El Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Volker Türk, instó a Israel a tener en cuenta a los manifestantes que protestan contra la controvertida reforma judicial, horas antes de realizarse una nueva movilización en las calles de Tel Aviv.
"Insto a aquellos en el poder a tener en cuenta los llamamientos de la gente que participa en este movimiento, gente que ha confiado en los valores duraderos de una independencia judicial", expresó Türk a través de un comunicado. A inicios de semana, el Parlamento israelí aprobó una cláusula clave de la reforma judicial impulsada por el Gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu. La llamada cláusula de "razonabilidad" limitará la capacidad de los jueces para anular las decisiones del gobierno que consideren "irrazonables". Los críticos temen que la reforma socave la democracia al eliminar los controles y equilibrios sobre el ejecutivo.
Las protestas fueron apoyadas por todos los estratos políticos y sociales, tanto de izquierda como de derecha, grupos seculares y religiosos, activistas por la paz y reservistas militares, así como trabajadores manuales y del sector tecnológico. Los opositores acusaron a Netanyahu, quien está siendo juzgado por corrupción, de querer usar esta reforma para anular posibles juicios en su contra. El primer ministro negó estas denuncias.
No tienen "derecho al retorno"
Mientras tanto, la tensión entre Israel y Palestina continúa. El representante de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, señaló ante el Consejo de Seguridad del organismo que los refugiados palestinos no tienen "derecho al retorno", porque tal cosa pondría en peligro la existencia del Estado israelí.
Según él, los palestinos sufren obstáculos para regularizar su situación administrativa o laboral en los países árabes donde se encuentran --son millones en Líbano, Siria y Jordania-- porque en el fondo se alimenta en ellos la idea de que un día regresarán a Palestina. "Pero voy a ser claro: No existe tal cosa como el derecho al retorno: la demanda de retorno de millones de descendientes de refugiados (equivale) a una demanda de borrar el derecho del pueblo judío a la autodeterminación, y eso nunca ocurrirá", advirtió.
Sin embargo, y aunque Erdan no lo mencionó expresamente, sí existe una Ley de Retorno --para los judíos-- emitida en 1950, poco después de la creación del Estado: establece que todo judío en cualquier parte del mundo tiene derecho a emigrar a Israel y reclamar la ciudadanía. La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) tiene bajo su protección a 5,9 millones de personas, mientras que la población de Israel asciende a 9,17 millones de personas.
Provocaciones y muertes
El ministro de Seguridad Nacional de Israel, Ben Gvir, visitó este jueves la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén con motivo de la fiesta del ayuno de la Tisha B'Av y para reclamar el "dominio" de Israel sobre el lugar. "Este es el lugar más importante para el pueblo de Israel, donde tenemos que volver y mostrar nuestro dominio. En este día, en este lugar, siempre es importante recordar: todos somos hermanos. De derechas, de izquierdas, religiosos, laicos", afirmó Ben Gvir en declaraciones recogidas por el diario israelí 'Yedioth Ahronoth'. Y añadió: "Todos somos el mismo pueblo. Cuando un terrorista mira por la ventana, no distingue entre nosotros ni nos separa. La unidad es importante, el amor a Israel es importante".
Denuncia de Hamás
El movimiento islamista Hamás que gobierna en la Franja de Gaza, denunció a través de un comunicado que "las masivas y continuas incursiones de colonos y ministros del Gobierno del enemigo sionista son una peligrosa escalada de la guerra religiosa que libra la ocupación (israelí) contra Jerusalén y la bendita mezquita de Al Aqsa". Por su parte, el ministerio de Exteriores palestino condenó la visita de Ben Gvir, a quien tildó de "fascista", antes de subrayar que "fue una cobertura oficial a las continuas incursiones y los planes para judaizar la mezquita de Al Aqsa y cambiar la realidad histórica y legal".
Según ese "statu quo" vigente desde 1967 cuando Israel ocupó la parte este de Jerusalén donde se ubica la Explanada, el recinto está reservado exclusivamente al culto de musulmanes, mientras que los judíos solo pueden entrar como visitantes, porque las leyes judías prohíben a sus fieles orar en el lugar más sagrado para ellos, algo solo permitido a algunos rabinos. Por eso, el rezo judío se practica en el Muro de los Lamentos en uno de los laterales de la Explanada.
En paralelo, la muerte de palestinos crece día a día. Un joven de 14 años murió este jueves por disparos del Ejército israelí durante una redada militar en la ciudad cisjordana de Qalquilia, informaron fuentes oficiales palestinas. El día anterior ya había muerto otro palestino de 23 años en otra redada y otros tres el martes por disparos del Ejército contra un grupo que operaba en la ciudad de Nablus, bastión de milicias palestinas en el norte de Cisjordania.