La familia de Lucas González pidió la elevación a juicio oral de Facundo Torres, el último oficial detenido en el marco de la causa que investiga el encubrimiento del crimen del futbolista de 17 años en el barrio de Barracas. Tras el juicio que dejó a tres policías condenados a prisión perpetua por el asesinato y a otros seis con penas de entre cuatro y ocho años por el encubrimiento, ahora la querella busca que se confirme un nuevo debate oral para el policía acusado de haber aportado el arma falsa plantada para simular un enfrentamiento que nunca existió.
El abogado Gregorio Dalbón, quien representa a la querella, formuló el pedido durante la feria judicial y después de que fuera rechazado un intento de la defensa de Torres para que la Cámara de Casación porteña revisara su procesamiento. Hace unas semanas la Cámara confirmó así la prisión preventiva del oficial, paso previo a la elevación a juicio. Torres no fue parte del primer debate, por lo cual en su caso se deberá realizar un nuevo proceso. En su pedido, Dalbón hizo hincapié en las pruebas surgidas del propio expediente y de la incriminación de uno de los imputados durante el juicio oral, quien sindicó a Torres como quien aportó el arma de juguete.
Se trata del principal Héctor Cuevas, quien aseguró que Gabriel Isassi, uno de los oficiales condenados a perpetua, fue quien plantó el arma y que Torres lo trasladó en su moto al lugar del encubrimiento luego de darle esa pistola de juguete en la Comisaría 4D de Barracas. Los datos del geoposicionamiento y las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona confirmaron los desplazamientos de la moto en el horario indicado por Cuevas, por lo que el fiscal de instrucción, Leonel Gómez Barbella, pidió la detención de Torres que luego fue ratificada por la Cámara.
"Para nosotros es clave esta situación en la que se determinaron los horarios y recorridos realizados por Torres y se logró tomar por medio de las cámaras de seguridad su desplazamiento al mando del motovehículo y de Gabriel Alejandro Isassi como su acompañante detrás", sostuvo ahora la querella en su pedido de elevación a juicio. "Esto desde la esquina de las avenidas Iriarte y Vélez Sarsfield donde fue la balacera sufrida por los chicos hasta la Comisaría Vecinal 4D donde se detuvieron y el primero ingresó rápido y luego regresó y reanudó la marcha en dirección a Alvarado y Meana a 50 metros del automóvil de las víctimas donde descendió Isassi", añadió Dalbón en el documento.
"Finalmente, los dos regresaron juntos al punto de partida, demostrativo de que Torres a poco de la lluvia de balas de sus pares, se dirigió junto a uno de ellos hasta la seccional policial, donde ingresó a tomar el arma de juguete y entregársela a su acompañante, a quien trasladó hasta al Volkswagen Surán (el vehículo de las víctimas) para colocar en la parte trasera dicha arma de utilería alterando la escena para encubrir el delito previamente cometido", resumió el documento.
El juicio que finalizó a mediados de julio dejó varias puertas abiertas además de la imputación sobre el oficial Torres, ya que dos de las defensas de los policías imputados llegaron a señalar que el jefe de la Policía porteña, Gabriel Berard, estaba al tanto del encubrimiento del crimen, por lo que el Tribunal Oral en lo Criminal N°25 extrajo testimonio del proceso para que se investigue el accionar de Berard. Los fundamentos del fallo de ese juicio se conocerán el próximo 23 de agosto y a partir de allí la Justicia evaluará los pasos a seguir en torno a otras posibles responsabilidades.