El juicio es contra el exoficial de Inteligencia de la Gendarmería Nacional Eduardo Alfredo Britos, integrante del Escuadrón 24 Chilecito de La Rioja. Britos fue también jefe del IRS (Instituto de Rehabilitación Social), una cárcel que funcionó como Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio. 

El juicio reúne a 36 víctimas, entre ellas Wenceslao Pedernera, dirigente del Movimiento Rural Cristiano y colaborador del obispo Enrique Angelelli. Ambos fueron beatificados por la Iglesia Católica, al igual que los sacerdotes Carlos Murias y Gabriel Longeville. El ex gendarme pasó dos años prófugo de la Justicia argentina hasta que fue extraditado desde Paraguay en 2011 para ser juzgado. Britos ya fue condenado en 2013 por otros crímenes.

El proceso en el que intervienen los jueces José Camilo Quiroga, Juan Carlos Reynaga, Mario Eduardo Martínez y José Fabián Asís -como sustituto-, tiene como objeto tres causas que tramitaron por separado y en las que Britos está imputado como autor mediato en el homicidio calificado de Pedernera; como autor mediato en privación ilegal de la libertad, tormentos, allanamiento ilegal y delitos sexuales en hechos que involucran a 42 víctimas, y como miembro de una asociación ilícita. Asimismo, también se le imputa la imposición de tormentos agravados respecto de Paschetta y Bofelli. En representación del Ministerio Público Fiscal interviene la responsable de la Fiscalía General ante el TOF y la Unidad de Derechos Humanos de esa jurisdicción, Virginia Miguel Carmona, junto al fiscal general Rafael Vehils Ruíz.

Este viernes 28 se realizará la octava audiencia en la que se tomará declaración a 4 de los 62 testigos de la causa entre los que se incluyen también a algunas víctimas sobrevivientes. En esta oportunidad se van a recolectar los testimonios de Azucena De La Fuente, Luis Alberto Gomez, Aimal Higo Ricardo y Lucila Maraga de Gómez. 

En las primeras audiencias brindaron testimonio la familia de Wenseslao Pedernera incluyendo a su viuda Ramona Cornejo de Pedernera y sus hijas Susana, Estela y Maria Rosa que presenciaron el asesinato ocurrido hace 47 años. 

Últimas audiencias

En la 8va audiencia realizada el 30 de Junio Mabel Martínez, Francisco “Paco” D' Alteroche y Juan Aurelio Ortiz describieron con sus testimonios el contexto de persecución que se vivía en aquella época en la provincia. Mabel, de pequeña vivió en carne propia el miedo que atravesaba a quienes brindaban resguardo a los curas perseguidos que solían albergar en su casa. Por su lado D' Alteroche contó por qué terminó en el exilio, y cómo vivieron la persecución en aquella época. "A Angelelli se lo atacaba permanentemente para desprestigiar, éramos sistemáticamente desacreditados en nuestra labor", relató Paco, mientras detalló los horrores vividos en aquella época, su persecución y la de la pastoral. Ortiz, autor del libro "El Angelelli que yo conocí", explicó el conflicto con las cooperativas, y cómo se hostigó a quienes las impulsaron. 

A principios de julio, antes de la feria judicial, se realizó la 9na y la 10ma audiencia en la que se juntaron testimonios históricos de los juicios Estrella y la causa Angelelli, con lo de distintos sobrevivientes que contaron en primera persona las torturas padecidas de la mano de Alfredo Britos. El miércoles 5 de Julio se incorporaron en la causa los testimonios de Rafael Sifré, Antonio Puijane y Carlos Julio Guzmán de los registros de las causas Estrella y Angelelli. En ellos consta la persecución sistemática a la pastoral de Angelelli. El viernes 7 de julio los testimonios graficaron cómo fue Britos y cual fue su rol durante el gobiernos de facto. 

En esa última audiencia, sobrevivientes relataron las torturas practicadas por Britos en en voz propia. Inicialmente el cura Manuel Romero, amigo de Pedernera de la parroquia de Sañogasta, expresó que "Descargaron en su cuerpo toda la bronca que nos tenían". Dijo que Britos era "el mismo terror". Que todos sabían que controlaba a la policía, y era un torturador "vox populi".

Le siguió el testimonio de Jorge Raúl Maza, quien fue detenido y torturado en varias oportunidades porque buscaban un mimeógrafo que se utilizaba para hacer apuntes en la Universidad donde él estudiaba. Describió el sadismo de Britos y al ser consultado sobre la violencia que pudo conocer hacia las mujeres, contó que era conocido por la violencia física hacia ellas. El testigo se quebró en el momento de contar como escuchó a Britos torturar a su hermana Ada Maza.

Hugo Vergara en su testimonio reforzó este mismo relato contando un episodio de violencia sexual del que fue testigo una noche que le tocó coincidir en el galpón al donde torturaban a los detenidos del IRS. Relató en detalle la forma en la que otros compañeros fueron torturados: "a Sosa lo trajeron destruido", "con Godoy estaba ensañado porque era tartamudo". Dijo que Britos "era un capataz que violentaba hasta a los guardacárceles. No respetaba nada, pasaba todos los límites, creo que estaba convencido de que el gobierno de facto no iba a terminar jamás".