La canción de Primal Scream en su disco Screamadelica llamada "Slip inside this house" se traduce literalmente algo así como "Deslizate dentro de esta casa". Pero sólo el título invita a deslizarse. La voz del estribillo entre sintetizadores y sonidos asiáticos intercambia el "slip" (deslizarse) por "trip" (tropezarse), y la frase se convierte en: "entonces, tropezá dentro de esta casa". Aunque trip, en inglés, como sustantivo también significa viaje, viaje corto, viaje psicodélico. Trip es también un viaje, dejarse llevar por lo desconocido.
Muchos quilmeños y aledaños también tropiezan con el portón del barrio de Bernal que tiene pintado, como un mural, la tapa de ese disco. Sin títulos, nombres, autores o palabras clave que puedan identificar que se trata de un disco, se trata de una referencia sólo para entendidos.
"Yo pasaba todo el tiempo, estuve mil veces ahí, y no sabía qué había adentro. Encima es muy llamativo el mural, si conocés la banda sabés inmediatamente de qué se trata. De hecho unos amigos vivían en frente y todo el tiempo el chiste era cruzar y sacarse una foto, o poner el mismo disco y bailar en la puerta", recuerda Julián Marini, quilmeño que en sus épocas de juventud frecuentaba constantemete el portón, reconociendo en él una parte de su formación musical.
El que sabe, sabe. Cada tanto en Twitter, se levanta, se celebra y los usuarios intentan adivinar dónde queda, quién lo hizo y quién decidió hacerlo en su portón. Pero de todos los misterios, persiste uno: ¿qué se esconde detrás de ese portón musical en la localidad de Bernal?
Detrás del portón
Lo que se esconde es música. En 2007, Marcelo Schettini, quilmeño de pura cepa, construyó una sala de grabación y ensayo en su barrio para su banda rusiA, que combinaba pop ochentoso con potentes guitarras eléctricas, que hoy sobrevive en la memoria colectiva de los de zona sur. Rápidamente, el pequeño estudio se convirtió en SamcaT estudio, donde otras bandas de la zona y del underground quilmeño ensayaban y grababan sus hits.
"Cuando compré el lugar lo compré como se vendía, para demolición. En un lado acomodé una casita donde me instalé yo, y en el otro construímos el estudio. Empezaron a surgir proyectos y empezamos a trabajar comercialmente, pero siempre fue super abierto, un ámbito de conocidos del rock que nos conocían a nosotros", afirma.
Siguiendo con la línea del solo para entendidos, decidieron en 2011 con su pareja pintar un mural porque el portón se veía muy vacío. Pidieron ayuda a los chicos del skatepark ahí cerca. Sebastián "Fleco" Cardacci y Santiago "Chapita" Gutierrez, artistas también quilmeños, fueron los indicados, y pintaron en unos días la tapa del disco a mano alzada.
"Con los chicos de ahí del skatepark escuchabamos mucho Manchester post punk en ese momento, toda esa movida electrónica, era lo que rondaba espiritualmente en aquel momento", afirma Marcelo, que ahora vive en Córdoba, y dejó el estudio a cargo de su socio, Esteban Elisiri.
La movida
En ese momento, la movida musical en Quilmes era fuerte. Quienes frecuentaban el estudio podían encontrarse en las famosas fiestas C'est la vie, donde se invitaban bandas underground que venían de La Plata, como Norma, Fantamagoria, Modular, Coiffeur, Placer, Travesti, Alfonso el pintor, entre otras. También dentro del estudio grabaron grandes como Placer, Miguel Castro, Victoria Mil y Ricardo Soulé de Vox Dei.
"En una época, al principio, venía mucho Moris, porque el muchacho con el que armé la sala, Pablo Leocata, asistente de Charly Alberti, era el bajista de Los Látigos, que es una banda de Quilmes. También venía con Moris y hacían ahí como unos experimentos. Así que bueno, teníamos nuestras cositas, nuestros experimentos" afirma Marcelo.
Hoy, el espacio puertas dentro del portón se llama, como no podía ser de otra manera, El portón. Allí ensayan los Sin ley, una banda del punk rock conocida de la zona sur, entre otras de la zona.
Cory Schettini se formó con su tío en aquella sala de ensayo, y hoy consiguió tener la suya propia, en Capital Federal. Fue uno de sus primeros laburos "oficiales", según sus propias palabras, y considera a Marcelo y la experiencia de la sala sus primeros tutores.
"La sala no sólo como sala, también es estudio de grabación y alquila sonido en vivo, que a los dos siempre nos gustó mucho. Así que se puede alquilar, para eventos de la municipalidad, para eventos para colegios, bandas en vivo, lo que sea. Hoy en día la sala se mueve mucho, entre conocidos, amigos, gente del ambiente", afirma Cory.
Develado el misterio, el portón de El portón continúa conteniendo la historia de todo el underground de la localidad de Bernal y alrededores. Además, continúa haciendo sonreír a los fans de Primal Scream que pasan por ahí e identifican un mundo en común. Quizás recuerden su juventud, su pasado o su presente. Otros quizás descubran el disco por el portón. Quizás sigan bailando frente a su puerta los jóvenes la canción que pide "deslizate dentro de la casa", aunque no todas las experiencias deban ser, como ya se ha demostrado, necesariamente adentro.