Patricia Bullrich dejó una de las imágenes más grotescas de la campaña al afirmar que, si es electa presidenta, va a "entrar con una cámara de televisión al Banco Central" para mostrar "lo que deja" el Gobierno de Alberto Fernández en cantidad de reservas.
La frase causó burlas en las redes por la literalidad de la expresión que lanzó la precandidata, como si en el Central hubiera cajas fuertes con dinero contante y sonante u lingotes de oro. En rigor, en el BCRA hay apenas una parte de los depósitos. El grueso del dinero se halla repartido en diversas instituciones financieras en el mundo.
La entidad monetaria argentina tiene reservas internacionales en dólares y en yuanes, además de en oro. Lo que hay en las bóvedas del Central son el oro y una parte de los dólares, que está allí para la demanda de los bancos comerciales, que se cubren ante el retiro de depósitos por parte de los ahorristas.
La mayor parte de los dólares se encuentran en Estados Unidos, y en varias formas: como títulos de corto plazo, en bancos o en la propia Reserva Federal (el equivalente estadounidense del BCRA). También en el Banco de Pagos Internacionales suizo, que funciona como un símil "Banco de Bancos Centrales".
Los yuanes de las reservas argentinas forman parte del swap que se firmó con el gigante asiático. Se trata de moneda que el Banco Popular de China libera a cambio de pesos. La disponibilidad depende de los acuerdos entre el Banco Popular y el BCRA. Al momento de activarse, los yuanes se depositan en una cuenta del Central en China.
La gran pregunta, pese a la gaffe de Bullrich, es cuánto tiene en reservas la Argentina. Al 30 de junio, el BCRA tenía 27.926 millones de dólares en reservas internacionales. De esa suma, 20.735 millones de dólares (el 74 por ciento) se hallaban colocados en otros bancos centrales. El oro representa un 13 por ciento del total: 3806 millones de dólares.