Los alumnos del Centro Educativo Nivel Medio Adultos de Malvinas Argentinas (Cenma), en la provincia de Córdoba, tienen disponible una guardería para sus hijos. La intendencia, en articulación con la escuela y la organización social Barrios de Pie, logró en pocos meses llevar adelante este proyecto que ya recibe niños de entre 0 y 12 años, al tiempo que permite que sus padres puedan concluir con sus estudios a pocos metros. “Nos llamó la atención la gran deserción escolar y nos pusimos a investigar los motivos. En muchos casos, el problema era que tenian niños pequeños o niños grandes y no tenían con quién dejarlos para que los cuide en el horario de cursada de la escuela”, afirmó a Página|12 Gastón Mazzalay, intendente de Malvinas Argentinas.
A fines del año pasado, desde la Municipalidad realizaron una jornada para conocer a los más de 180 estudiantes jóvenes y adultos, que quieren terminar sus estudios en el Cenma. En la misma les propusieron que contaran qué necesitaban para mejorar su educación. Principalmente, las alumnas manifestaron que requierian de una guardería. “Muchas de mis amigas ni siquiera están pudiendo estudiar porque no tienen quién cuide a sus hijos durante el horario de cursada”, aseveró una de las alumnas. “Conozco mucha gente que quiere venir pero no puede porque de noche no hay dónde dejar a los chicos”, les dijo otra.
“No podíamos dar respuesta inmediatamente porque en Córdoba en este momento no existe un programa destinado a la problemática”, recordó el intendente sobre el hecho de tener que pensar algo que no existía. La organización social Barrios de Pie tenía un proyecto para llevar adelante una guardería con cuidadoras que fueran beneficiarias del Potenciar Trabajo, el programa nacional que otorga una remuneración a aquellos que como contraprestación participan de proyectos sociocomunitarios, sociolaborales y socioproductivos.
Así, en febrero de 2023, a pocos meses de la visita de los funcionarios al colegio, le llegó un mensaje a la directora del Cenma, Ana Farías, para coordinar una reunión y poner en funcionamiento la guardería inmediatamente. “Comenzaron a trabajar con tal rapidez que consiguieron las reuniones con la inspección, el Ministerio de Educación y en abril con el comienzo de clases ya pusimos todo en funcionamiento”, agregó Farías, quien continúa sorprendida por todo lo que está viviendo la institución que está bajo su ala.
Cunas, mesas, sillas, pizarrones, juegos y hasta pantallas para reproducir videos se encuentran en la sala ubicada en el edificio de la Subsecretaría de Bienestar del Municipio, que está a 30 metros del Cenma. El horario es de 19 a 22 y está pensado no solo como un lugar de cuidado sino que de aprendizaje. Por eso, los chicos que ya están escolarizados reciben apoyo escolar y vuelven a casa con las tareas del colegio terminadas. "Esto permite sacarles una responsabilidad a esas madres que llegan a su casa cansadas de trabajar y estudiar y quieren sentarse a disfrutar de sus hijos", expresó la directora.
Actualmente, los niños que asisten tienen entre 0 y 12 años y están al cuidado de varias cuidadoras que recibieron capacitaciones dictadas por el municipio. Además, hay supervisoras, inspectoras, directoras de primaria y docentes que se turnan para coordinar la sala. “Pusimos una edad bastante flexible porque los chicos un poco más grandes todavía no se quedan solos en casa y necesitan de su mamá o de su papá”, contó el intendente, quien también recalcó la importancia de no tener que pagar seis sueldos a las cuidadoras, ya que el municipio de Malvinas Argentinas, que limita con la capital cordobesa, no tiene los recursos para hacerlo.
En este sentido, Silvia Quevedo, referente de la organización afirmó sobre la importancia de este acuerdo: “Cuando hablamos de feminización de la pobreza estamos diciendo que hay muchas mujeres que están intentando salir adelante con sus críos a cuestas. Ellas pueden encontrar en la educación una alternativa y el municipio y la organización social se pusieron de acuerdo para darles una respuesta”. “Esto se convierte en una solución a pesar del estigma que hay sobre los movimientos sociales. Nosotros observamos un montón de problemas y tenemos cientos de propuestas”, añadió la referente. “Somos aliados estratégicos para generar una transformación, un nuevo paradigma en la forma de pensar políticas públicas”, destacó la mujer.
Los estudiantes que asisten al Cenma fueron expulsados del sistema educativo cuando eran adolescentes, muchos tuvieron hijos alrededor de los 17 años, por lo que ahora cuando retomaron los estudios la asistencia a clases es el principal problema al que se enfrentan. “Tenemos mayor cantidad de estudiantes mujeres y, de un tiempo hasta acá, muchas jóvenes, embarazadas, solas, sin casa”, remarcó la directora.
“Los docentes tenían que cuidar a los hijos de los estudiantes cuando estos debían dar una prueba o un trabajo práctico y no habían conseguido quién los cuidara, eso también nos libera de una responsabilidad”, afirmó Farías. Para esta altura del año, las aulas del Cenma solían tener entre cuatro o cinco alumnos en promedio, pero este año las aulas están repletas, con más de 20 alumnos cada una.
“La concreción rápida del proyecto fue porque queremos cambiarle la vida lo más rápido posible a los vecinos y vecinas y entendemos que para eso tienen que poseer un buen empleo. Eso viene de la mano de la educación, que es la pata clave en cualquier sociedad. Si les acercamos las herramientas para poder estudiar seguramente sea mucho más fácil conseguir luego un empleo”, concluyó el intendente.