Las acciones de Google subieron casi 10 por ciento en los últimos cinco días y registraron una ganancia del 50 por ciento en lo que va de este año. La tecnológica global es una de las grandes ganadoras por el furor de la inteligencia artificial. Los inversores de Wall Street consideran que su liderazgo en desarrollos con modelos de redes neuronales junto a sus miles de millones de usuarios son un combo perfecto de rentabilidad.

La semana pasada, el gigante de Internet publicó sus balances, con resultados que estuvieron por encima de las expectativas. Los ingresos trimestrales se ubicaron por arriba de los 56 mil millones de dólares, y los negocios en la nube fueron uno de los segmentos de más ganancia.

Para los próximos meses, se espera que Google lance nuevas funcionalidades basadas en inteligencia artificial en una amplia gama de productos. Desde mejoras en su chat de lenguaje natural hasta funciones para redactar en forma automatizada los correos de Gmail. Con todo esto, la tecnológica recibe cada vez más apuestas a mediano y largo plazo de los inversores.

La principal contracara de la suba extraordinaria en el precio de las acciones de las grandes corporaciones globales es el riesgo de impacto de estos nuevos desarrollos en el mercado laboral. Distintas consultoras e incluso bancos de inversión empezaron a estimar los efectos para el mundo del trabajo.

Trabajo

Un informe reciente de la consultora McKinsey estimó que en 2030 la inteligencia artificial generativa, junto con otras tecnologías de automatización, estarán en condiciones de reemplazar casi la tercera parte de las horas de trabajo humano en Estados Unidos. En el documento se precisa que algunas de las tareas con mayor posibilidad de automatización (y reemplazo) son vinculadas a profesionales de alta calificación, es decir profesionales en ciencia, tecnología, ingeniería y matemática.

Un análisis de Goldman Sachs calculó que en los próximos años podrían verse afectados hasta 300 millones de puestos de trabajo. Menciona que las tareas más propensas a automatizarse son los trabajos de oficina y apoyo administrativo. El segundo puesto sería para el trabajo legal y el tercero para las tareas repetitivas de la arquitectura e ingeniería. En la lista seguirán los trabajadores de las ciencias biológicas, físicas y sociales, y los de operaciones comerciales y financieras.

El empresario detrás de ChatGPT, Sam Altman, planteó en una entrevista reciente para The Atlantic los problemas que espera para el mercado laboral. “Mucha gente que trabaja en inteligencia artificial sostiene que solo va a ser buena, que es solo un complemento, que nunca va a sustituir a nadie. Pero la realidad es que va a haber empleos que van a desaparecer, y punto”.

Altman parece creer sus propias palabras y en los últimos días lanzó una aplicación para celulares basada en biometría y criptomonedas que apuesta a repartir una renta universal. Asegura que es la forma de asegurar ingresos en un mundo que requerirá cada vez menos trabajo. La aplicación se llama Worldcoin y desde su lanzamiento lleva anotadas varios millones de descargas.