El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, respaldó el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que alcanzó el ministro de Economía y precandidato presidencial, Sergio Massa. El mandatario destacó el hecho de que la Argentina haya utilizado el swap de yuanes con China para pagar el vencimiento con el FMI. "Es una novedad histórica del nuevo escenario geopolítico", enfatizó, y acusó a la oposición de “no hacer propuestas sino amenazas” contra la clase trabajadora y los sectores más desprotegidos.

“Al anuncio del canje con China hay que valorarlo”, indicó el también candidato a renovar su mandato en la provincia, quien durante una entrevista radial resaltó que el éxito de esta operación echa por tierra los pronósticos de la oposición, “que durante todo este tiempo pregonaron que no íbamos a poder pagar” los compromisos de este mes, y “que todo iba a explotar”.

“Lo que Sergio está poniendo en revisión son los condicionamientos” del FMI aceptados por Mauricio Macri cuando fue presidente, dijo. Y lo que exige el organismo como acreedor de la Argentina son políticas devaluatorias y de ajuste, indicó. Por qué el Fondo pide devaluar y ajustar, se preguntó el gobernador. Porque “devaluar encarece el dólar, que es la moneda con que tenés que pagarle a ellos (…) Y ajustar es para que el Estado tenga recursos excedentes para comprar esos dólares”, explicó.

En este sentido, rescató que “el vencimiento se está pagando sin comprometer las reservas netas, líquidas” del Estado y sostuvo que esto va a contramano de lo que pregona la oposición, “que con bombos y vinchas venía diciendo ‘no van a poder pagar’. Bueno, se pagó, así que guarden el bombo y la vincha”, dijo el titular del Ejecutivo provincial.

Bullrich y Larreta

De la misma manera, Kicillof acusó a los dirigentes de Juntos por el Cambio de ser los responsables de la “pérdida de soberanía” del Estado nacional. “Lo que hay que reprocharle a Mauricio Macri es que perdimos soberanía por culpa de él, por culpa de Bullrich, por culpa de Larreta, por culpa de Ritondo, por culpa de Grindetti y por culpa de Santilli”.

También advirtió que, a diferencias de otras campañas electorales, la oposición de derecha “ya no viene disfrazado de Caperucita y dice lo que va a hacer”, que es un ajuste y una devaluación brutales, acompañadas por la “pérdida de derechos” contra la clase trabajadora y “recortes” a los sectores más desprotegidos. “Lo que hacen no son propuestas sino amenazas”, sentenció.

En cambio, lo que propone el Gobierno “es todo lo contrario” a esa mirada política y económica. Además, sostuvo, “el peronismo no sigue una línea histórica e ideológica en contra del mercado o lo privado. Es al revés, quiere el desarrollo donde lo económico se complemente con el mercado”, remarcó.

De Mendiguren

Por su parte, el secretario de Industria, José de Mendiguren, afirmó que la Argentina está “en una mesa de negociación con el FMI y no de concesión", y destacó que el ministro Massa “está haciendo un gran esfuerzo en una situación compleja para evitar la devaluación que muchos quieren”.

“Lo que hay con el Fondo es una mesa de negociación, lo que es distinto a una mesa de concesión como muchas veces tuvo Argentina con el Fondo”, sostuvo De Mendiguren, y subrayó que “el FMI sabe que nos estamos haciendo cargo de una decisión política anterior de haber pedido el crédito más grande de su historia que a todas luces no se podía cumplir”.

En esa línea, cuestionó que no funcionan “las recetas tradicionales del Fondo”, y dijo que el equipo económico está “en una negociación firme donde lo que no queremos resignar es crecimiento económico ni negociar desempleo”. Además, el funcionario destacó que “el esfuerzo que está haciendo el ministro en una situación tan compleja para evitar la devaluación que muchos quieren, cuesta mucho pero se va a lograr”.

“Nosotros hoy tenemos la difícil situación de la inflación que licúa salarios, pero también sabemos lo que es el drama de la desocupación, donde no hay ningún salario ni cobertura social”, indicó De Mendiguren. Al respecto, acotó que “hoy tenemos el índice de desocupación más bajo de los últimos diez años a pesar de todo lo que nos cayó, la guerra de Ucrania, la sequía, y sin embargo la economía sigue creciendo”. 

“Claro que las negociaciones son tensas, pero es la forma en que hay que tenerlas”, señaló De Mendiguren, quien afirmó que “hoy una devaluación brusca sería un verdadero drama social, lo que hicimos en cambio fue trazar un sendero fiscal, fuimos ordenando las cosas, no fuimos al default como querían”.