“¡Buenas tardes Parque Centenario, carajo!”, dijo Leandro Santoro y los aplausos y las manos alzadas con los dos dedos “en V”, de los vecinos y vecinas que lo escuchaban en Caballito, demostraban la decisión de acompañar al hombre elegido para encabezar la lista de Unión por la Patria, para disputar la jefatura de Gobierno porteño. Así comenzaba el encuentro de este sábado por la tarde. A Santoro lo acompañaban sus compañeras y compañeros de lista, junto con ministros nacionales y referentes de la política y la cultura. Frente a ellos, el dirigente porteño enumeró los desafíos necesarios “para humanizar la ciudad” y aseguró que van a dar "la sorpresa electoral".
De cara a unos 5 mil de vecinos que se acercaron al acto, Santoro cuestionó a Horacio Rodríguez Larreta y Martín Lousteau por “el descontrol inmobiliario” y el déficit habitacional del distrito. Pero advirtió: “A la Ciudad no la gobierna Larreta, ni Lousteau, ni (Mauricio) Macri, sino un bloque de poder que los financia, compra jueces, periodistas y candidatos y a ellos a les vamos a ganar. A nosotros no nos compra nadie, nosotros no estamos en venta”, afirmó. Y llamó a construir “un movimiento cultural que redefina esta relación de fuerzas”.
En ese marco, hizo un claro llamado a la toma de consciencia desde el lugar histórico que constituyen los 40 años de democracia: “En 1983 cuando nadie lo pensaba, hubo un hombre que llegó de Chascomús (Raúl Alfonsín) y logró la epopeya que fue la recuperación de la democracia, 20 años después, otro hombre que vino del sur (Néstor Kirchner) recuperó la política. Y ahora, 20 años después ¡vamos a recuperar la ciudad!”, sostuvo.
Así se presentaba el candidato, en el encuentro donde fue precedido por las participaciones de la diputada Paula Penacca y los legisladores Maru Bielli, Matias Barrotaveña y Claudia Neira, también precandidatos de Unión por la Patria. Los vecinos llegados desde Flores, de zona sur, de las Torres de Soldati, de Lugano, Mataderos o Villa Crespo, escuchaban atentos. Había entusiasmo en el ambiente.
Penaca habló de “convicciones y certezas”, de los vecinos que reclaman seguridad y de los que no tiene vivienda, y trajo a escena al pueblo jujeño “que tiene una historia de lucha ¡y despertó!, porque allí comenzaron el ajuste y las políticas represivas”.
“La ciudad tiene un presupuesto como Madrid o Barcelona, y no se ejecuta, y no hay políticas activas para salud, educación o vivienda”, había sintetizado poco antes Barroetaveña. Junto a él, Bielli señaló el camino “que siguen las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, que son el amor por la patria" para construir “la alternativa en la ciudad”. Y Neira se pronunció contra “el Código Urbanístico que destruye la identidad de los barrios” y convocó “a la patriada” de recuperar la ciudad.
El fuerte del acto, la palabra del candidato, colmó las expectativas. Santoro intercambió diálogos con el público presente: “No me hagan hablar de nuevo de las enfermeras –bromeó cuando le pedían que las nombre entre los sectores desprotegidos de la actual gestión--, pero sí, las enfermeras serán reconocidas como personal de salud”, se comprometía.
Lograba así tender un puente con los vecinos que lo escuchaban. Hubo propuestas de viviendas y de salud. Enunció la decisión de “construir 100 escuelas infantiles en cuatro años”. Y se ocupó de destacar la necesidad de fortalecer “las políticas públicas de salud mental”. Para cerrar, el candidato agradeció “a las compañeras y los compañeros peronistas” por respaldar su postulación. Y pidió que lo ayuden “a convencer a los radicales” que todavía no ven esta "alternativa para la ciudad". Luego propuso un plan: “Recorrer los barrios, puerta a puerta, y el 13 de agosto derrotar a los agoreros de la frustración y el fracaso, ¡y dar la sorpresa electoral!”.
“Construir la esperanza” y “ganar el ballotage” fue el binomio conceptual que Santoro eligió para definir el camino “a octubre”. Para concluir, enérgico con un pedido: “Que me ayuden a ganar la ciudad de Buenos Aires”, ofreció. Entre los aplausos, la ilusión se leía en las miradas y en las sonrisas de quienes se habían acercado al parque. Entre ellos, la ministra de trabajo Raquel “Kelly” Olmos; el ministro de Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus y el de Cultura, Tristán Bauer.
Los funcionarios compartían las primeras filas de sillas, instaladas frente el escenario montado de espaldas a la avenida Díaz Vélez, con los precandidatos a diputados nacionales Eduardo Valdés, Lorena Pokoik, Itaí Hagman, Gilda Aurelio, Javier Andrade y Claudio Morresi, y los precandidatos a legisladores Alejandro Grillo, Vicky Freire, Claudio Ferreño, Graciana Peñafort, Andrés Lablunda, Delfina Velázquez. También el primer candidato al Parlasur, Gustavo López.
Entre los referentes del peronismo capitalino se encontraba el senador y presidente del PJ porteño Mariano Recalde, la diputada Mara Brawer, la legisladora Victoria Montenegro, el diputado nacional Carlos Heller. Eduardo Jozami, director de Derechos Humanos del Ministerio de Defensa, junto con referentes de la cultura como Dora Barranco, Graciela Morgade, Alejandro Grimson o Rudy.
Ya habían terminado los discursos cuando Lili, una vecina, llegó al parque. “¡El 15 no venía más!”, se quejó al ver que ya se desconcentraban los asistentes. Lili es una mujer mayor, pero activa, se nota. “Soy de las pitucas, vengo de Caballito –sonrió--, y vengo siempre, firme: ¡todo por Cristina!” se despidió. Y se perdió entre la multitud que rodeaba al escenario para tener su foto con los candidatos.