Página 12 en Estados Unidos

Por Aldana Vales

Desde Washington

En menos de un mes, el Partido Republicano en Estados Unidos empezará su serie de debates televisados en preparación para un nuevo ciclo electoral. Será el primer encuentro público entre quienes aspiran a conseguir la nominación y enfrentar al demócrata Joseph Biden en las presidenciales de 2024. Sin embargo, la pretemporada de la interna partidaria encontrará al principal candidato, Donald Trump, envuelto cada vez más en una serie de problemas judiciales. El jueves, el ex mandatario sumó nuevos cargos en su contra en la causa por el presunto manejo irregular de documentos secretos. Nada de esto parece afectar su imagen entre sus seguidores: en las encuestas dentro del electorado republicano, el magnate sigue firme en el primer puesto en intención de voto. 

El apoyo parece inquebrantable. La semana que acaba de pasar, los 13 principales candidatos republicanos —12 hombres y una sola mujer— fueron los invitados centrales de una cena del partido en el estado de Iowa. Allí no quedó ninguna duda: a pesar de haber perdido la elección en 2020 y de las acusaciones que lo rodean, Trump es la mayor esperanza que tienen para recuperar la Casa Blanca. Los detractores son mínimos. “No se está postulando a presidente para devolverle la grandeza a Estados Unidos. Donald Trump no se está postulando para representar a la gente que votó por él en 2016 y 2020”, dijo un ex congresista, la única voz crítica durante el evento. “Se está candidateando solamente para no ir a la cárcel”. Lo único que recibió fue abucheos. Trump todavía es la figura republicana indiscutida.

Documentos

El jueves pasado, el fiscal especial del Departamento de Justicia de Estados Unidos Jack Smith añadió tres nuevos cargos en su causa contra el ex presidente por el mal manejo de documentos clasificados. En la causa, Trump es investigado por retener archivos confidenciales después de haber terminado su mandato (2017-2021) y por supuesta obstrucción a la justicia. En el país norteamericano, la Ley de Espionaje considera un crimen federal el retener intencionadamente registros que contengan información sensible para la seguridad nacional.

Ahora, el fiscal especial también acusa al ex presidente y a dos de sus empleados de intentar destruir material de las cámaras de seguridad del club Mar-a-Lago en el estado de Florida, en el que el magnate tiene su residencia y en el que mantenía los documentos.

La jueza de Florida Aileen Cannon, que tiene a su cargo la causa, fijó recientemente la fecha para el comienzo del juicio. Será el 20 de mayo de 2024. El Departamento de Estado había pedido que empezara a finales de este año, pero los abogados de Trump intentaron retrasarlo.

El día del juicio

Para la representación legal del ex mandatario, el juicio debería comenzar después de las elecciones del año que viene, que se celebrarán en noviembre. En una audiencia con el fiscal especial y con la jueza, los abogados argumentaron que la exposición mediática que Trump recibirá en 2024 por su posible rol como candidato a presidente no le permitirá enfrentar un juicio justo.

Cannon, designada por Trump durante su presidencia, no estuvo de acuerdo con ninguna de las partes y fijó una fecha que sucederá después de la mayoría de las elecciones primarias —que varían según cada estado—, pero antes de la convención partidaria en la que finalmente se elegirá al candidato a presidente. Trump ya adelantó que si es condenado va a mantener su candidatura.

Al citar las razones por las que eligió mayo como fecha de inicio del juicio, la jueza consideró que los abogados de Trump tienen que revisar una cantidad “voluminosa” de evidencia recolectada por el Departamento de Estado. Según el New York Times, son más de un millón de páginas de material sin clasificar, nueve meses de grabaciones de cámaras de seguridad y más de 1.500 folios de documentos clasificados.

La jueza también estableció que el juicio, que contará con jurados, se lleve a cabo en Florida. Será en una zona en la que Trump ganó en las dos elecciones anteriores.

El gran favorito

Para cuando empiece el juicio por el mal manejo de archivos secretos, el Partido Republicano sabrá casi con seguridad quién lo representará en las elecciones de 2024. Hoy, todo apunta a que será Trump nuevamente. El promedio de intención de voto que monitorea el portal FiveThirtyEight muestra que el magnate es el claro líder del grupo: está firme en torno al 50 por ciento desde abril. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, está segundo con un promedio que apenas supera el 15 por ciento y lleva más de un trimestre en descenso. Los demás candidatos no llegan a los dos dígitos.

Con ese panorama, no está claro que Trump se presente a debatir en agosto. No tiene muchos incentivos para hacerlo. El Comité Nacional Republicano, además, pide que quienes se sumen a los debates firmen un compromiso para apoyar a quien sea que finalmente gane la primaria. Nada indica que el ex mandatario, quien en 2016 y 2020 evitó comprometerse a aceptar los resultados generales si le eran desfavorables, esta vez firme este requisito.

Las otras causas

Además de la causa por los archivos secretos, Trump enfrenta varias investigaciones en su contra mientras trabaja en su candidatura. En abril pasado, quedó imputado en Nueva York por el presunto pago para silenciar a una actriz porno antes de las elecciones de 2016. En este caso, se investiga si se utilizaron fondos de la campaña presidencial para ese pago, un desvío que sería ilegal. Por esto, hay un juicio previsto para comenzar en marzo de 2024, en plena primaria.

En otra causa, también se investiga el rol que cumplió Trump tras las elecciones de 2020. Por un lado, el fiscal especial del Departamento de Estado apunta a las denuncias infundadas de fraude que hizo y que derivaron en el ataque al Capitolio. Por su parte, un fiscal de distrito en Georgia también está indagando sobre las presuntas acciones de Trump para desconocer el resultado en ese estado del sureste del país. Allí, el republicano perdió por un margen acotado y luego pidió que le encontraran los “11.780 votos” que le faltaban para ganar. Para completar sus dolores de cabeza judiciales, también está envuelto en un conjunto de acusaciones civiles que van desde fraude hasta difamación.