Los productos importados que llegaron sin parar pusieron en jaque la producción y las ventas de la fábrica Botiquines Marinelli, una histórica firma de la ciudad de Venado Tuerto que el miércoles no abrió sus puertas. Los 30 empleados que llegaron a trabajar, se encontraron con una cadena y un candado que les impedía el ingreso. La decisión empresarial fue cerrar la planta por 15 días y adelantar vacaciones de todo el plantel de empleados. La empresa tiene 40 años de trayectoria y se dedica a la fabricación de botiquines, sanitarios, muebles de madera para baños y tapas de inodoro. Desde que la Nación autorizó la apertura masiva de productos importados, la competencia con la mercadería proveniente de China complicó la situación.