Del 33% es la diferencia de ingresos laborales entre la población general y las personas indígenas, en perjuicio de éstas últimas. También en esta brecha las mujeres afrodescendientes son quienes reciben los ingresos más bajos de la región, versus los varones no afrodescendientes, que perciben los más altos. “La discriminación étnico-racial se refleja en el mundo del trabajo y distingue géneros”, expresa un nuevo informe de Grow - Género y Trabajo, para su campaña #Reflejosdeladesigualdad, que reflexiona sobre el acceso a oportunidades y derechos.
“Las personas afrodescendientes e indígenas enfrentan múltiples barreras para superar las desigualdades en el mercado laboral -subraya-, las cuales se relacionan con la discriminación étnico-racial que las descalifica a ellas pero privilegia a otras.” Escenario que según la organización empeora en América Latina, donde “se da la mayor brecha de género en los ingresos laborales”. En la región viven 134 millones de personas afrodescendientes y 55 millones de personas indígenas que enfrentan grandes desigualdades: “Las personas afrodescendientes e indígenas están sobrerrepresentadas en empleos de baja calidad y ganan 40% menos que el resto de quienes trabajan". Por caso, “un hombre blanco con menos de 3 años de educación gana 2,5 veces más que una mujer afrodescendiente", detallan informes de Cepal/UNFPA de 2020, y BID/BM de 2022.
La incidencia de estas desigualdades revela, además, que la brecha de ingresos entre las personas indígenas y no indígenas es del 63% para los varones indígenas y del 74% para las mujeres indígenas. Desde comienzos de 2023, la Campaña Grow - “Reflejos de la desigualdad”, analiza el impacto de las inequidades en los diferentes ámbitos de la vida, “habilitando una conversación sobre nuestros privilegios y su impacto en nuestras trayectorias. Se trata de hacer visible lo que muchas veces perdemos de vista”.
Más información: generoytrabajo.com