La derrota del domingo ante Huracán destapó la olla velezana, que está viviendo momentos de tensión como nunca antes. A la caída en Parque Patricios le siguió la apretada a los jugadores por parte de la barrabrava, con agresiones físicas al juvenil Gianluca Prestianni, y este lunes por la noche el presidente del club, Sergio Rapisarda, decidió tomarse licencia para descomprimir la situación.
La decisión de Rapisarda se dio durante la reunión de Comisión Directiva que se llevaba a cabo por la noche en el segundo piso la sede del club, al mismo tiempo que varios socios se autoconvocaron en el lugar para intervenirla, aunque finalmente no pudieron subir.
Las escenas que se vivieron en la sede del club tuvieron algunos picos de violencia, como el lanzamiento de objetos, ante la seguridad privada del lugar que intentó no agravar la situación.
El momento futbolístico del equipo colmó la paciencia de los hinchas que, a pesar de la reciente llegada del Gallego Méndez como DT (siete partidos), ven cómo el Fortín está a tan sólo tres puntos del descenso una vez finalizada la Liga Profesional.
Así las cosas, Vélez podría tener elecciones anticipadas, un reclamo de los hinchas que se repitió a lo largo del año. Queda por ver qué decisión tomará el vicepresidente de Rapisarda, Diego González, quien venía peleado con el mandatario y también le fue solicitada su licencia o renuncia. El tercero en la sucesión es el vice segundo, Adrián Peláez.
La historia de Rapisarda en Vélez
Rapisarda está al frente de Vélez desde 2017, cuando fue elegido por el 36 por ciento de los hinchas para destituir a Raúl Gámez. En 2021 fue reelegido con el 40 por ciento de los votos, siendo el primer presidente en 30 años en tener dos mandatos consecutivos.
Hace algunas semanas, Rapisarda y Adrián Peláez recibieron pintadas intimidatorias en locales de sus empresas en Buenos Aires y la presencia de hinchas del club para que les dieran explicaciones del mal presente, pero el ahora mandatario en licencia aseguró que no iba a renunciar porque debía cumplir su palabra para con los socios que lo eligieron.
"No pensé en renunciar porque los mandatos hay que terminarlos. Hay un plantel importante y no es una palabra que me guste la permanencia. Estamos bien en promedios, pero sí, estamos mal", aseguró en su momento.