicos.
Ya no disimulan, ya ponen los hombres, no solo las ideas. El electorado cambió políticos por periodistas o ex jugadores de futbol para que los representen y eso no es malo, lo malo son las ideas que representan. En general se identifican con el poder, los medios hegemónicos y las ideas de la derecha neoliberal y retrograda.
¿Serán, estos, los síntomas de lo nuevo? ¿Para esto se busca cambiar?
Los sectores nacionales y populares no salen fortalecidos, las opciones mediáticas-derechizadas se imponen, eso es lo central a combatir, lo demás es pura cháchara.
Héctor Marinángeli