La ceremonia de premiación del Primer Festival Internacional de la UBA se realizó en el patio de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU), de Ciudad Universitaria. Previamente, se distinguió a los diseñadores de Imagen y Sonido, que este año cumplen 5 y 10 años como graduados y graduadas de la Universidad de Buenos Aires. Pero la celebración también fue musical: hubo recitales de Santiago Motorizado y Sofía Viola, como apertura y cierre de la jornada, respectivamente. El FIC.UBA concluye este domingo a las 21.30, con la proyección de Simone, la mujer del siglo, de Olivier Dahanx, en el Cine Gaumont.
La buena noticia la dio al comienzo de su discurso el director general del festival, Ricardo Alfonsín, quien adelantó que está garantizada la realización para el año que viene de la segunda edición del FIC.UBA. "Es una locura todo lo que está sucediendo, la cantidad de repercusiones en los medios que hay", se entusiasmó Alfonsín. "Esta universidad es uno de los elementos más importantes que apoyan además el sentido que tenía este festival, que eran los 40 años de democracia. Sin duda, es una universidad que brega por los valores democráticos y eso es lo que queríamos demostrar y compartir a través de nuestras producciones al resto de la comunidad", acotó Alfonsín. El director de la muestra informó que en las distintas competencias se proyectaron 83 películas de 28 naciones, y asistieron a las salas más de 22 mil espectadores.
Tras su discurso, llegó el momento de anunciar la película ganadora de la Competencia Internacional de Largometrajes: fue Three Women, del director ucraniano Maksym Melnyk. Entre Ucrania, Polonia y Eslovaquia, en la frontera con la Unión Europea, se eleva el pueblo de Stuzhytsia (“lugar frío” en ucraniano). En este territorio detenido en el tiempo, del cual los jóvenes huyen rápidamente en busca de un futuro promisorio, tres entrañables mujeres -una granjera, una empleada de la oficina de correo y una bióloga que trabaja en un parque nacional- pasan sus días y reflexionan sobre el paso del tiempo, la soledad y sus sueños. Los ganadores no estuvieron presentes pero el director dejó un mensaje que se encargó de leer la locutora: "¡Qué gran noticia! Es muy especial para nosotros, ya que su Festival de cine se lleva a cabo tan lejos de Berlín. Y todos estamos muy contentos de que nuestra película haya llegado a la gente y se haya entendido a pesar de las fronteras geográficas... Es un gran honor para mí, para nuestro equipo, para nuestras heroínas Hanna, Maria, Nelya y por supuesto para todos los ucranianos. ¡Muchas gracias!".
En la Competencia Internacional de Largometrajes hubo dos menciones. Una para Translating Ulysses, coproducción turca-Países Bajos, dirigida por Aylin Kuryel y Firat Yüce, que enfoca en Kawa Nemir. Para este traductor que pasa sus días de exilio en exilio, el lenguaje es el único hogar real que le queda. Mientras huye exhausto de Turquía, consigue refugio en la antigua casa de Ana Frank en Amsterdam. Se adentra en un trabajo tan imposible como estimulante: traducir al kurdo, con todos los modismos y símbolos que aprendió a lo largo de su vida, el Ulises, de James Joyce al cumplirse cien años de su publicación. La otra mención fue para la argentina Melisa Granados, por su actuación en Mejunje, de Javier Pernas. Luego de una vasta trayectoria en el teatro dramático, Granados busca cambiar el rumbo de su carrera e incursionar en la comedia. La actriz, que tiene 37 años y síndrome de Down, crea un personaje para su flamante faceta: una clown llamada Mejunje, que reúne divismo y acidez en partes iguales.
La Competencia de Cortos iberoamericanos otorgó el premio mayor a Pensándote, de Yosman Serrano Lindarte (Colombia). A Moncho, un campesino que dedica su vida a trasladar personas, se le presenta la oportunidad de ganar un importante dinero si acierta el nombre de la canción que está sonando en la radio. Sin señal y con la responsabilidad de llevar a la gente a su destino, decide desviarse del camino para ir personalmente a la emisora. Como no pudieron estar presentes los ganadores, el director también envió un mensaje: "Estamos muy emocionados por este reconocimiento que se nos hace. Jamás imaginamos que nuestras historias pudiesen trascender las fronteras y que, además, se le diese un reconocimiento como el que ustedes están haciendo a nuestro corto. Muchas gracias al Festival y espero poder acompañarlos en futuras ediciones. Desde Colombia, un saludo y que viva el cine colombiano". En esta competencia también hubo dos menciones especiales. Una para el español Nivel Dios, de César Tormo García, y la otra mención especial fue para el film brasileño Carta para Glauber, de Gregory Baltz.
Finalmente, fue el momento de conocer los ganadores de la Competencia de Cortometrajes UBA. Alfonsín señaló que esta competencia "es muy importante para todos nosotros porque representa el talento, la dedicación y el esfuerzo de los estudiantes de nuestra institución”. “Cada cortometraje refleja la creatividad, pasión y capacidad de nuestros estudiantes", expresó. El ganador de la Competencia de Cortos UBA fue 5' de lucidez, de Maitena Fontanazza. El corto aborda la historia de Alejandro, quien recorre los diferentes sitios en los cuales pasó su adolescencia. Recuerda con su madre, entre risas y lágrimas, las vivencias que ambos experimentaron por su consumo de drogas, observándolo desde un punto de vista nuevo, como anécdota. Fontanazza es estudiante de la carrera de Diseño de Imagen y Sonido (FADU, UBA). Trabajó en la realización y producción de videoclips. En 2020 dirigió su primer cortometraje, Triángulo Rosa, realizado durante la pandemia, y al año siguiente, Desamor.
El jurado fundamentó la premiación de la siguiente manera: "Un retrato documental, cercano y sentido, logrado a través de un actor social empático y sincero, elección clave para generar intimidad en la observación, retratando su experiencia de vida mediante una narración honesta que se patentiza mediante un recorrido de puesta en forma permeable al encuentro con lo real, sin dramatizaciones forzadas, lejos de la corrección, el distanciamiento y la solemnidad por el tema tratado. Con pocos planos presenta un recorte de mundo preciso y transformador. Una experiencia audiovisual llena de humanidad, que profesa una nueva esperanza en las posibilidades de una existencia más vívida".
Hubo, como en las competencias anteriores, dos menciones especiales. Una de ellas para Expediente: Marta, de Marta de Lucía Trotta. El documental señala que desde 1956 a 1980, la partera Marta Rosignoli lideró una red de catorce parteras dedicadas al tráfico y venta de bebés en distintas zonas de Buenos Aires. A través de dramatizaciones de los hechos, del material de archivo del expediente y de los testimonios de tres víctimas de apropiación, el corto denuncia los mecanismos que efectuaba Rosignoli para llevar adelante la compra y venta ilegal de recién nacidos. La otra mención especial quedó en manos de Sol Monsalvo, directora de Lo que nunca dije. La realizadora enfrenta su pasado familiar. Navegando entre la tristeza de los recuerdos, la melancolía del olvido y la ausencia, reflexiona sobre el dolor y el duelo, aunque eso le estimule abrir el espacio para quererse ella misma y querer a otros.