El drenaje de divisas para el pago de intereses y préstamos financieros del sector privado fue un factor importante que comenzó en los primeros años de la gestión de Mauricio Macri y continuó durante el gobierno del Frente de Todos. Fue una de las causas que impidió que el superávit comercial obtenido durante los primeros tres años del gobierno de Alberto Fernández pueda acumular suficientes reservas, y tienen nombre y apellido. Once grandes grupos locales -entre los que se encuentran Eurnekian y Midlin entre otros- concentran más de la mitad (el 53,7 por ciento) del total de colocaciones de obligaciones negociables del período 2020-2022.
En tiempos de grieta hay un diagnóstico que genera consenso entre oficialismo, oposición, mercado y Estado: faltan dólares. Las coincidencias sobre la escasez de reservas internacionales como una de las principales limitantes para el sostenimiento del crecimiento económico comienzan a desarmarse al indagar sobre sus causas. Por la sequía, por la fuga de capitales, por el festival de importaciones, por el cepo, por la estructura económica argentina que genera cuellos de botella ante el crecimiento de la actividad. Por todas ellas o por algunas. Hay un factor que pasa desapercibido en la mayoría de los análisis pero constituye una sombra cada vez más oscura para la acumulación de reservas internacionales: la deuda externa del sector privado.
En números, de los 45.537 millones de dólares que ingresaron en concepto del saldo comercial de bienes entre el 2020 y 2022, más de la mitad (24.698) se fueron por otra ventanilla, la de la cancelación de deuda de empresas privadas. "Para dimensionar la magnitud de las divisas concedidas al capital privado", aseguran los investigadores Eduardo M. Basualdo, Pablo Manzanelli y Leandro Bona del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (Cifra) en su último documento de investigación al que tuvo acceso en exclusiva PáginaI12, "los
pagos de intereses y préstamos financieros se ubicaron en torno al 20 por ciento del stock de deuda privada entre
2020 y 2022, relación que era del 5,3 por ciento en 2003. Se
trata de una comparación pertinente dado que en ese momento el stock de deuda
externa financiera del sector privado era superior al actual".
Administración cambiaria
Entre 2015 y 2022 alrededor de 130 empresas de radicadas en Argentina emitieron obligaciones negociables por 28.371 millones de dólares, con tasas y plazos variables "caracterizados por un horizonte relativamente acotado de pago (un promedio de alrededor de 3,7 años) e intereses elevados en dólares que promediaron el 8 por ciento anual", afirma el estudio.
Al dividirlo por gestiones, durante los primeros años de la administración Cambiemos hubo un claro ascenso en las colocaciones a tasas más elevadas, ciclo que se agotó en 2018 en el que las devaluaciones bruscas redujeron la capacidad de endeudamiento en moneda extranjera. Las colocaciones de las empresas de obligaciones negociables pasaron de alrededor de 6000 a 1700 millones por año, las tasas subieron hasta el 9,7 por ciento en 2019 y los plazos de devolución del principal se redujo a 2,6 años.
El drenaje de divisas por esta vía no cesó durante el gobierno del Frente de Todos: el endeudamiento registró un promedio de 3412 millones de dólares en el trienio 2020-2022. Las tasas se redujeron a un promedio de 7,6 por ciento anual y se amplió el horizonte de pago del capital a 3,7 años.
"A pesar de las políticas que desplegó el Banco Central para forzar la reestructuración de la deuda del sector privado a fines de 2020 , las divisas orientadas a tal fin no se redujeron significativamente", apunta Cifra. En 2020 hubo un pico de pagos por intereses y capital de deuda, que alcanzó los 9260 millones de dólares. Ante ese escenario, el BCRA emitió un conjunto de regulaciones que apuntaban por un lado a que las empresas refinancien por lo menos el 60 por ciento de sus vencimientos de deuda y por otro a restringir el pago entre empresas vinculadas.
En el bienio 2021-2022 los pagos por intereses y capital de deuda del sector privado contabilizaron en promedio 7.719 millones de dólares. Es decir, se redujeron apenas 1.541 millones de dólares por año, un 17 por ciento y por lo tanto muy por debajo del piso de 60 por ciento que exigían las regulaciones de la administración de Miguel Pesce. "En efecto, es tan evidente que esta situación obedece a la crisis de la deuda heredada del gobierno anterior como el hecho de que la forma que asumió su resolución en el gobierno actual fue, por acción u omisión, concesiva al gran capital concentrado interno que, como se verá más adelante, es el determinante en la emisión de la deuda externa del sector privado", apunta Cifra.
Empresariado nacional
Una de las características de la emisión de deuda tiene que ver con la concentración: entre 2016 y 2019, apenas 25 firmas explicaron el 91,6 por ciento del total (14.334 millones de dólares sobre un total de 15.643 millones); fenómeno que se agudiza aún más en el periodo 2020 - 2023, donde 20 firmas explican el 95,6 por ciento de las emisiones totales.
Para el periodo 2016-2019 "se advierte un fuerte predominio de las empresas que integran grupos económicos locales en la emisión de obligaciones negociables ya que representan el 49,7 por ciento del total de las colocaciones (7.773 millones de dólares)", asegura el informe de Cifra.
Al respecto, sobresalen los casos del Grupo Midlin - a través de sus dos empresas Pampa Energía y Transportadora Gas del Sur-, Elsztain con IRSA y Cresud, Clarín con Cablevisión y Telecom, Eurnekián con Aeropuertos y Cnía. Gral Combustibles , Galicia con Banco Galicia y Tarjeta Naranja y Brito. También participan grupos del calibre de Arcor, Techint (Tecpetrol), Capex, Roggio (Clisa), Madanes (Aluar) y Albanesi.
Otro grupo de firmas que emitieron obligaciones negociables en el período 2016-2019 de forma considerable fueron las transnacionales Río Energy, John Deere, AES y Petrobras, cuyas emisiones sumaron 1.704 millones (10,9 por ciento del total). YPF, por su parte, concentra una gran parte de las emisiones (25,4 por ciento).
El escenario a partir de 2020 no tuvo una gran variación: los grupos locales tienen el predominio de las emisiones, YPF mantiene el porcentaje de casi 26 por ciento del total y completan el listado de emisores asociaciones de capital (13,3 por ciento) y, en mucha menor medida, empresas transnacionales.
Al hacer un repaso por sector, las industrias energética, alimenticia, financiera y de la construcción, los más dinámicos de la economía, son los que más utilizaron este instrumento por el cual obtuvieron divisas a precio oficial.
Vale aclarar que , si bien por razones de secreto estadístico, el Banco Central no publica la información de los nombres de las firmas que acceden al MULC para cancelar sus deudas, los investigadores de Cifra analizaron las empresas que emitieron deuda en moneda extranjera durante el periodo analizado y, por lo tanto, tuvieron que demandar divisas al BCRA. Se concentraron en las Obligaciones Negociables por ser uno de los principales instrumentos del financiamiento de moneda extranjera del sector privado.
De nuevo, la concentración de endeudamiento y los nombres se repiten en ambas gestiones, "lo que invita a reflexionar en torno a la política desplegada en tiempos de elevado superávit comercial y menores erogaciones al Fondo Monetario Internacional. Es decir, a un período que se tornaba crucial para acumular reservas internacionales para hacerle frente a la crisis de la deuda heredada del gobierno de Cambiemos", sentencia Cifra y remata: " La canalización del superávit comercial hacia la cancelación de deuda de los grupos económicos y los defectos de la reestructuración de la deuda pública constituyeron componentes sobresalientes de la crisis de reservas que limita en la actualidad las posibilidades de sostener el crecimiento económico y generar mejores posibilidades para aumentar la participación de los trabajadores en el ingreso”