Científicos del Conicet, la Universidad Nacional de La Plata y la Administración de Parques Nacionales hallaron una nueva especie de pez en la Reserva Natural de la Defensa Puerto Península en Misiones. Aunque el descubrimiento se realizó entre 2017 y 2019, los análisis y la validación de los resultados fueron publicados hace apenas unos días en Zoological Journal, una prestigiosa revista internacional del rubro. El ejemplar fue bautizado como “Argolebias guaraní” en homenaje al pueblo originario que habita esa zona del norte argentino.
“La especie nueva que describimos no estaba estudiada ni catalogada por la ciencia. A partir de su descubrimiento la diferenciamos de todas las especies que se conocían hasta el momento de este grupo de peces y la definimos con ese nombre”, cuenta Felipe Alonso, investigador del Conicet y autor principal del trabajo.
En este sentido, Alonso retrata algunas de las particularidades de Argobias guaraní: “La especie presenta un patrón de coloración único. Los machos tienen todo el cuerpo lleno de manchitas turquesas iridiscentes y una serie de puntitos marrones sobre la parte dorsal de la cabeza y el lomo. Además, tienen un color muy particular en el borde de la aleta dorsal”.
Todas estas características, sumadas a detalles anatómicos y cuestiones genéticas, les permitieron a los científicos concluir que se trataba de una especie que todavía no se conocía. “No es que encontramos un solo ejemplar que podría ser mutante o tener algún problema, sino que estudiamos muchos e inclusive de diferentes años, y todos tenían los mismos rasgos”, señala el especialista.
El equipo de investigación no solo descubrió una especie nueva, sino que además realizó un estudio sobre la evolución de este grupo de peces y trazó un árbol genealógico de especies que se conoce como filogenia. Para el análisis, enmarcado en la historia evolutiva, utilizaron datos genéticos, de anatomía, morfología, coloración y comportamiento.
Estos peces, también llamados “killis de lluvia”, habitan charcos temporarios que se secan por completo durante una parte del año. Aunque en Argentina hay más de 10 especies, son desconocidos para la mayoría de la población.
Argolebias guaraní fue hallado en una reserva natural donde también se desarrollan acciones de investigación y conservación. Aunque parece un detalle menor, las áreas protegidas son importantes porque conservan la diversidad ecológica que se encuentra allí y los peces “killis” son los que están en mayor peligro de extinción en Sudamérica.
“La mitad de las especies de los killis viven en estos humedales temporarios de muy poca extensión y profundidad, que se llenan con las lluvias y se secan completamente en una parte del año. Al presentar estas características, son muy fáciles de modificar por el ser humano y desaparecen rápidamente, no solo en Argentina sino en todo el mundo”, subraya Alonso. En este sentido, el avance de la frontera agropecuaria y de las ciudades son dos de las principales causas que motivan el relleno de humedales.
“Las áreas protegidas son muy importantes porque pueden servir para conservar esa diversidad. Entonces, si este tipo de ambientes están presentes dentro de áreas protegidas, es muy importante porque se resguarda el ecosistema”, remarca el científico del Conicet.
Aunque no es el caso de Argolebias guaraní, hay especies que no se encuentran dentro de reservas naturales protegidas. En líneas generales, estas áreas se crean en base a criterios relacionados con la flora y fauna terrestre, y no con la flora y fauna acuática que tiene una lógica distinta. “Es importante que a la hora de diseñar y crear áreas protegidas se tengan en cuenta los valores biológicos de los organismos acuáticos y las particularidades que tiene su biología”, reflexiona Alonso.