El juicio que se realiza contra dos mujeres, una progenitora y su pareja, imputadas como autoras del delito de lesiones gravísimas agravadas por el vínculo (tres hechos) en perjuicio de una niña que tenía 4 años de edad cuando se detectó el maltrato, concluiría hoy lunes, con los alegatos y el veredicito del juez Anastasio Vásquez Sgardelis.
La defensora de violencia familiar y de género Andrea Valeria Magadán, que participa del proceso como querellante, sostuvo que las pruebas indican que la niña comenzó a ser víctima de violencia desde que su madre inició la convivencia con su pareja. El maltrato "empieza a aparecer en la conformación de un nuevo núcleo familiar de la mamá con su pareja", manifestó.
Antes la niña vivía con su madre y la abuela materna, y en esa convivencia, "no hubo episodios de violencia", señaló la defensora en declaraciones realizadas el jueves último a Radio Nacional Salta. Asimismo, mencionó que "el padre biológico no está, no estuvo nunca".
Magadán añadió que del relato de la niña no surge el maltrato de ambas mujeres, que en realidad "identifica a una sola", a "la pareja de la madre". Y entendió que "hay que hacer el análisis" de la responsabilidad de las acusadas, en ese sentido explicó que la madre está imputada "por la responsabilidad" marental y por el vínculo con la nena.
"Hay que analizar en qué condiciones estaba la madre, en qué circunstancias se produjeron los hechos, si estuvo al alcance de la madre impedirlos o no, si hubo participación o no", dijo Magadán. Concluídos los testimonios, explicó que corresponderá "evaluar el rol específico de cada una".
Asimismo, sostuvo que "sí existe la posibilidad" de que la madre sea víctima de su pareja. La niña tiene ahora 6 años y está bajo el cuidado de su abuela materna.
Como "pruebas fundamentales" del maltrato ejercido contra la nena, Magadán refirió la historia clínica y el relato de la propia víctima. Además, indicó que como carga probatoria están los testimonios de la abuela y de vecinos, y "las pericias médicas y psicológicas" que se hicieron en el transcurso de la investigación.
El juicio continuará hoy y se prevé que declare la pareja de la madre, luego se escucharán los alegatos y finalmente, la sentencia.
Incumplimiento de protocolos
La defensora Andrea Magadán dijo también que los hospitales públicos de Orán y Tartagal y la institución educativa a la que asistía la nena no cumplieron con los protocolos previstos para estos casos.
La funcionaria contó que mientras estuvo conviviendo con la madre y su pareja la niña dejó la institución educativa a la que asistía, y desde que se detectó el maltrato hace "3 o 4 meses que no iba". Pese a ello no tiene registro de ninguna denuncia escolar.
La denunciante de la causa es una médica del Hospital Materno Infantil que advirtió un cuadro clínico grave en la niña como consecuencia del maltrato intrafamiliar. El hecho por el que se inició la investigación se remite a enero de 2022, cuando la nena fue internada en esta institución sanitaria con un cuadro de "abdomen agudo perforado; peritonitis bilio-pancreática; trauma duodeno-pancreático; ruptura duodenal y trauma pancreático". Además llegó con covid-19 positivo.
Según "los relatos de la médica de Salta", "hubo en una primera intervención del hospital de Tartagal (...) podríamos decir negligente", dijo Magadán.
En este caso, la funcionaria indicó que no hubo registros "de que funcionara el protocolo". "La denuncia se hizo en Salta", pero antes la niña fue asistida en el hospital público de Tartagal con cuadro clínico y evolución desfavorable, de allí la derivan a Orán porque no había cirujano, (ni) anestesista".
En el hospital público de Orán a la nena la operaron del "apéndice" y como presentaba una evolución desfavorable la derivaron al Hospital Materno Infantil de Salta. Además la nena se contagió de covid-19 en la ambulancia que la llevó de Orán a la ciudad de Salta.
"Hay protocolos, a instancias del observatorio de violencia, en el ámbito de salud y educativo, donde está indicado paso a paso lo que se debe hacer en cuanto se recibe un menor con golpes, fracturas", señaló Magadán.
Explicó que "es obligación del personal de salud y educativo, llámese ordenanza, gerente, director, supervisor, el que tenga conocimiento de un menor (de edad) con posibles lesiones en las que el relato tampoco es coherente (...) con lo que se puede percibir" dar intervención a la Asesoría de incapaces y a la Secretaría de Primera Infancia, Niñez y Familia.
En este caso específico, la niña había presentado antes otros signos de maltrato pero no se habría tenido en cuenta la historia clínica. El Ministerio Público Fiscal indicó que durante los meses de noviembre y diciembre de 2021 se constató que la nena ya había ingresado al hospital de Tartagal con otras lesiones de consideración.
Magadán dijo que "un niño puede ser inquieto" y "exponerse desde su propia inocencia", pero "eso no quita que tengamos una mirada protectora".
La funcionaria también recalcó que la médica terapista del Materno Infantil indagó por las condiciones que llevaron a que la nena terminara con lesiones y encontró que el relato de la madre no era concordante, por lo que dio intervención a las autoridades judiciales. En un primer momento sólo la progenitora fue imputada y privada de la libertad, y luego se acusó a la pareja a la que también se la detuvo.