A cinco años de su detención por la denominada "causa de los cuadernos", el exvicepresidente del grupo Electroingeniería, Gerardo Ferreyra, insistió en que el origen del expediente fue armado por los medios y el aparato judicial, con el objetivo de “destruir gran pate del empresariado argentino”.
“Se cumplen cinco años de mi detención ilegal. Ayer, a última hora, se conoció la tercera pericia de la Policía Federal, donde pudimos encontrar quién fue el autor, por lo menos en mi caso, de haberme agregado a la agenda”, destacó durante una entrevista con Victor Hugo Morales en AM750.
En esa agenda, supuestamente escrita por el chofer y expolicía Centeno, se dejaba constancia de presuntas visitas a empresarios para recoger sumas de dinero exuberantes.
Sin embargo, tras estar por esta causa un año preso, Ferreyra aclaró: “Fue una causa diseñada para destruir gran parte del empresariado argentino por los servicios de inteligencia y con apoyo del Poder Judicial y mucha potencia de los medios”.
“En mi caso, ni siquiera estaba en la agenda. Me agregó Centeno, exservicio de inteligencia, junto con Jorge Bacigalupo, que fue el autor material de haberme agregado, la letra es de él”, dijo en referencia a los últimos dos cuadernos, en los que aparece mencionado.
Con la mirada puesta en lo que va a pasar, explicó que ahora el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi ordenó que se abran los tres celulares de Bacigalupo y su computadora, secuestrada en el último allanamiento cuando se le sustrajeron 400 indubitables para verificar la coincidencia de la caligrafía.
Tras este demorado pedido, Ferryra manifestó su enojo con el Poder Judicial: “Yo se lo dije al propio Claudio Bonadio, que era raro que mientras me sostenían prisionero nos venían a querer comprarnos la empresa para quedarse con el proyecto emblemático de la obra pública argentina que son las represas del sur”.
Y lanzó: “Esto lo hizo el diario La Nación con el periodista Diego Cabot, que se reunía con Centeno y Bagicalupo, para diseñar la causa y darle un formato de prueba acusatoria. Cinco meses tuvieron esta agenda hasta que fue a parar a la justicia. Pero no a jueces del derecho natural, sino elegidos. Trabajaron incluso conjuntamente con el fiscal Stornelli y en conocimiento del juez. Esa es la verdadera asociación ilícita”.