Ni los descuentos ni las promesas de congelar precios logran impulsar las ventas de los supermercados. Durante junio las empresas del sector registraron una contracción en su facturación de 1,2 por ciento frente al mismo período del año pasado. La caída está expresada en cantidades. La medición realizada a precios corrientes, sin descontar el impacto de los aumentos, muestra un alza interanual de 20,3 por ciento. La dinámica en los shoppings es similar. Las ventas en esos establecimientos, informó ayer el Indec, cayeron en el sexto mes de 2017 un 5,1 por ciento en términos reales. La variación nominal marcó un avance de 11,3 por ciento. La caída en los niveles de consumo masivo continúa acompañada por un incremento en las importaciones de productos como alimentos, indumentaria, calzado, electrodomésticos y juguetes.
“A pesar de la aparición de señales que insinúan una reactivación, la recuperación de la actividad continúa siendo moderada. Los últimos indicadores muestran que el gasto de los hogares no termina de hacer pie: el consumo masivo sigue sin repuntar, más allá del incremento del gasto en ciertos bienes durables, en su mayoría importados”, indicó el Instituto de Trabajo y Economía (ITE) de la Fundación Germán Abdala en su último informe. La caída acumulada en los ingresos reales, en particular del salario pero también en las jubilaciones y la asignación universal por hijo, impactó sobre el consumo, que es la principal palanca de la demanda agregada. El poder adquisitivo del salario de los sectores más afectados comenzó a mejorar pero todavía no logró recuperar el terreno perdido el año pasado.
Los datos del Indec mostraron que, medidas en cantidades, las ventas de los supermercados cayeron 1,0 por ciento en abril y registraron una contracción de 2,5 por ciento en mayo. No existen comparaciones en términos reales para los meses previos como consecuencia del apagón estadístico dispuesto por las autoridades del organismo. En los shoppings las caídas fueron del orden del 8,9 por ciento en abril y del 4,3 por ciento al mes siguiente. En los primeros seis meses del año las ventas de los supermercados registraron un aumento nominal de 20,2 por ciento respecto al mismo período del año anterior. La facturación semestral en los centros de venta relevados por el organismo estadístico fue de 12,8 por ciento.
En junio, el indicador de consumo elaborado por el ITE que incorpora variables y fuentes distintas a las del Indec creció por primera vez desde diciembre de 2015. Sin embargo, el guarismo cerró el segundo trimestre con una caída de 0,7 por ciento trimestral que colocó al consumo por debajo de los niveles de 2016 y 2015 (-0,8 y -4 por ciento, respectivamente).
Contra el escenario de recuperación laboral que promueven los funcionarios, el personal ocupado total en los supermercados durante junio se contrajo 1,2 por ciento en junio frente al mismo mes del año pasado, lo que representa una caída de 1146 puestos de trabajo en un año. De acuerdo a las estadísticas del Indec la baja estuvo concentrada entre los cargos jerárquicos (-8,0 por ciento) mientras que la pérdida fue significativamente inferior entre los cajeros, administrativos y repositores (-0,2 por ciento).