Los trabajadores y trabajadoras del subterráneo de Buenos Aires continúan este martes con su plan de lucha y paralizarán todo el servicio a partir de las 20 horas. Con el primer paro total en horario nocturno que realiza en el año, la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (AGTSyP) vuelve a reclamar por un "plan integral" de retiro de asbesto de sus lugares de trabajo y la reducción de la jornada laboral para estar menos expuestos al material cancerígeno. Esta semana las medidas de fuerza se aceleran y el gremio realizará un nuevo paro total de tres horas en la mañana del jueves.
"La pelea que estamos dando es en defensa de la vida y de nuestra salud, la de nuestras familias y la de todos los usuarios que utilizan el subte", expresó el sindicato en un comunicado emitido en el marco de las medidas de fuerza de esta semana. La de este martes fue la vigésimo primera de este año desde que, a fines de marzo, los y las trabajadoras comenzaron con ceses de actividades, paros escalonados y rotativos por líneas, y volanteadas en las cabeceras para explicar a los y las usuarias las razones de las medidas.
Desde hace dos semanas, en tanto, el sindicato profundizó el plan de lucha y empezó a paralizar todas las líneas de subte en diferentes rangos horarios. El paro de este martes irá desde las 20 horas hasta el cierre de los servicios, mientras que el del próximo jueves comenzará a las 6 de la mañana y se extenderá hasta las 9, en el horario pico de la mañana. Esta será la primera vez en el año en que el gremio realice dos paros totales en una semana.
En el marco del plan de lucha la AGTSyP elaboró diferentes piezas de difusión para que los y las usuarias puedan estar informados sobre la problemática del asbesto en el subte, como una guía informativa en la que se explica la peligrosidad del material, los lugares en los que está presente, la historia de su prohibición y los fallos judiciales por el conflicto que mantienen con el GCBA y la empresa Emova desde que en 2018 confirmaron la presencia del mineral en sus lugares de trabajo. La guía está disponible en la página web asbestoenelsubte.com.ar.
Este martes, en el marco del paro, el gremio publicó un video en sus redes sociales en el que explica que el asbesto "es uno de los cancerígenos ambientales laborales más conocidos". "Es una fibra irrompible, que fue muy popular en el mundo por su resistencia a los cambios de temperatura y su bajo costo, hasta que empezaron a conocer sus riesgos. En Argentina se reguló en 1991 y se prohibió en 2001. Sbase Metrovías y Emova nunca cumplieron esas leyes. Sin embargo, en el subte de Buenos Aires hay toneladas de asbesto", continúa el video, que asegura que "a mayor tiempo de exposición, más riesgo".
Por esto último es que, además del "plan integral de desasbestización", el gremio reclama la reducción de la jornada laboral para limitar la exposición al material. Hasta el momento trabajan 36 horas repartidas en seis jornadas semanales con un solo franco, por lo que piden agregar un franco más para pasar a trabajar cinco jornadas de seis horas. Durante todas las medidas de fuerza el gremio cuelga en las estaciones cabeceras de las líneas una bandera con las fotos de Jorge Pacci, Juan Palmisciano y Jorge Bisquert, los "trabajadores fallecidos por exposición al asbesto", según explica la propia bandera. El relevamiento del sindicato arroja la cifra de 6 trabajadores que desarrollaron cáncer, 87 afectados por exposición al material y un total de 2150 trabajadores en vigilancia médica.
Del otro lado del conflicto, Emova se mantiene en su posición al señalar que el subte es un lugar seguro. En un comunicado, la empresa criticó la postura "inflexible" del sindicato y sostuvo que se hicieron "más de 3 mil mediciones sobre la calidad del aire en todas las áreas de trabajo del subte que arrojan resultados considerados adecuados para la salud". Emova asegura que la Dirección General de Protección del Trabajo de la Ciudad "confirmó que 'de acuerdo a las medidas realizadas las condiciones son adecuadas para el desarrollo de la actividad'" y que el subte "cumple con las condiciones exigidas por las normas que regulan la seguridad en el trabajo en base a estándares científicos y técnicos".
Sostienen también que la desasbestización ya está en marcha, aunque no responden a la denuncia de los y las trabajadoras que alertan que ese proceso se viene realizando de forma excesivamente lenta y sin un plan concreto. La AGTSyP estiman que hasta el momento se retiraron alrededor de 90 toneladas de asbesto y que la mayor parte del material todavía sigue sin ser removida. Sobre el reclamo de reducción de la jornada laboral, la empresa afirma que "resulta inviable sin afectar la operación de la red de subte"