Luego del "aprobado" del FMI a la recalibración de las metas del acuerdo de crédito y el visto bueno para realizar desembolsos en agosto de los orden de los 7500 millones de dólares, el Gobierno trabaja a contrarreloj para que la CAF y otros organismos otorguen un crédito puente para afrontar los vencimientos acumulados de julio y el del 1 de agosto que el país mantiene con el Fondo, que en total superan los 3400 millones de dólares. El Palacio de Hacienda también negocia créditos con el BID y el Banco Mundial, con el apoyo explícito del FMI.
La necesidad es no tocar las reservas del BCRA, que están en terreno de alarma, lo cual alimenta la expectativa de devaluación, que viene presionando sobre las cotizaciones paralelas del dólar, generando incertidumbre y malestar. El ministro de Economía, Sergio Massa, pidió a la CAF que convoque a una reunión extraordinaria para analizar el pedido argentino.
El tema del "crédito puente" aparece porque, más allá de que se haya destrabado definitivamente la negociación con el FMI, el staff del organismo recién volvería a reunirse luego del receso estival, por lo que se espera que los fondos arriben en la segunda quincena de agosto.
En el medio hay grandes pagos que hacer: los vencimientos originalmente previstos para el 7 de julio (1312 millones de dólares), 14 de julio (656 millones), 28 de julio (690 millones de dólares) más el próximo pago del 1 de agosto (759 millones) suman un total de 3417 millones de dólares. Se trata de un monto que el Banco Central no tiene disponible, debido a la delicada situación de las reservas.
En un primer momento, se evaluó la posibilidad de utilizar la línea de yuanes provista por China, como sucedió con los pagos de junio, pero finalmente se recurrirá a un conjunto de operaciones de organismos de crédito.