El reconocido abogado laboralista, Héctor Recalde, aseguró este miércoles por AM750 que si realmente existiera una “industria del juicio”, como sostienen desde la oposición, desde donde prometen osadas reformas laborales para eliminar, por ejemplo, las indemnizaciones, en la actualidad “estaría en quiebra”.
Entrevistado por La García, reveló que cada vez que escucha hablar a algún candidato de una reforma laboral “tiembla”, ya que entiende que “vienen con el cuchillo abajo del poncho”. “Y yo soy reformista, pero en sentido progresivo. En el que manda la Constitución Nacional”, aseguró el exdiputado.
En este sentido, aclaró: “Cuando hablan de los juicios, si existiera una industria, estaría en quiebra. Porque son muy pocos los juicios en relación a los que podría haber. Tenemos muchísimos hombres y mujeres trabajando irregularmente. Estarían inundados los tribunales. Sigo las estadísticas”.
En este punto, señaló que en la actualidad se hacen cerca de 27 mil juicios laborales en el año, lo que consideró que es un número muy bajo teniendo en cuenta la gran cantidad de informalidad que hay.
La respuesta a Juan Grabois
En este punto, recordó que si bien él mismo recibió ataques directos de Mauricio Macri quien lo catalogó como el “líder” de la “mafia” del juicio laboral, ahora le llama la atención como compañeros “del campo nacional y popular” cuestionan lo que cobran los abogados laboralistas.
En concreto, hizo referencia a los dichos de Juan Grabois, que aseguró que los abogados laboralistas reciben honorarios del 40 por ciento, 20 del trabajador y 20 de la empresa, y que las pymes tienen “miedo” de quebrar por perder un conflicto.
“Nosotros no cobramos un centavo mientras tramita el pleito. Incluso si pierde el pleito, no cobramos un peso. Y si el trabajador gana, pero la empresa quebró, tampoco cobramos. Entonces, la remuneración en ningún caso llega al 40 por ciento”, comenzó la desmentida.
Luego, sumó: “No tengo dudas de que una pyme puede tener una consecuencia difícil porque perdió un pleito. Ahí lo que juega es el rol del Estado. No hay trabajadores pequeños, medianos y grandes. A todos los trabajadores, son los mismos derechos. Lo que cambia son las empresas”.
Por eso, sugirió que lo que cambie sea el rol del Estado, más allá de que si una empresa pierde un juicio, según su entender, es porque “alguna responsabilidad tiene”.
“Para eso el rol de Estado verá si tiene que darle crédito, capacitación. ¿Por qué no capacitamos a los pequeños y medianos empresarios? Vayamos por la positiva, pero no le quitemos derechos a los trabajadores”, concluyó.