Fuertes tormentas y vientos, que llegaron a soplar con una fuerza de hasta 140 kilómetros por hora, dejaron este sábado a unas 200.000 personas sin electricidad en la capital de Estados Unidos y su área metropolitana, según el portal especializado PowerOutage.US. Las fuertes ráfagas de viento derribaron árboles y postes de electricidad tanto en Washington, como en los dos estados colindantes: Virginia y Maryland.
El fenómeno ocurrió cuando unos 170 millones de personas, más de la mitad de la población de Estados Unidos, están bajo alerta por el "calor extremo" en el país. El Servicio Meteorológico estadounidense informó que "una peligrosa ola de calor" comenzó el jueves en el noreste y continuará a lo largo del fin de semana, mientras se registran temperaturas récord en el suroeste y el centro del país.
Grandes ciudades como Washington DC, Filadelfia y Boston están bajo "avisos por el calor" para que sus habitantes se protejan, mientras que en el área metropolitana de Nueva York está en vigor una "advertencia de calor excesivo", que se suele emitir cuando la temperaturas llegan a los 105 °F (40,5 °C) o los superan.
En la localidad de Arlington, en el norte de Virginia, algunos árboles --arrancados de raíz-- habían caído sobre vehículos y viviendas. Daños similares se registraron en otras zonas del estado de Maryland y en Washington.
Tal fue el impacto del viento que el cementerio nacional de Arlington, donde EE.UU. entierra a sus veteranos de guerra, anunció que retrasará su hora de apertura el domingo para poder limpiar los árboles caídos y las ramas.
La tormenta provocó numerosos rayos y truenos, mientras que los vientos alcanzaron una velocidad de entre 96 y 140 kilómetros por hora, de acuerdo con el Servicio Nacional Meteorológico, después de varios días en los que la región registró temperaturas máximas de hasta 40 grados centígrados.
Según The Washington Post, varios vecinos del área consideran que la tormenta de este sábado es la peor desde la que ocurrió en junio de 2012 con vientos de entre 96 y más de 129 kilómetros por hora, y que dejó a un millón de personas sin electricidad.
La web AccuWeather, especializada en el pronóstico del tiempo, subrayó que el domo de calor, un fenómeno que causa temperaturas extremas y que ha sufrido el suroeste de EE.UU. en la mayor parte de julio, comenzó a expandirse este jueves hacia el este.
De acuerdo a esa fuente, se espera que Baltimore llegue a los 100 °F (38 °C) a finales de esta semana, al tiempo que es posible que se alcancen temperaturas similares en la capital de EE.UU., que no ha visto un calor parecido en siete años.