El camarista Javier Beltramone resolvió que la exhibición de una bandera con los rostros de tres líderes de la banda narco Los Monos, desplegada durante la despedida de Maxi Rodríguez no configura el delito de intimidación pública. A partir de esta posición desestimó la acusación contra Cristian David Ayala, un hombre vinculado al Sindicato de Camioneros de Rosario que había sido imputado por el traslado de la misma, quien seguirá detenido por 90 días por entender que participa de una asociación ilícita y por tener en su poder un arma en forma ilegal. En buen romance, aunque lo dice en su fallo,  como la gente no salió corriendo del estadio asustada, en medio del partido, no hubo intimidación pública. 

Según el camarista "la exhibición de la bandera, generó un sinnúmero de interpretaciones que fueron posteriores en el tiempo y que significaron aportes de analistas específicos, a fines de desentrañar qué había detrás del fuerte mensaje, uno en tantos. Y es que, el mensaje aludido debe contener la admonición de delitos de peligro común, acontecimientos luctuosos o cualquier suceso que tuviera la virtualidad de generar tumultos, desórdenes o temor en un número indeterminado de personas".

A modo de ejemplo, el camarista recordó que "el propio gobernador de la provincia expresó públicamente ante la prensa que pensó que se trataba de un homenaje a 'La Fiera' Rodríguez. De vital importancia en orden al tipo penal que se ensaya, es referir que no hubo en todos los asistentes al evento deportivo ninguna manifestación inmediata, directa, clara y precisa que a consecuencia de dicha exhibición hubieren sentido una intimidación de modo tal que hubiere ocurrido un masivo desplazamiento de personas, por ejemplo, o que hubiesen dejado el estadio, o en su caso, una alarma social que cuanto menos en la celebración —desplegada la bandera- hubiere comportado una reacción de tal magnitud que provoque su interrupción, de modo cuanto menos evidente y apreciable en el tiempo".

Lo que si reconoce Beltramone es que "la bandera al desplegarse tenía como objeto -posiblemente- mostrar el poderío de una banda sobre otra. Y ello sólo podía ser advertido por quienes están involucrados, sea como miembros de las organizaciones criminales, los que las investigan y algún que otro periodista especializado en la materia".

Beltramone también le bajó el precio a una escucha telefónica presentada como prueba:  es la que hablan “Guille” Cantero y su presunto ladero Leandro “Pollo” Vinardi –detenidos en Marcos Paz y Ezeiza, respectivamente– analizándola como un elemento que no da cuenta con precisión cuándo se pretendía desplegar la bandera.

En tanto el camarista confirmó, en paralelo, la imputación por asociación ilícita y la prisión preventiva dictada en orden al delito de miembro de la Asociación ilícita y tenencia ilegítima de arma de fuego de guerra en el carácter de autor. Para el juez, Ayala contribuyó a una "finalidad criminal".

"Como reseña la Fiscalía, se ha probabilizado que el financiamiento de la bandera se ha obtenido mediante dinero ilícito de la asociación de la banda criminal de la que se diera cuenta (...) Su conducta lo muestra con conocimiento y cumple órdenes de alguno de los miembros de la asociación criminal. Esto coloca a Ayala como parte de un eslabón necesario", consideró Beltramone en un segundo apartado.

Finalmente el camarista señala que “Ayala despliega la bandera para su filmación, hecho que corrobora la tarea encomendada por quienes están privados de su libertad y lamentablemente cuentan con todos los medios tecnológicos a su disposición. Luego, la lleva al estadio y la retira, por lo que no otra cosa cabe concluir, en el sentido de justipreciar de que el mismo ha colaborado con varios aportes que, tal como en el caso en concreto, si bien no constituyen por sí mismas acciones típicas del delito de intimidación pública, contribuye a una finalidad criminal”.