Lisandro López explotó en la semana cuando declaró “no me está tocando convertir. Ni siquiera estoy cerca del arco rival en los últimos partidos. Por eso estoy molesto. Busco pensar en el funcionamiento del equipo. Quiero que juegue bien, que no se tire atrás. Huracán nos empató merecidamente porque estuvo 40 minutos en nuestro campo”. Ayer las esquirlas de la granada periodística alcanzaron en el corazón a Independiente, porque precisamente el 9 de Racing fue el protagonista central de la resonante victoria de Racing sobre Independiente. ¿Cambió Zielinski? ¿Cambió la actitud de Racing? ¿Dejó el alma Lisandro para que le toque convertir? Cualquiera de estas posibilidades puede ser considerada, pero lo primero que hay que tener en cuenta es que Independiente fue una sombra, dio ventajas de todo tipo y le allanó el camino a su rival para que armara una gran fiesta en el Cilindro.
Las intervenciones de cada uno de los arqueros explican, por sí solas, cómo fue el clásico. Orion ni se notó, casi no tocó la pelota y no sufrió ningún susto. Campaña, por el contrario, tuvo varias atajadas excelentes, pero debió ir a buscar la pelota al fondo del arco tres veces.
Lisandro López fue fundamental para que su equipo redondeara la goleada. Fue por momentos imparable en sus arremetidas, corrió mucho para colaborar en la recuperación de la pelota, se movió permanentemente para recibir con libertad y tuvo participación directa en los tres goles.
El primero lo hizo él, clavando un zapatazo de media distancia que Campaña, muy tapado, no pudo controlar El segundo lo hizo Bou, en una jugada que inició él, robándole la pelota en tres cuartos de cancha al Marciano Ortiz para entregársela a Bou, que se encargó de todo lo demás. Y el tercero lo hizo otra vez él, ejecutando un penal, contra un palo, lejos de la estirada de Campaña. Tanto corrió y se esforzó López que el técnico decidió su reemplazo sore la mitad del segundo período, cuando la cuestión ya estaba liquidada porque ya no le quedaban reservas físicas. Apenas le alcanzó para levantar los brazos en agradecimiento a todos los que coreaban con entusiasmo su apodo. Licha fue el mejor, pero en el cuadro de honor de Racing entraron varios. Bou, que fue una pesadilla para los frágiles defensores locales; Romero, que en el inicio del partido hizo pesar su habilidad para advertirles a los defensores visitantes que ni se les ocurriera mandarse al ataque; Acuña y Aued, que pisaron fuerte en la mitad de la cancha, y la línea de fondo, que no sufrió sobresaltos.
Cuando el partido estaba 1 a 0 el Ruso Zielinski hizo gestos evidentes para que no se metieran atrás con la intención de sostener la ventaja. “¿Defensivo yo?” , parecía decir. Pero eso no pasaba por la cabeza de ninguno de sus dirigidos y mucho menos cuando Bou marcó el 2 a 0 que sentenció el encuentro en el comienzo de la segunda mitad. Es que los jugadores se daban cuenta de que si seguían apretando tenían posibilidades de conseguir un resultado más amplio.
Fue 3 a 0, pero la distancia pudo ser mayor porque los cambios ensayados por Gabriel Milito no alteraron en nada el trámite del juego y todo siguió siendo de los locales, cuyos hinchas tuvieron mucho tiempo para subrayar con oles el toqueteo a que era sometido el rival.
Ganó Racing y va a tener una semana tranquila. Las bombas seguramente explotarán en los próximos días del otro lado de Avellaneda.
Estadio: Racing.
Arbitro: Diego Abal.
Goles: 23m López (R); 47m Bou (R), 63m López (R).
Cambios: 55m Vera por Pellerano (I), Rigoni por Benítez (I), 62m C. Rodríguez por Ortiz (I), 71m L. Martínez por López (R), 76m Guisao por Acuña (R), 81m Cerro por Romero (R).
Claves
- Racing fue superior de punta a punta. De la mano de Lisandro López (autor de dos goles, coprotagonista del restante), arrinconó a Independiente en el inicio del partido y marcó la tónica del juego.
- Orion casi no intervino, salvo por un cabezazo de Denis, mientras que Campaña debió trabajar a destajo para evitar lo que pudo ser una diferencia mucho mayor que el 3 a 0 final.
- López fue el mejor, pero varios futbolistas de Racing merecieron un lugarcito en el cuadro de honor.