Los lazos económicos, financieros y políticos con China volvieron a estrecharse durante los últimos meses en medio de las complejas negociaciones con el Fondo Monetario Internacional. La utilización del swap de monedas para realizar importaciones y pagar los vencimientos de junio al FMI, la autorización para la apertura de cajas de ahorro y cuentas corrientes en yuanes (renminbi) y la habilitación por parte de la Comisión Nacional de Valores a la negociación de valores negociables en yuanes son algunas muestras de ello. Dentro de ese esquema, la posibilidad de pagar las importaciones chinas con yuanes ha sido clave para tratar de mantener el nivel de actividad, sobre todo en aquellos sectores más dependientes del gigante asiático como las industrias de electrodomésticos, electrónica, química, agroquímica y automotriz.

Ecolatina detalló en su último informe que el sector de Electrodomésticos y electrónica de consumo explicó casi 25 por ciento de las importaciones realizadas desde China, y muestra una elevada concentración en ese país de las importaciones totales del sector (64 por ciento). Le sigue la Industria Química, representando el 12 por ciento de las importaciones desde China, origen que explica el 27 por ciento de las compras externas que realiza el sector.  

En tercer lugar, se ubica la industria automotriz con un 6 por ciento de las compras externas (sólo 9 por ciento del total del sector), con compras relacionadas a las autopartes. Luego siguen Agroquímicos (30 por ciento); y Equipamiento eléctrico y generación, explicado por productos como grupos electrógenos y lámparas LED y con una participación muy elevada en las compras totales del sector (55 por ciento).

Otros sectores -si bien con un nivel de importaciones menor- realizan sus principales compras en la nación asiática. Dentro de ellos, se encuentran Indumentaria (59 por ciento), Juguetes (61), Bicicletas y Cochecitos (76) y Marroquinería (76 por ciento).

Las importaciones son fundamentales para el proceso productivo de la industria, y particularmente para varios de los sectores alcanzados. Ecolatina destaca que Equipos Eléctricos importa un 66 por ciento de los insumos que utiliza en el proceso de producción; Equipos Informáticos el 58 por ciento; y Químicos el 38 por ciento.

A éstos puede agregarse Motos -ubicado dentro de “otro equipo de transporte”- con 67 por ciento, sector que realiza el 50 por ciento de sus importaciones desde China, y otros como Caucho y Plástico (25 por ciento) y Textil (17 por ciento), con una participación de las compras de origen chino orillando el 16 y 48 por ciento del total, respectivamente. “Todos estos sectores muestran una relevancia de las importaciones en sus procesos productivos por encima del promedio de la economía en su conjunto (10 por ciento). En suma, las importaciones en yuanes permitirían sostener el nivel de actividad en determinados sectores industriales. Esto se debe a la importancia de China como origen de las compras externas y la relevancia de las importaciones para el proceso productivo”, remarca Ecolatina.

En este contexto, se registró una marcada aceleración en el uso de los renminbis en las intervenciones realizadas por el Banco Central en el mercado de cambios, derivando en un desplazamiento del dólar en las ventas realizadas durante el mes de mayo y junio. De hecho, durante dichos meses lejos de vender dólares, el Banco Central logró comprar. No obstante, durante las últimas semanas, al calor de la extensión de las negociaciones con el FMI, el BCRA tendió a retomar la venta neta de dólares -mejorando esta semana, a raíz del aumento de las liquidaciones por el nuevo "dólar agro"- ante una marcada desaceleración en la utilización de yuanes.

Balanza deficitaria

El saldo comercial con China es crecientemente deficitario. Sólo en 10 de los últimos 33 años Argentina logró un superávit en el intercambio bilateral, que desde 2008 se encuentra en un firme terreno negativo y trepó a 9.600 millones de dólares durante 2022, el más elevado en toda la historia.

Desde 2020 China es el principal origen de nuestras importaciones (+20 por ciento del total), con compras concentradas en Bienes Intermedios (33 por ciento), Bienes de Capital (30) y piezas y accesorios (22 por ciento), es decir, principalmente bienes manufacturados.

Además de industrializada, la canasta exportadora de China a Argentina se encuentra diversificada. Los principales 10 productos que importamos durante 2022 sólo concentraron cerca del 18 por ciento de las compras totales, con bienes como circuitos impresos eléctricos (3,5 por ciento), glifosato (3,1) y partes de aparatos de radiodifusión (2 por ciento) en los primeros puestos. En contraposición, la canasta exportadora de Argentina hacia China se encuentra fuertemente concentrada y primarizada, con dos productos como Porotos de Soja (36 por ciento) y Carne Bovina (26 por ciento) explicando más de la mitad de las colocaciones.

Más allá del comercio

La última negociación del swap por un monto total de libre disponibilidad de 10.000 millones de dólares iba a permitir, en un principio, abonar con yuanes las importaciones de origen chino. No obstante, a medida que el drenaje de reservas fue ganando escala y las negociaciones con el equipo técnico del FMI se alargaban, se decidió abonar al FMI con yuanes próximos a los 1.000 millones de dólares los vencimientos correspondientes a junio. A su vez, ante la confirmación de que no se contará con los desembolsos del FMI para abonar los 2.600 millones de dólares este 31 de julio, podría utilizarse nuevamente los yuanes para cumplir con el vencimiento del organismo. “De suceder este escenario, el primer tramo se consumiría por completo y se comenzarían a utilizar los 5.000 millones de dólares correspondientes al segundo”, remarca Ecolatina.